Capítulo 22 - Una Amiga Para lo que Quieras.

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Todo recogido, no quedaba nada de Maca, se iba. No hemos pasado unos buenos días por todo lo de Lucas, pero a pesar de todo le iba a echar mucho de menos, era mi mejor amiga.

- Chao, espero ir algún día a Asturias. -

- Ojalá puedas, tienes allí una amiga para lo que quieras. - nos abrazamos y entró al tren. Me saludó desde la ventanilla y le lancé un beso. La quería. De camino de vuelta a casa se me venían todos mis recuerdos con ella: cuando teníamos 3 años e inundamos el baño de su casa, cuando hicimos cocinitas con la tierra de mi balcón, cuándo más mallores echabamos hasta la madrugada hablando por el walkie-talkie, cuándo una vez con quince años le guardé el paquete de tabaco en mi habitación porque su madre le revisaba continuamente el cuarto, mi madre me pillo con él y buf, menuda me echo estuve sin hablar con Maca casi un mes. Eran muchos momentos juntas, demasiados. Me siento mal por no haber aprovechado con ella cada momento. Cuando me doy cuenta veo mi móvil lleno de mensaje de Lucas:

- ¿Quedamos? - me escribió

- Vale, ¿A que hora te viene bien? - le contesté. Me respondió en seguida.

- Ahora. - mi madre aparcó el coche y allí estaba, con su camiseta de olas y unos pitillos. - ¿Qué tal? -

- Muy bien. - dije mirando a mi madre.

- Me voy, me voy. Hasta luego Lucas. -

- Chao. Vamos. - nos fuimos calle abajo y sin rumbo, solo hablar. Hablamos de todo un poco. Me explico lo de Maca y que le estaba de pesada todo el rato. Me dijo que la única persona que le gustaba era yo y que me quedaban muy bien los shorts. No se si era muy alagador o me estaba regalando el oído para que le dijese que sí.

- ¿Te has pensado lo que te dije el otro día? -

- La verdas es que sí. -

- ¿Y que? -

- Podemos intentarlo, pero no te prometo nada. - Lucas estallo de felicidad, nos abrazamos y besamos apasionadamente. Quería que me besase todo el rato y que no parase nunca. Me encantaban sus besos y ahora los iba a tener más presentes que nunca.

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