Carta 28

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Samantha.

Te quedaste con el auto, la casa y el dinero, pero más importante, te quedaste con mi corazón.

Nunca sabrás cómo lloré ni cómo sufrí, por meses y meses.

Yo tenía un trabajo en la empresa de mi padre pero ya no tenía ánimos para nada.

Arruiné todo, mi familia trataba de consolarme pero en realidad estaban demasiado enojados porque tú habías significado una gran pérdida de dinero y yo era el torpe que se había dejado envolver.
Ellos no podían hacer nada, el auto y la casa estaban a tu nombre, todo era perfectamente legal.

Sólo te diré que nada nunca volvió a ser igual.
Destruiste todo.

¿Recuerdas todas las veces que te llamé, que fui a tu casa a rogarte que no me dejaras?
Yo te llamaba por teléfono todas las noches pero siempre eras igual de fría y mala... no te importaba lastimarme, nunca te interesó cómo yo sufría.

¿Puedo recordarte lo que me dijiste cuando fui a tu casa y llorando te pedí que regreses?

Sólo me respondiste:

Toma la poca dignidad que te queda y pierdete, todos nuestros "planes" como tú los llamas, no eran ciertos, cariño, de hecho nada era verdad, ¿eres tan tonto como para pensar que alguna vez te amé? no lo hice.
Sólo te usé, ¿Te lo deletreo? A ver si así captas que todo se acabó

Llámame estúpido, pero seguí insistiendo, a diario, hasta que te fuiste del país con el hombre por el cual me dejaste, alguien con mucho más dinero.

Mi familia intentó ayudarme y por un tiempo estuve... bien, en lo que cabe decirlo, pero solo yo sabía que no era así, comencé a salir con una chica, Natasha y ella era perfecta, era todo lo que alguna vez quise, pero no eras tú.

No eras tú y aunque me doliera mucho yo no la amaba, yo siempre te amé a ti, Samantha, ¿por qué me hiciste esto?

Yo quería darte celos, por eso te envié las fotos en donde yo estaba con ella, por eso te dije que era muy feliz con ella pero nunca fue así, tu dijiste que estabas feliz por mí y que en realidad no te importaba lo que yo hiciera con mi vida y entonces dejé de fingir. Nunca más la volví a ver.

Destruiste mi vida.

Te lo explicaré brevemente.
Arruinaste mi carrera, mi familia, mi vida.
Me volví un muchacho depresivo que por meses no fue más que una carga para su familia.

No tenía ánimo para nada, ni siquiera para comer por lo que en poco tiempo me enfermé gravemente.

No sé cómo salí de esa enfermedad pero de la depresión nunca pude salir.

Perdí toda esperanza.

Nunca tendrás una sola idea de todo el daño que me hiciste y de lo mucho que sufrí.

33 Cartas © #PGP2016 #PADPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora