El Nuevo Amanecer Z

Capitulo 4

Pov. April:

—No te muevas... O saldrás lastimada.— Dijo la chica con miedo.

Me quede quieta en él suelo, la chica tenia una pistola y temblaba al apuntarme.

—Tranquila... Tranquila. — Dije en voz baja.

Trate de levantarme.

—¡He dicho que no te muevas!— Grito.

Me quede tiesa ante su reacción. Desplace mi mano por él suelo y agarre la metralleta que tenia colgada. La chica se asusto y disparo de golpe dándome en él brazo, ella callo al suelo por la fuerza del calibre.

Mientras tanto yo, me quejaba de dolor, sentía un ardor horrible, pose mi mano arriba de la herida para detener un poco él sangrado.

Me levante con dificultad, y me pare aun lado de ella.

—¡No te muevas o dispararé de nuevo!— Grito con miedo.

Era un dolor inmenso él que recorría mi cuerpo, nunca en mi vida me habían disparado, me arrodille pues tenia la vista borrosa y me desmaye.

Flashback.

—¡April!— Gritaba Scott.

—¡Scott!— Gritaba desesperada.

No encontraba a Scott. Yo sabia que esto era otro de mis sueños.

Todo se torno oscuro y no se oía ningún sonido. De pronto a lo lejos se veía una luz, que siempre seguí, pero nunca pude llegar.

Fin de Flashback.

Desperté desorientada y con la vista borrosa, me senté en la cama y mire mi brazo, estaba totalmente vendado. Me levante de la cama, ya no tenia mis armas.

—Despertaste.— Dice la castaña.

La mire extraña y camino hacia mi.

—Soy Cassie Miller. — Dice extendiendo su mano.

—April Mcgregor.— Dije ignorándola.

—Siento él haberte disparado... No soy buena manejando armas.— Dice Cassie.

La mire y ella me miro a mi. A decir verdad si Scott la hubiera visto se hubiera enamorado de ella.

Me amarre las agujetas de mis Converse negras, agarre mi mochila junto con mi metralleta y me dirigí a la puerta.

—Gracias por todo, ya me voy.— Dije y abrí la puerta.

—Espera.— Dijo Cassie.

Camino rápidamente hacia mi.

—Quiero ir contigo.— Dijo y metió su pistola entre su pantalón.

Asentí y bajamos del edificio, tome mi metralleta entre mis manos. Caminamos por las calles abandonadas.

—¿Has matado a alguna de esas cosas?— Pregunto Cassie.

—Si.— Dije, recordando como mate a papa. —¿Y tu?— Añadí.