One-shot Damie

Aspen

Me despierto enredada entre unos fuertes brazos que me abrazan como si su vida dependiera de ello. Si no tuviera tanto frío seguro me quejaría, pero en Aspen, es difícil que algo tan rico como un abrazo calentito y lleno de amor sea molesto.

Miro al hermoso hombre que se encuentra durmiendo a mi lado y solo un pensamiento llena mi mente: eres una cabrona con suerte, Johnson.

Me fijo en su respiración pausada, amo verlo tan tranquilo porque estando despierto es capaz de sacarme de mis casillas. También noto su corta barba, su perfecta nariz, sus largas pestañas y el lunar arriba de la ceja que logra volverme un poquito más loca por él (si es que eso es posible) con solo mirarlo.

Me encanta despertar con Jamie a mi lado. Nunca noté lo mal que dormía estando sola, hasta que pasé una noche completa con él y me desperté como nueva. Miro la hora en el reloj de mi mesita de noche y noto que aún podemos descansar un poco más.

Mamá y mis hermanos no llegan hasta dentro de un par de horas. Es nuestra primera navidad en Aspen con toda la familia, y cuando digo toda, me refiero a toda. Papá, y el resto de los Johnson llegaron ayer, por eso es que solo esperamos a mamá, Stella, Alex y Mormor.

Luego de mirarlo un poco más decido que es hora de despertarlo, así que empiezo dejando unos pequeños besos por todo su rostro, Jamie se queja en sueños y yo tengo que reprimir mi risa. Es muy tierno verlo en plan "mami no me quiero levantar", cuando veo que por fin abre un ojo, le sonrío y le doy un beso en los labios antes de hablarle.

-Buenos días, bello durmiente.

-Buenos días, mi vida.- Me contesta mientras me da una sonrisita.

-¿Cómo dormiste?

-Bueno, lo hice muy bien hasta que cierta señorita decidió despertarme en medio de la noche porque le apetecía hacer el amor conmigo...

Me sonrojo visiblemente mientras miles de imágenes de nuestro polvo madrugador aparecen en mi cabeza. Hey, en mi defensa digo que las hormonas de las embarazadas se mandan solas, y como es su culpa que esté así, le toca complacerme.

-Lo siento, pero es culpa de tu hijo. ¡Mis hormonas están vueltas locas! Deberías alegrarte de que mis hormonas solo estén así en ese plano y que no tenga cambios de humor...

-Okey, capté la idea, prefiero mil veces eso a tenerte llorando o enojándote por todo.

Le sonrío, buen chico. Ya decía yo que no solo era una cara bonita, también es muy inteligente.

-Pero bueno...¡Se me olvidó saludar a alguien! - pone su mano y su cara en mi vientre hinchado antes de continuar- ¡Hola bebé! Aquí papi, sufriendo porque mami lo despertó temprano...- lo golpeo suavemente en la cabeza y Jamie ríe.- Espero que estés cómodo ahí y que sigas sin hacer sentir mal a mami, no hagas que vuelvan esas nauseas tan feas de los primeros meses. ¡Te amamos, pequeño! - deja un beso en mi panza y levanta la mirada hacia mí.

-Te amo. Los amo.

-Yo también los amo, mi amor.

Me da un pequeño beso antes de levantarse e ir al baño para ducharse, antes de entrar se gira y me guiña un ojo para luego preguntarme:

-¿Quiere ducharse conmigo, señora Dornan?

No tuvo que decir más porque al segundo yo ya estaba dando un salto de la cama para seguirlo hacia el baño.

Después de un par de toqueteos locos en la ducha y de hacer el amor contra las baldosas, nos vestimos y bajamos a desayunar con el resto del clan. Decido mandar a Jamie y Jesse a buscar a mi mamá al aeropuerto, así los demás se quedan y ayudan a preparar las cosas en la casa.

Cuando llegan, me río al ver que mamá sacó todo su encanto Griffith y trae detrás de ella a Jesse, Jamie y Alex cargando sus cosas y las de Stella (y luego Jamie se pregunta por qué siempre puedo convencerlo de hacer cosas), me lanzo a llenarlos de besos a los tres porque de verdad los extrañaba demasiado. Luego del ataque de amor, cada uno sigue con sus tareas y terminamos almorzando algo ligero ya que en la noche íbamos a comer hasta reventar.

La cena no pudo ir mejor, y casi sin darnos cuenta estábamos iniciando la cuenta atrás para que llegara el día de navidad. Cuando el conteo terminó, lo primero que hice fue abrazar y besar a Jamie. Todo fue lindo y sin lágrimas hasta que a Jamie se le ocurre susurrarme en el oído...

-El mejor regalo que pudiste haberme dado, aparte de llegar a mi vida y ser mi esposa, es cuidar y proteger a nuestro hijo.

Maldito, con eso me desarmó, rompí a llorar, y me abracé aún más fuerte a su cuerpo. Cuando por fin me calmé, pude responderle.

-El mejor regalo que me pudiste hacer fue audicionar para el papel de Christian, pelear por nuestro amor y darme esta pequeña familia que recién estamos creando.

Le di un beso, y luego fui a abrazar a los demás. La noche pasó entre bromas y cuando ya eran cerca de las 2 de la mañana, me alejé un poco de todos y los inspeccioné uno por uno: mamá, papá, su esposa y mi abuela reían viendo fotos de cuando éramos pequeños. Jesse, Alex y Jasper hablaban sobre un partido de baloncesto que pasarían por la tele mañana. Deacon estaba encantado con la atención que le daban Grace y Stella, y Jamie...bueno, Jamie miraba a todos con una sonrisa.

Siempre le gustó la manera de ser de mi familia. Encontraba muy loco que a pesar de todo nos juntáramos y fuéramos tan unidos pero aún así le encantaba. Su vista chocó con la mía y no tuvimos que decir nada, sabíamos que ahí, en esa sala, estaba todo lo que alguna vez soñamos tener y por lo que peleamos y seguiremos peleando con uñas y dientes.

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HELLO! Ah re bilingüe la mina jajaja nah,bromas, les traigo un one-shot algo meloso pero tiernuchis al fin y al cabo! Se lo quiero dedicar a Stheff, si es que me lee, porque con solo decir UNA palabra, me sacaste del trancazo que tenía en la mente y no me dejaba escribir! Te adoro por eso! Jajajaja y a Rose, porque me estaba volviendo loca buscando fotos hasta que me las mandó, thanks you for that! Jajaja, bueno, ya no las lateo más, espero que les guste! Enjoy!

PD: usen su linda imaginación y piensen que Jamie solo tuvo que luchar para que su amor con Dakota sobreviviera porque en Universal no los dejaban tener una relación. O sea que Amelia y las niñas jamás existieron, gracias.