Carta 33

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/Recomiendo leer con la canción de multimedia/

Samantha.

Por favor... no pierdas tu tiempo.

Admito que me sorprendiste con tu carta, buena jugada Sam.
Pero ni siquiera la abrí, se fue directo al basurero.
¿Adivinas por qué? Por que aprendí la lección bastante bien, ¿Qué podía haber allí que no fuesen mentiras?

Seguramente no me perdí de nada, ya no creo en tus mentiras, ya no caigo en tus juegos, ya no soy el joven al que manipulabas.

Sólo tengo un poco de curiosidad de porqué decidiste escribirme una carta cuando fui bastante claro en que NO quería que lo hicieras...

Considerando que eres una persona fría y sin sentimientos dudo mucho que la noticia de mi "Dulce secreto" haya afectado en lo más mínimo tu empatía.
(Aunque tal vez un poco)

También dudo que haya sido por curiosidad o por tratar de seguir ilusionandome porque... según me enteré ya eres esposa del hombre por el que me dejaste.

Dirás ¡Que mal concepto tiene de mi este chico! Pero yo creo que el motivo de tu misiva es el hecho de que hayan tenido que regresar de Italia por los problemas económicos de tu marido.
Antes no lo sabía pero hace poco me he enterado, verte a ti viajar en bus y comprar en el mercado es de lo más cómico princesa.

¿Quieres sacarme más dinero?
Hubieras dicho eso desde el principio, yo hubiera preferido darte hasta el último centavo que tenía antes de sufrir como ahora sufro por haber sido engañado, manipulado, ilusionado y dejado después.

Samantha, para tu desdicha, has hecho mal tus cálculos, ¿Recuerdas que mis padres estaban decepcionados porque fui tan ingenuo para dejarte que te lleves todo ese dinero?
Pues ya no controlo más mi dinero, después de la muerte de mi madre, mi papá y yo decidimos que él controlaría mis ingresos (o lo que queda de ellos)
Y él justo ahora está en medio de un viaje de tres meses por México.
El país en donde tuvo su Luna de Miel con mamá.
Para recordarla, ya sabes.

Tal vez no sea un viaje a tu "lujosa" Italia pero ellos si se amaron de verdad... una clase de amor que tú jamás en tu vida conocerás.

Volviendo al tema... si te das cuenta esta es la carta 33.
Memorable ¿no?

Entonces... después de 33 días sólo me queda decirte que mi vida es una mierda, ahora sólo espero que la tuya también lo sea.
Después de todo, voy a acabar con esto hoy mismo y tú... tú llorarás por años.
(Disculpame que repita una y otra vez esto pero ahora es lo único que deseo y sólo espero que no lo olvides)

Tampoco olvides o dudes que yo sí te amé, demasiado de hecho, pero ahora todo ha cambiado, tú lo cambiaste.

Yo soñaba una vida a tu lado, tomando tu mano, mirando tu sonrisa cada mañana, enfrentando los problemas juntos y construyendo un amor fuerte y verdadero.
Después vendrían los niños, pequeñas personitas corriendo por nuestra casa, riendo y mostrándonos lo bella que puede llegar a ser la vida.
Luego envejecer a tu lado, ver a nuestros pequeños crecer, poder mirar atrás y saber que no cambiaría nada y que encontré al amor de mi vida.

Al final me he rendido, y no creo que haya nada malo en ello, tal vez sea un cobarde, pero, simplemente no puedo seguir siendo fuerte.
Este es mi lugar y mi momento para ya dejar a un lado el sufrimiento.

De una manera inusual, lo admito, pero es que a veces para ganar debes perder.

Ya todo lo que me interesaba o importaba ha dejado de tener el mismo valor, he renunciado a ti, ya no quiero tener nada que ver contigo, incluso los recuerdos, el tiempo bonito en el que fuimos pareja, todo eso, se ha ido, todo se ha arruinado, se ha vuelto mierda.
Ya no soy nada, nadie.
¿Lo entiendes?
Todo se ha desvanecido.

He decidido alejarme, desconectarme a mí mismo de la persona a la que más he querido.
A la única a la que he amado.
Tú.

Y ¿por qué?
Bueno, todo es tu culpa, tú eres la culpable de todo esto, la única culpable.

Será mejor que le tengas miedo, mucho miedo al Karma, porque vendrá a cobrarte todas las que me has hecho, todo este sufrimiento.

Pero a pesar de todo, yo siempre te amaré Samantha y aunque no lo había dicho antes, yo, te perdono, no quería decirlo, quería que te mueras en la más absoluta soledad y con el doble del dolor que yo siento ahora.

Pero ahora me doy cuenta de que quiero liberarte de esa culpa, en esta última carta quiero decirte que te quiero, aunque no lo merezcas, aunque yo no merezca morir amando a alguien que me hizo tanto daño, a pesar de todo, nada ha cambiado en mi corazón.
Es mi mente la que me hace malas jugadas, son las voces que quieren convencerme de odiarte y a veces lo logran, a veces son más fuertes que yo mismo.

A veces ni yo mismo me entiendo.
No tienes idea de lo miserable que es mi vida.

¿Recuerdas que tengo esquizofrenia?
No es para nada agradable, no se lo desearía a nadie, ni siquiera a ti y eso ya es decir bastante.

Sam, me he vuelto loco, escucho jodidas voces en mi cabeza, nunca puedo estar tranquilo porque me atormentan día y noche, no importa lo que haga, no puedo callarlas, también tengo alucinaciones y la mayor parte de las veces tú apareces en ellas.

Es como si estuvieras aquí de nuevo y la mayoría de las veces tardo un poco en darme cuenta de que no es real.

Es increíble como mi subconsciente insiste en recordarte.

¿Por qué sé que la culpa te consumirá una vez que yo muera?
Pues de hecho estoy más que completamente seguro, porque exactamente hace siete años tu padre decidió quitarse la vida en tu habitación, y tu fuiste la primera en encontrarlo, seguro fue bastante traumática la imagen que en aquella ocasión debiste presenciar.

Así que siempre pensaste que el suicidio de tu padre fue tu culpa aunque todos te convencían de lo contrario, siempre te culpaste y llorabas todas las noches por ello.

¿Querías ser la culpable de la muerte de alguien?
Puedo concederte eso.
Ahora al menos sabrás que el mío si fue por tu culpa.
Ahora al menos tendrás una verdadera razón para llorar.

Recuerda esta como mi última carta, el epitafio de mi sufrimiento, recuerda esto como lo único que te mereces por ser el huracán de mi vida.
Y destruir todo.

Adiós Samantha.

De parte del chico que alguna vez hubiera dado su vida por ti.
Y ahora de alguna manera, la entrega para que sufras.

De parte del chico que hubiera muerto por ti.
Y ahora de alguna manera, muere para que pagues todo el dolor que le causaste.

Porque a fin de cuentas sólo quería desahogarme, dejar constancia de lo mucho que te amé y hacerte pagar, hacerte sentir culpable por todo esto aunque yo mismo tenga que pagar un precio mucho más grande para ello.

Mi vida.

Adiós Sam...

33 Cartas © #PGP2016 #PADPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora