Capítulo 29.

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Los primeros días en Arkadia hasta que el ejército de Lexa se planificó de manera que todo el campamento estuviese a salvo fueron complicados. Los habitantes de Arkadia estaban confusos, deseaban respuestas y Kane no daba a basto. Cuando alguien perdía la calma o entraba en pánico, él corría a tranquilizarle. Por suerte, Azgeda no había dado señales aun, pero ciertamente, ninguno en Arkadia sabía con seguridad si aquello era o no una buena señal. Lexa aun no había aparecido, por lo que Indra les había dicho, hasta ayer, no había tenido la oportunidad de salir de Polis, por lo que en seguida pensaron en que quizás, las noticias que le tendría que haber llevado el espía asentado en Azgeda, habían tardado más de la cuenta, lo que inmediatamente, creó un ambiente de impaciencia total. Todos deseaban que la Comandante llegase para informar sobre lo sucedido o sobre lo que sucedería a continuación. Los planes dependían de la noticia llevada por parte del espía a Polis.

Clarke, por su parte, tenía el doble de impaciencia. Tras pasar los primeros días lejos de Lexa, el sentimiento de necesitarla a su lado se hacía mayor. Necesitaba sentirse segura, saber que estaba ahí para decirle que todo iba a salir bien. Desgraciadamente, no tenía tiempo ni para pensar sobre eso. Ella, junto con su madre y Raven se encargaba de poner en orden Arkadia, intentar solucionar las dudas y calmar a los suyos, intentar crear en ellos una mínimo de paciencia hasta que la Comandante llegase, pero con el paso de los días y de las horas, la impaciencia era algo incontrolable entre ellos.

Esa noche, Clarke había decidido tomarse un respiro. Se sentó fuera, junto a Raven, justo en frente de una de las hogueras que habían construido los terrestres. Desde que regresó a Arkadia, Clarke siempre salía de su campamento para esperar a Lexa en el asentamiento de su ejército justo a las afueras del lugar en el que vivían los suyos. Por suerte, casi todas las noches que decidía hacer eso, Raven la acompañaba. Su amistad se había fortificado desde que la Comandante le salvó la vida, desde que se entregó a cambio de los suyos, desde que le demostró a la mecánica que no era una asesina, que era alguien noble, con algo de corazón quizás. Ciertamente, Raven también esperaba la llegada de Lexa para poder agradecerle personalmente lo que había hecho por ella y por los suyos.

- Volverá- aseguró Raven, que contempló la mirada perdida de su amiga. No sabía con exactitud que le estaba pasando por la cabeza, pero sabía que no era nada bueno.

Clarke apartó la vista de la hoguera y miró a su amiga, a la que sonrió de una manera lo más decente que pudo.

- No lo sé- se encogió de hombros y volvió a mirar al frente. - A veces pienso que nos ha engañado. Que se ha enviado a ella misma y al resto de su ejército a la batalla y que nos ha dejado aquí, que me ha dejado aquí, protegida por los suyos.

Raven reflexionó ante esa idea. Después de todo lo que había pasado, sabía hasta dónde podía llegar Lexa para proteger a Clarke y a su gente, pero no se imaginaba a la Comandante faltando a su palabra. Si le había asegurado a su amiga que volvería a Arkadia para poner todo en orden, para informar y para decidir que pasaría, entonces, es que volvería. Pero apenas tenía la cabeza en su sitio como para poder animar a Clarke. La situación con Octavia se había enfriado desde que ésta le había asegurado que en el momento en el que tuvieron de sexo, fue sólo eso, un polvo. Desde entonces, había decidido no dirigirle la palabra a la morena. Había herido sus sentimientos sin darse cuenta, y eso era lo peor, que ni siquiera había prestado la suficiente atención cómo para fijarse en que Raven llevaba mucho tiempo sintiendo algo por ella. Por suerte, se ahorraba ver cómo Octavia era feliz con Lincoln ya que a veces, hasta a la propia mecánica le daba la sensación de que su relación con él se estaba enfriando también. Pero quizás, eran cosas suyas, cosas de sus sentimientos, cosas que la engañaban profundamente para no aceptar la realidad.

May we meet again. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora