UMBRELLA (Or Nah?) » Jos Canela

VI

Desde la ventana de mi habitación podía ver a mi padre charlar con Eliot. Sabía que papá se encontraba aún más furioso que hace algunos días. Incluso podía observar que Eliot contenía un poco de miedo debido a sus expresiones.

Nada iba bien.

Eliot subió a su auto después de que asintió a las palabras de mi padre y se fue. La puerta de la entrada se escucho abrirse y en seguida algún objeto de vidrio sonó al caer en el suelo.

Aun estaba en ropa interior y portaba la chaqueta de Eliot sobre mis hombros. Abrí mi armario vistiéndome rápidamente colocando mi pijama. No dudaba de que mi padre entrara a mi habitación y no quería que soltara toda una biblia hablándome sobre lo que he hecho estos últimos días.

Me metí sobre las sabanas y cerré los ojos intentando que el sueño me ganara. Algunos pasos se escucharon subir sobre las escaleras dirigiéndose al pasillo de la habitación de Alonso y la mia.

—¡Vera! —papá gritó.

Tape todo mi cuerpo con la sabana y al escuchar mi puerta abrirse de un solo golpe mi corazón pálpito fuertemente.

Me aferre aún mas a la sabana y a la almohada, esperaba a que mi padre saliera de mi habitación y creyera que estaba verdaderamente dormida.

Dos minutos después de que había entrado a mi dormitorio y de que yo había fingido estar dormida, mi papá salió por la puerta. Y así fue como pude volver a tranquilizarme.

-o-

Unas manos sobre mi espalda me movían suavemente, desperté y vi a Carmela rejuntando la ropa de anoche que había dejado yo sobre el suelo.

—¿Mis padres están en casa? —quise saber.

—Tu mamá se encuentra aún en su habitación mientras que el señor Villalpando salió desde la mañana.

Asentí y recorrí el pasillo hasta llegar a la habitación de mi hermano, Alonso. Él aún se encontraba en pijama y sostenía su móvil en sus manos, al verme entrar levanto su cabeza hacia mi dirección y se levanto de la cama para cerrar la puerta después de que yo ya había entrado.

—¿Paso algo anoche? —preguntó—.  Ayer escuche mucho ruido ¿papá aún está furioso contigo, verdad?

—Sé que lo está aún más . Mando a Eliot a buscarme.

—¿Platico contigo?—negué rápidamente con la cabeza—. Vera, te dije que esto estaba mal.

—¿Podrías llevarme a casa de Chris?—Alonso tallo sus ojos y suspiro.

—Lo siento pero no puedo hacerlo.

—¿Sabes donde papá dejo las llaves de mi antiguo vehículo?—suspiro nuevamente y asintio.

—Estan en su escritorio, debajo de algunos libros.

Salí de su habitación y entre a la mía para poder coger algún par de zapatos y colocarmelos para que así pudiera llegar a su despacho y comenzar a buscar aquellas llaves que papá me quito.

Cuando al fin las encontre sonreí y salí entrando a mi antiguo auto.

Lo unico que ahora queria era llegar a la casa de Chris, no queria soportar todo lo que seguramente mi padre me diría cuando llegará a casa, no me imaginaría soportando todo aquello mientras cada uno de nosotros desayuna en la mesa y Carmela esuche todo lo que mi padre diga.

Una parte de mí asegura que esto está lo bastante mal como para perder la confianza de papá y seguramente la de mamá. Pero otra parte dice que esta bien salir de casa.