XI

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La puerta sonó y no dude de que fuera Eliot, terminé de cepillar mi cabello y bajé al primer piso. Él se encontraba con una camisa corta que gracias a esto sus tatuajes en los brazos y cuello eran visibles.

Mi padre salió de su despacho y miró a Eliot para después saludarle y susurrarle en el oído, el chico asintió con la cabeza y sin dejar de mirarme por un segundo me sonrió. Papá me miró por última vez para luego entrar nuevamente a su despacho y cerrar la puerta detrás de él.

Cuando salimos de casa pude ver la silueta de Lily dentro de la camioneta; en el asiento copiloto, bajo la ventanilla y sonriéndome me saludo con la mano.

—Todos estarán allá, será como una pequeña fiesta.— fue lo primero que dijo Lily después de que Eliot arrancará, le sonreí y asentí con la cabeza.

Él aparco a la orilla del puente, pude ver como el auto de Chris y de otras personas estaba aparcado y me di cuenta que no solo estaríamos nosotros, sino alguien había invitado a más personas.

Miré a Lily y ella me miró con confusión, al parecer tampoco ella se había enterado de nada. Eliot iba caminando detrás de nosotros mientras que en sus manos llevaba una canasta con un par de sándwich y sodas, acomodadas perfectamente cada una en su lugar.

Había sillas de playa a la orilla del río, en donde cada una de ellas excepto dos se encontraban ocupadas por nuestros amigos.

—¡Miren quien ha llegado!—Lily gritó y yo sonreí al ver las expresiones de Freddy y de Chris.

Dos chicos más se encontraban con ellos y honestamente pude recordarlos, Alan y Darren se encontraban echados y ambos contenían gafas de sol y pantalones cortos, tal como si estuviéramos frente a la playa.

—Pensé que te habían raptado o algo parecido—Freddy sonrió y caminó para abrazarme y zangolotearme rápidamente—. Sólo espero que debido a eso, el hermano de Lily nos deje en paz.

—¡Hey! Recuerda que mi puño es aún más grande que cualquier extremidad de tu cuerpo.— las risas de los chicos no tardaron en salir y Freddy sólo se volvió para caminar de nuevo a su asiento.

Era algo extraño que los amigos de Jos estuviesen aquí, en el mismo lugar en el que yo y él moreno nos conocimos por primera vez. Pero lo que me preocupaba era que Jos pudiese llegar en cualquier momento y más cuando Eliot se encuentra con nosotros y un arma metida en sus pantaloncillos.

Eche mis zapatos debajo de la silla, me quite la camiseta y Lily llegó rápidamente con un bloqueador en sus manos, comenzando a poner aquello en toda mi espalda y en parte de mis manos. Ella había pedido que hiciese lo mismo pero Freddy se me había adelantado y fue él quien le puso el bloqueador a mi mejor amiga.

—¿Creen que podríamos ir a una fiesta en un club nocturno? Tengo pases gratis.— Darren sugirió y todos comenzamos a mirarnos unos a los otros.

—Tal vez—Eliot dijo—. Vera acaba de regresar no creo que sea una buena idea que salga por ahí.

—No hay ningún peligro, estoy segura de eso. Mi padre tal vez acceda y me deje ir sin ti.—el chico carcajeo negando con la cabeza.

—No creo, tu padre no se arriesgaría otra vez.

Darren suspiró y miró a Eliot quien se encontraba parado a tres metros de nosotros, él estaba cruzado de brazos y el ceño fruncido era muy visible.

—Vera está en muy buenas manos.—Eliot sin levantar la mirada hacía el chico sonrió y caminó hacía la nevera sacando una soda y beberla.

Nos quedamos en silencio por varios minutos, sinceramente creía que era una muy buena idea salir. Si mi padre aceptaba claramente Eliot iría conmigo pero si no lo hacía no habría de otra que quedarme en casa. Pero no le arruinaría la fiesta a ninguno de ellos y sé que yo haría todo lo posible para asistir a aquel evento.

UMBRELLA (Or Nah?) » Jos CanelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora