El Cumpleaños de Andrix

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9 de Mayo.

Andrix estaba emocionada. ¡ERA SU CUMPLEAÑOS! Aunque no podía evitar pensar en su hermanito y sus padres esperándola en casa, en las amigas que Lux y ella habían dejado en México.

Pero esos pensamientos negativos tenían que irse, era su cumpleaños número 15 después de todo.

-Hola.- La saludó Marcus entrando a la sala común de Ravenclaw por detrás de un librero.

-Hola.- Saludó felizmente Andrix.

-Feliz cumpleaños.- Dijo él mientras tomaba su mano y la abrazaba con alegría.

-¡Te acordaste!

-Claro que me acordé. Tu cumpleaños es un día antes del día de las madres y eres mi novia para rematar.

-Es que hay mucha gente olvidadiza en el mundo. Por ejemplo, hay veces que no recuerdo si tengo 15 o 14.

Ambos rieron casi al mismo tiempo.
-¿Andrix?.- Se escuchó la voz de Lux desde los dormitorios.- ¿Marcus? Oh aquí estás, vengo buscándote toda la mañana. Toma.- Lux le entregó una pequeña bolsa a Andrix.- No lo abras hasta después y disfruta. Cuídala bien.

Lux le hizo una seña a Marcus de "Te estoy vigilando". A lo cual Andrix no lograba entender.

-¿A que te refieres...?.- Pero antes de que Andrix terminara la pregunta Lux ya se había ido. En ese instante Andrix recordó que seguía en los brazos de Marcus y se separó sonrojada.

-Entonces...- Dijo Andrix.- ¿Qué vamos a hacer hoy?

-Esa es una pequeña sorpresa pero por ahora vamos a desayunar, ¿te parece?

-¡Claro! Muero de hambre.

En cuanto llegaron al Gran Comedor y abrieron las puertas Andrix casi muere de la felicidad. Todos los alumnos mezclabdo las casas entre sí, sus amigos juntos alrededor de un hermoso pastel de chocolate.

-Jack y Teddy juntos sin querer arrancarse los ojos el uno del otro?

-Ya se disculparon mutuamente, ¿verdad chicos?.- Dijo Lux mientras jalaba sus orejas.

-Claro.- Dijo Jack con una risa nerviosa.

-Todo por ti, Andrix.- Sonrió Teddy tratando de librarse del agarre de Lux... Lo cual no parecía funcionar.

-Sí, todo por ti.- Dijo Marcus sonriendo mientras rodeaba la cintura de Andrix con una mano.

Después de terminar el pastel Andrix y Marcus se escabulleron a un camino que se dirigía hacia el bosque prohibido.

-Marcus...

-Sí?.- Dudó el muchacho.

-Nunca lo he mencionado pero en realidad, le tengo algo de miedo al Bosque Prohibido.

-Pero si eres la persona más valiente que conozco.- Menciono Marcus como si fuera lo más normal del mundo.

-No por eso tonto,- Dijo Andrix casi leyendole el pensamiento.- Es sólo que... Hay arañas enormes ahí...

Andrix se hacía hacia atrás lentamente mientras pensaba en esas horribles criaturas que trataban de comerla.

-No puedo... Me dan miedo incluso las más pequeñas, ¿ahora esperas que me encuentre con unas enormes que buscan matarme?

-Andrix, no hay nada que temer, Aragog y su... Familia murieron hace mucho, ¿Lo olvidas?

-Cierto, en el Misterio del Príncipe. Lo olvidé por completo...¿Cómo es que lo olvidé?

-Porque estabas asustada, pero vamos, que quiero enseñarte algo que encontré.

Llegaron a un claro que parecía completamente desierto, para cuando llegaron ya estaba anocheciendo así que estaba algo oscuro.

-No deberíamos...

-Es tu cumpleaños y te tengo una última sorpresa.

Marcus empezó a dar vueltas por el claro, haciendo piruetas que lo hacían ver ridículo a como normalmente era... Ante las demás personas. Para Andrix, esto era normal. Eso no evitó que se riera mucho ante el baile extraño y las piruetas descoordinadas.
De repente, unas luces comenzaban a emerger del pasto.

-Esas son...

-Luciérnagas.

-Pero brillan más que las normales...

-Sí, de hecho son un híbrido Pixie-luciérnaga. Así que si comienzan a reír cuidado porque pueden quemar.
-Nunca había leído sobre ellas.- Dijo Andrix contemplando el paisaje.

-No las mencionan mucho en libros ya que son algo difíciles de encontrar. Pero aquí están, y supe que te gustarían...

Andrix lo abrazó.

-Gracias...- Su voz empezó a quebrarse y Marcus no entendía muy bien por qué. Todo el día ella estaba felíz y este día había sido uno lleno de luz y belleza.- Por todo.
-Te quiero Andrix.- Dijo dando a entender que había comprendido por qué todo era tan abrumador: No ver a sus padres por casi un año, no estar con sus mejores amigas más que con Lux y encima de todo, tendría que volver a casa para ya no regresar.

-Y yo a tí.- Se besaron muy tierna y lentamente como si no quisieran separarse nunca, y eso era lo que pretendían con ese beso. Detener el tiempo y quedarse ahí para siempre.

Pero no podían hacerlo, debían volver al castillo antes de que oscureciera completamente.
Lux le había hablado de eso anoche.

-Pronto volveremos a casa.

-Lo sé,- Respondió Andrix.

-Sí sabes que no podremos volver ¿cierto?

-¿Por qué estamos hablando de esto un día antes de mi cumpleaños?

-Porque necesito que vayas mentalizandote que esto no podía durar para siempre, y que muy posiblemente no volvamos aquí nunca. Tenemos que estar listas para ello o sino, nos desmoronaremos.

-Tal vez tú lo hagas pero yo no, yo me iré sonriendo como siempre.

-Ese es tu problema Andrix, no puedes guardarte todo. Te sugiero que te despidas de Marcus pronto, yo ya lo hice con Jack.

-¿Pasaron por tanto drama para terminar?

-Trataremos de que funcione. Las relaciones a distancia funcionan en un 1% pero, al menos lo intentaremos hasta que él se gradúe o yo lo haga.

-¿Ese es tu plan? Mantener Larga Distancia.

-No es un plan, es una sugerencia. Yo lo intentaré de esa forma y si funciona, pues bien y si no, seguiré adelante.

-Me rehúso a pensar que McGonagall no nos ayudará en esto...

-McGonagall ya hizo su parte al darnos este intercambio. Eso fue esto, un intercambio. Ahora debemos volver a donde pertenecemos: Ilvermorny El Colegio Americano de Magia y Hechizería.

-Bien, lo consideraré.

Al llegar al pasadizo secreto desde detrás de la casa de Hagrid, Andrix sonrió y besó a Marcus por última vez ese día.

-Gracias.

-De nada.- Marcus sonrió de vuelta.

-No, gracias.- Andrix lo besó en la mejilla.- Por la mejor aventura de mi vida.

Los Nuevos MerodeadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora