Capítulo 17 • Pasaporte

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Me rindo y dejo de buscar el pasaporte, lo he perdido. ¿Cómo lo he podido perder? Siempre lo tenía en mi bolso. ¿Qué voy a hacer ahora? Tengo que volver a Madrid o perderé mi trabajo, joder... pero sin el pasaporte no puedo.

—¿Qué hacemos?-pregunta Camila algo alterada.
—Tu volver. Yo me las apañaré... de alguna forma. Pediré que hagan otro pasaporte y que lo manden o algo, no lo sé.
—No. No vuelvo. No te voy a dejar sola, Abril.
—Camila tú todavía tienes clases, haber perdido una semana ya es mucho.
—Eso a mí me da igual.
—Si pero a tus padres no les dará igual.-le respondo al borde de un ataque de nervios.—No voy a dejar que pierdas más clase.

Tras un momento de silencio incómodo ella vuelve a hablar.

—¿Seguro que no está?
—¡NO!
—Perdón, perdón, lo digo porque cuando pierdes los nervios no se busca bien, me pasó una vez, pensé que había perdido el móvil y busque por toda la mochila nerviosa, no lo encontraba y mi compañera me cogió la mochila y se puso a buscar ella, enseguida lo encontró.-aclara ella tranquila.
—Joder pues busca tu.-digo dándole una pequeña patada a la maleta y sentándome en el suelo con los brazos cruzados.

Se pone a buscar. Abre los bolsillos, tranquila, los vuelve a cerrar. Coge la ropa poco a poco, buscando entre ella, al fondo de la maleta, en el bolsillo trasero, nada. Suspira fuertemente y cierra la maleta.

—No te quiero dejar sola Abril.-dice levantándose y poniendo recta la maleta.—puedo llamar a mi madre desde una de las cabinas de aquí para hablar con ella para...
—Si quieres...-la interrumpo—Pero ya te he dicho yo que no puedes perder tantas clases, a saber cuando recupero el pasaporte.

Me levanto y sigo a Camila hasta una cabina que había en el aeropuerto.

—No te gastes el dinero para una respuesta que ya sabemos.
—Quiero preguntarle.
—Vale.-levanto las manos a modo de rendición.

*Ding Ding ding* les comunicamos que la puerta de embarque 9C con destino a Madrid ya está abierta.

—Date prisa Camii.-me rasco la nuca nerviosa, no debe perder el avión.
—Toma habla tu.-me tiende el teléfono.
—No, no, es tu madre, habla tu.-escucho un '¿Si?' y me pongo el teléfono a la oreja.—Hola soy Abril, llamamos para decirle que...Si, si ya estamos en el aeropuerto pero... yo he perdido el pasaporte y que Camila volverá sola, nuestro avión sale ya...
—¿Qué?¡No, espera!-me quita el teléfono de las manos y se pone el auricular sobre la oreja. —Mama, Abril se va a quedar sola aquí.

Se queda callada mirando al suelo escuchando atentamente a su madre.

—Pero... si... no mamá... vamos... Es que... uf... no quiero que esté sola...¡vale!-cuelga el teléfono de un golpe.
—Te lo dije.-me encojo de hombros.—Anda date prisa y ves antes de que cierren la puerta o algo.-digo abrazándola.

Me abraza también.

—Mándame un mensaje cuando llegues.
—Vale.-dice ella triste.
—Adiós.-sonrío para que no se preocupe, que estaré bien.
—Adiós.-me sonríe.

Salgo fuera y me quedo sentada en un banco de la entrada. ¿Ahora que hago?

•Johnson•

—Yo de ti me daría prisa, el avión sale a las ocho...-me advierte G.
—Joder bro... Nos vemos luego.-digo levantándome rápidamente del sofá.
—Nos vemos, suerte.-le oigo decir justo antes de que cierre la puerta.

Me subo al coche y enseguida lo arranco y me encamino hacia el aeropuerto. ¿Por qué me puse así? Ugh. Soy un estúpido, ahora se va, y no le he dado un último beso. Debí dejar que se explicara, porque tengo que ser tan cabezota.

Cuando pienso que voy a llegar rápido veo una larga fila de coches que me obliga a detenerme. ¡Mierda! Le doy un golpe al volante por frustración haciendo que el claxon suene y el coche de mi lado me saque el dedo. Me paso una mano por el pelo suspirando.

Parece que pasan largos minutos hasta que el semáforo se pone de nuevo en verde y voy todo lo rápido que puedo aunque sin pasarme, lo último que quiero es tener un accidente.
Llego y encuentro parking lo más cerca que he podido, salgo corriendo, no voy a llegar, joder, ya estará en el avión, miro mi reloj, las ocho en punto. Ya está. No la veré. Entro en el edificio y miro la pantalla donde ponen los vuelos. Busco la palabra Madrid entre todas las letras y puedo leer 'despegando'. No no no mierda. Ahogo un grito de frustración y salgo quedándome parado en la puerta, pasándome la mano por el pelo frustrado. No la volveré a ver.

—¿Johnson?

El Viaje De Mis Sueños » Jack J Donde viven las historias. Descúbrelo ahora