Una historia SHADAMY(Shadow y Amy)Pausada

CAPÍTULO 16

AMY

Recostada sobre mí cama leía entusiasmada Adulterio, un libro bastante atractivo pero llamativo a la vez. Nadie sabe qué soy una fanática a ellos ya que según mí mánager éso quedaría mal para una estrella cómo yo, puras patrañas. Hundida por la tragedia de la principal un golpecito en la puerta rápidamente despertó mí furia, ¿acaso no se dan cuenta qué estoy leyendo? Qué digo sí nadie sabe éso. Escondi el libro debajo de la almohada y corrí hacia ésta para encontrarme a Espio serio y recto cómo siempre.

- ¿se te ofrece algo?- de mala gana contesté.

- la señorita María desea verla lo más rápido posible.

Excelente, lo que más odio- aparte que me interrumpan- es qué me apuren, suspire y asenti con la cabeza para luego cerrar de un portazo frente a su cara. Frote varias veces las manos contra mí rostro para desahogarme conmigo misma ¿eso es posible? No lo sé pero me a ayudado en varias ocaciones; tomé con rudeza las perillas del armario y de una sola vez las abrí de par en par dejándome a simple vista muchos vestidos lujosos y carísimos.

- debería comprarme ropa más casual.

Sonreí para mí misma y nuevamente corrí hacia la puerta y adivinen qué, sí Espio sigue ahí parado cómo menso.

- ve y traeme una bolsa grande, y además decile a María que tendrá que esperar.

Y otra vez la cerré de un portazo, empiezo a creer qué ya me volví adicta a esto. Unos minutos después ya tenía lo pedido enfrente mío, ya es hora de un cambio.

***

- ¿éstos vestidos son todos para mí? - asenti- muchas gracias señorita.

La hija de la cocinera me abrazó fuertemente para luego salir corriendo de la sala gritando en nombre de su mamá ¿desde cuándo me volví más generosa con la gente? Sí hace unos meses atrás no me importaba nadie ni siquiera antes de qué llegara....

Eso es, nunca había sido tan buena hasta que Shadow llegó a mí vida. No, no puede ser de seguro estoy enferma y me puse a alucinar cosas qué no son.

- Amy, ¿te sucede algo?.

Giré 90 grados para encontrarme cara a cara con María quién me miraba preocupada. Respire ondo y saqué la sonrisa más forzada en la historia.

- qué decís María yo estoy espléndida- dije tomandola por los hombros- ¿me acompañas a comprar ropa?.

- cómo rechazarte eso Rose- sonrió- vámonos.

Definitivamente hoy estoy distinta, ¿estaré por morirme? ¿y sí me controlan los aliens? Las estupideces qué digo hasta yo misma me sorprendo. Tranquila Amy tú eres única sólo estás enferma y por éso te comportar de ésta manera. Ya te recuperaras- al menos eso espero-.

SHADOW

- y me cerró la puerta en la cara....¡dos veces!.

Rodé los ojos largando un suspiro.

- ¿y tú crees qué eso es lo peor que te pudo haber pasado con una chica?.

- hay no porfavor ya paren.

Ambos me miraron fijamente de una manera tenebrosa, cerré los ojos y respire ondo.

- parecen mujeres chismosas, dejen de joder porfavor.

- está bien- habló Espio- pero seguiremos en otro momento.

-cómo quieran. Tengo una duda, ¿porqué te dicen Cocodrilo?.

- no lo sé- mascullo desinteresado- mí papá comenzó a decirme así. ¿y porqué te llamas Shadow?.

- porque así me pusieron talvez, no se deja que llamo y averiguo.

- ¿encerio?.

- no menso- lo golpeó Espio en el hombro- es sarcasmo.

- a sí ya sabía yo.

- dejando de lado la torpeza de Cocodrilo- éste lo miró mal- ¿que tienes planeado hacer el fin de semana?.

- nada interesante, sólo mirar televisión o salir con los chicos.

- ¿no quieren ir con nosotros a una fiesta? Será en la casa de una amiga.

- suena perfecto, ¿día y hora?.

- día 3 hora 05:00 p.m

- no Coco, el habla sobre la fiesta.

- o sí em.... ¿qué día era?.

Espio mordió su labio inferior frustrado masajeandose los ojos.

- el 6 a las 08:00 p.m, mañana te paso la dirección.

- fantástico, bueno debo irme adiós.

Salí de la oficina y caminé hasta el patio dónde los rosales crecen fuertes y hermosos cómo todos los días. Saqué mí teléfono y marque al primero de la lista.

#llamanda entrante.

- hola ¿Silver?.

- hey Shad que cuentas tanto tiempo.

- bien todo bien oye ¿te gustaría ir a una fiesta el sábado?.

- una fiesta ¿eh?, genial yo entro.

- fabuloso bueno avísale a los demás qué los tienes hay, ¿de acuerdo?.

- sí no te preocupes yo les digo, suerte.

- igual.

#fin de la llamada.

Despacito y lentamente me recoste sobre el fresco y limpio césped contemplando aún más de cerca las rosas. En éste momento automaticamente mí cerebro hace una pregunta, ¿porqué acepté el trabajo sí todavía no puedo olvidarla?.

Continuará.....

Nota: perdonen el atraso y es capítulo corto.