Capítulo 13

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-Así que tú eres Bryn , ¿ehh?-dice Adam que se acerca a ella para darle la mano- Me llamo Adam, soy el amigo de Mack. Desde que la conozco siempre habla de ti.
-Cosas buenas- me apresuro a decir dejando escapar una risita.
-¿Y qué intenciones tienes con mi hermana? -dice Bryn como si fuera una madre que acaba de conocer al novio de su hija.
-Las mejores- responde Adam
-Te estaré vigilando- dice Bryn entre cerrando los ojos. Pongo los ojos en blanco.

-Por qué no vas a jugar por allá Bryn. Ahora te alcanzo- le digo a Bryn señalando un tobogán de al otro lado. Ella asiente y echa a correr.

-Nunca pensé que tú hermana fuera tan protectora contigo -dice Adam sentándose en el lugar donde estaba Bryn.
-¿Qué haces aquí? -sonó muy agresivo, así que añadí rápidamente suavizando el tono- No esperaba verte.
-No sé si recuerdas que íbamos a pasar al mercado negro. Pero primero quería salir a tomar un respiro.
Ahora lo recuerdo.
-Sí recuerdo, pero Bryn estaba muy animada hoy y así que la traje aquí-digo mirando en la dirección en la que ella se encuentra jugando.
Ambos guardamos silencio un momento, pero Adam es el primero en hablar.
-Ayer cuando volvimos a trabajar juntos se sintió tan bien-dice- ya había olvidado lo bien que se siente tener a alguien guardándote las espaldas.
-La verdad es que si-digo.

Hace mucho tiempo que no sentía lo que ayer con Adam.
Se me había olvidado lo que era tener una amigo.
No he tenido tiempo para mi, para disfrutar de mi juventud pero no culpo a Bryn, ella es más importa que mis intereses personales.

-Mack, me preguntaba si esta noche querrías ir a un club que está por aquí-dice Adam dirigiéndome la mirada.
-¿Y qué pasa con lo de ir al mercado negro?, espera¿No estaban prohibidos los clubes?-digo.
-Es uno clandestino. Sabes, todavía hay jóvenes que quieren divertirse, pasar un buen rato. Con respecto al mercado podríamos ir otro día.
-¿Y si lo descubren?
-Algunos policías se hacen de la vista gorda. Por lo general los dejan en paz, ya sabes como está la justicia hoy en día-dice y empuja mi rodilla con la suya- entonces, ¿qué dices?

-Decir qué- dice Bryn. No la ví acercase así que hace que me sobresalte.
-Estaba invitando a tu hermana a salir un rato-dice Adam sonriendo.
-Pero no pienso ir- miro a Adam y después a Bryn- Tengo que cuidarte.
-No hace falta que me cuides-dice Bryn poniendo los brazos en la cintura- soy lo suficientemente mayor como para cuidarme. Además, creo que necesitas divertirte un rato. Yo siempre estoy jugando con mis amigos de la escuela y tú te la pasas trabajando- su comentario me toma por sorpresa- necesitas un descanso.
-¿De verdad?-
-Si- responde ella- Siempre puedo acudir a los Thomson si necesito ayuda.
-Gracias-digo y la abrazo.
-Entonces, ¿eso es un si?-pregunta Adam quien por un momento había olvidado que están aquí.
-Si- respondo y Adam sonríe.
-Bien, pasaré por ti a las siete.

Cuando llegamos a casa decido mejorar un poco mi aspecto. Me dejo los jeans y cambio la sudadera negra por una blusa azul marino, y me pongo un poco de brillo labial.
No sé por qué lo he hecho. No soy la típica chica que se arregla, y menos para salir con un chico. Pero la idea de salir con Adam hace que cambie de opinión.

Cuando termino llamo a Bryn a comer y después ella se va a la habitación a leer. Decido hacer lo mismo pero me siento en el sofá de papá.
Cuando era pequeña papá acostumbraba sentarme en sus piernas cuando el leía el diario. Aveces me ponía sus anteojos y yo bromeaba que era su secretaria. A mamá no le gustaba que me los pusiera porque decía que me arruinaría la vista y me los quitaba, pero cuando ella se iba papá me los volvía a poner.
Sinceramente él era mejor que mi madre.

Ya han pasado treinta minutos de las siete y Adam no ha llegado. Tal vez cambió de opinión y decidió no venir, lo entiendo, las personas cercanas a mi suelen irse.
Me levanto del sofá y voy a ver Bryn. Por suerte ella se ha quedado dormida, entro en a la habitación y la cubro con la manta y le doy un suave beso en la frente.
Salgo de la habitación y me dirijo a la habitación de mis padres, me gusta más dormir en su cama que en la mía porque siento que de alguna manera estoy con ellos.
Me quito los zapatos y cuando estoy a punto de acostarme llaman a la puerta.
Vuelvo a ponerme rápidamente los zapatos y corro hasta la entrada, abro la puerta y veo a Adam vestido con jeans, una playera negra, y tenis.
-Creí que no ibas a venir- dije lo más bajo posible para no despertar a Bryn.
—Estuve a punto-dice sonriendo—pero después recordé que saldría con una linda chica y cambie de idea.
Pongo los ojos en blanco y eso le arranca otra sonrisa.

-Estas muy linda hoy-dice acercándose a mi y puedo sentir la calidez que desprende su cuerpo. Se me dificulta respirar pero aún así me obligó a decir.
-Que te parece si nos vamos- trago saliva y él asiente.
-Me parece bien -

Prometo Cuidarte|| [SinEditar] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora