Veo a mamá en el sofá con un libro entre sus manos. Me encuentro parada en la pared de enfrente y al parecer aún no me ha visto. Carraspeo y ella levanta la mirada, se percata de mi existencia, sonríe y extiende los brazos en mi dirección. Avanzo un poco vacilante pero me lanzo decidida a los brazos de mi madre.
Cuando levanto la mirada ella ya no se encuentra conmigo, me encuentro sola otra vez.
¿Qué haces Mack?—dice una voz que es más bien un susurro. No logro identificar de quién es—no ves que él solo te dará problemas. No seas tonta.
Me encuentro en un cuarto oscuro, no puedo ver mis propias manos siquiera. Aquella voz sigue resonando por todo el lugar haciendo un eco casi ensordecedor.
Después de procesar la voz puedo notar de quién es. Es la voz de mi madre. Decidida, fuerte, cálida.
—Regresa a tu vida normal. ¿Cómo es posible que en un par de días tu vida haya cambiado? ¿Desde cuándo dejas a Bryn sola de noche?—intento correr pero mis pies parecen pegados al oscuro suelo y siento como unos brazos inmovilizan los míos y después atan mis piernas. Estoy atrapada. Intento forcejear pero es inútil, solo hago que me aten más fuerte. Me están haciendo daño y comienzo a tener problemas para respirar.
—¡BASTA!— grito con todas mis fuerzas pero es inútil—!POR FAVOR!
—¡¿DESDE CUÁNDO ADAM TE HACE SENTIR DIFERENTE?! —grita la voz.
Me despierto y mi reparación es entrecortada, un sudor frío me recorre el cuerpo. Aún siento la opresión en los brazos y piernas, mi cama está completamente desordenada y siento como algunas lágrimas recorren mi rostro.
Me paso la mano por el cabello e inspecciono la habitación con la mirada.
Sigue algo desordenada pero lo que más me inquieta es que Bryn no está.
Me levanto rápidamente y salgo en dirección a la cocina, no había reparado en que dormí con la misma ropa de anoche.Cuando llego, Bryn y Adam se encuentran sentados a la mesa platicando, no han notado mi presencia.
—Hola—saludo.
Ambos se volteando hacia mi y me sonríen.
—Mack—dice Bryn y una sonrisa ilumina su pequeño rostro—no sabía que él se había quedado a dormir.
—Si—contesto—no te desperté para decírtelo, lo siento.
—Una disculpa de mi parte—dice Adam—debí haberme ido a casa.
—Te quedaste dormido y creí que era mejor dejarte así—digo a Adam.
—Pero fue descortés de mi parte.
—Está bien—digo—Y de qué estaban hablando.
—Adam me contaba lo que les sucedió anoche—dice Bryn—Debió de haber sido divertido.
Volteo a verla algo desconcertada y furiosa.
—O no—dice.
—Bien—digo hacia Adam—desayunaré algo y después me iré al trabajo.—Estaba pensando—dice Adam—que hoy podríamos trabajar juntos.
Sé a lo que se refiere.
—No lo sé—digo. Recuerdo las palabras de mi madre en mi sueño.—Trabajo hasta tarde hoy.
—¿Trabajar juntos?—dice Bryn. Adam y yo volteamos a verla.
—Son viejos asuntos entre ella y yo—dice Adam señalandome—Eres muy pequeña para comprender.
—No lo soy.—dice Bryn frunciendo el ceño. Me recuerda tanto a mi madre.
—Lo eres. Tengo que ir a trabajar—contesto.
—Te acompaño—dice Adam.
—No es necesario.
—Me dejaste dormir en tu casa, es lo menos que puedo hacer—.
—Bien. Iré a cambiarme y nos vamos.
—¿No vas a desayunar?— pregunta Bryn.
—Cambie de idea. Comeré algo más tarde.
—Pero tienes que comer Mack— interviene Adam.
—Tiene razón— Bryn lo apoya.Me doy cuenta de que estaba conteniendo la respiración y exhalo.
—El caso es—digo lo más relajada posible— que la comida es insuficiente para todos.
—No te preocupes por mi—dice Adam en un tono comprensivo.—No quiero seguir dando problemas. Desayuna con tu hermana, yo te esperaré afuera, ¿de acuerdo?
—Si—respondo. ¿por qué no puedes ser desagradable?.
—Esta bien.Bryn y yo desayunamos la comida enlatada que sobra y después regreso a la habitación y cambio la blusa por un suéter de algodón negro, un pants y unos viejos tenis azules. Hoy está haciendo frío en el exterior, seguramente mañana hará calor.
Entro al cuarto de baño y me miro al espejo. En vez de ver aquella chica de mejillas sonrosadas me encuentro con otra persona totalmente diferente.La persona que tengo frente a mi tiene pronunciadas ojeras y se le marcan demasiado los pómulos. Lo ojos han perdido su brillo y el cabello esta opaco. Veo como esa persona intenta arreglarse un poco el cabello hasta dejarlo presentable y se aplica un poco de maquillaje bajo los ojos para disimular las ojeras, pero tendrá que hacer un mayor esfuerzo.
Tengo que hacer un mayor esfuerzo.Demasiado espejo por hoy.
Encuentro a Adam recargado en el marco de la puerta, parece que mira hacia el infinito y se ve tan relajado. Los golpes en la cara casi no se notan y tiene el cabello revoloteando por su rostro a causa del viento.
Sin duda aquel chico débil y de pésimo aspecto se quebró para dejar ver a un nuevo y maravilloso ser.Carraspeo, él parece despertar de su sueño, voltea a verme y sonríe.
—No sabía que te gustaba apreciar cosas tan superficiales como las nubes—digo, aunque la verdad no se alcanzan a distinguir ya que el cielo esta parcialmente nublado.
—Estaba pensando—dice haciéndose a un lado para que pueda salir—en que nada de lo de anoche hubiera pasado sí no fuera tan tonto como para no haber pensado en que ese tipo de cosas podría pasar en un lugar así.
Frunce el ceño dejando a un lado la expresión relajada de su rostro.
—No fue culpa tuya—digo algo agresiva, así que intento suavizar mi tono—Fue de Luke y sus amigos.
—Si—dice acercándose más a mi. Esta tan cerca que puedo sentir su aliento. Su tono es insistente y su voz se hizo más grave—pero no dejo pensar en que si te hubiera pasado algo no me lo perdonaría.
Siento como las rodillas me comienzan a flaquear y mis mejillas comienzan a arden mientras un rubor se extiende notablemente por mi rostro. Bajo la mirada a mis manos intentando disimularlo.
—Pero no pasó. —consigo decir—Creo que deberíamos irnos ya, no quiero llegar tarde al trabajo.
—Tienes razón, Mack. Deberíamos irnos. —su voz es como el suave revoloteo de las alas de una mariposa que acaricia mi piel con cada letra, con cada sonido—Pero creo que debería devolverte esto.Levanto la mirada con timidez y miro confundida como acerca sus labios a mi mejilla.
Solo un leve roce bastó para que mi cuerpo se llenara de calor hasta sentir que me incendiada y casi poder quemar todo a mi alrededor.
Solo un leve roce bastó para sentir por primera vez que estaba viva.
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Prometo Cuidarte|| [SinEditar]
Teen FictionEn un mundo al borde de la destrucción, Mack quedó a cargo de su hermana después de lauerte de sus padres.