Londres, Inglaterra. 2018.
POV DAKOTA
Cuando le dije a Jamie que pensaba despertarlo durante la madrugada para tener más sexo, no mentía. Lo desperté cerca de las 6 y luego a las 8.
Luego de terminar la última parte de nuestra maratón sexual, decidimos quedarnos flojeando durante toda la mañana en la cama. Salimos solo a prepararnos el desayuno que llevamos devuelta a la habitación para comer mientras veíamos televisión.
Y aproveché de llamar a mi representante para rogarle que me dejara quedarme hasta la próxima semana. Como había anticipado, Robin estaba de super buen humor y dijo que no había problemas. Que todo estaba controlado desde que la gente piensa que estoy ocupadísima en Vancouver, que solo debíamos coordinar mi salida desde aquí y la llegada a Canadá para que no se me cruzara ningún paparazzi.
Cuando corté, ya le había prometido llevarle un enorme ramo de rosas, chocolate y una sudadera Gucci que siempre ha adorado y de pura perezosa no se ha comprado, todo de regalo. Me dijo que lo aceptaría solo si le prometía que cuando nos viéramos le iba a mostrar todas las fotos y videos que tomara estos días de las niñas y Jamie. Obvio acepté, porque amo presumirlos frente a todos.
Nos levantamos cerca del medio día, admito que nos demoramos un poquito más de lo normal en la ducha porque no nos contuvimos a ponernos traviesos. Para cuando logramos salir eran casi las 1 de la tarde, así que Jamie me dijo que llamaría a Amelia para preguntarle el tema de las niñas.
Estábamos en la sala cuando ella respondió a su llamada, yo comencé a pasearme con nervios, espero que no se moleste o algo. Amelia es media extraña a veces, no nos llevamos mal, pero es mejor no arriesgarse tampoco.
-Oh...ya, entiendo.- dice Jamie y me es imposible no ponerme internamente triste. Esa frase nunca trae nada bueno consigo.
Tendré que resignarme a esperar al Viernes para ver a esas renacuajas. Me va a costar, pero puedo hacerlo.
-¿Entonces voy a buscar a Dulcie al kinder y te la llevo para que arregles todo?- pregunta Jamie y centro mi atención en él.- Dale, nos vemos en una hora. Hablamos.
Veo como corta la llamada y se gira a verme. Su rostro no me transmite nada, así que aunque los nervios me comen por dentro, decido preguntarle qué sucede.
-¿Y? ¿Qué pasó?
-Pasa que debes disfrazarte un poco si quieres acompañarme a buscar a Dulcie al Kinder para llevarla a buscar ropa a casa de Amelia y así traernos a ella y su hermana a pasar la noche aquí.
-¿Es en serio?- pregunto sonriendo.
-¿Cuándo te he mentido?
Nunca. Esa es la respuesta.
Lanzo un chillido de emoción hasta correr donde se encuentra sentado y lanzarme encima de él. Lleno de su cara de besos antes de salir corriendo a disfrazarme un poco.
-¡Eres el mejor!
Grito desde la habitación mientras me coloco un abrigo gigante, un gorro de lana sobre todo el cabello y unos lentes oscuros. Escucho a Jamie reír desde el living y continúo con lo mío sonriendo como niña en una dulcería.
***Jamie estaciona la camioneta frente al jardín infantil de Dulcie y yo no puedo parar de sonreír. Decidimos que mejor no me bajaría de aquí para no levantar sospechas, pero que me pasaría a la parte de atrás para sorprender a Dul cuando subiera.
Estamos en una parte de nuestra relación donde no podemos arriesgarnos a dar un paso en falso. Es solo un tiempo más y dentro de nada podré venir a buscar a Dulcie usando una enorme flecha iluminada que me apunte y nadie podrá decir absolutamente nada.
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One-shot Damie
FanfictiePequeños momentos de locura que se transformaron en estos mini relatos...