capitulo 4

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*Simón*

Afortunadamente caí sobre el pasto y no me lastimé, fue un momento de mucha adrenalina.
Camino el jardín y sin darme cuenta tarareo los versos que antes escuché:

Daydreamer
With eyes that make you melt
He lends his coat for shelter
Because he's there for you
When he shouldn't be🎶

Permanece en mí mente, no puedo evitar tararear y tararear, me provoca una sensación de tranquilidad.
Llegó a mi habitación y me dispongo a no salir en lo que queda del día.

*Adele*

Traté de esperar despierta a Alex, pero después de una tarde en la tina, el sueño me venció.
Ahora que despierto ya no está, ya es una rutina, vivimos sin vivir, amamos con palabras y no con hechos.
Me levanto dispuesta a tener un buen día.

*******
- Maria le dices por favor al señor konecki que lo esperó en la sala.
- claro señora, enseguida le informo.- Maria camina a través del pasillo. A los pocos minutos veo al señor konecki caminar hacia mi.
- buenos días señora Adkins.
- buenos días señor konecki. - siento el rostro caliente y soy incapaz de mirarlo a los ojos. siento vergüenza al recordar su cuerpo...desnudo. - Lo mande a llamar porque hoy voy a salir, bueno vamos a salir, a comprarnos ropa.
- ¿comprarnos?- dice bastante sorprendido.
- si, comprarnos. Prefiero llevarlo a comprar ropa a que regrese a su casa, no quiero correr el riesgo de que no vuelva. - se ríe fuertemente.
- ¡ay señora Adkins! - continúa riendo. Y yo me sumo a el con una risa tranquila, más de nervios que de cualquier otra cosas.
Adopta un semblante serio y hace contacto visual conmigo - yo le di mi palabra y no voy a dejarla - sus palabras hacen que un frío recorra mi columna vertebral.
- bueno alistese que salimos en 15 minutos.
Me levanto y me dirijo a mi cuarto a terminar de arreglarme.

******
Bajamos del auto y comienzo a sentirme nerviosa desde lo sucedido en Hacienda, no puedo salir a la calle sin sentir miedo, un miedo tan profundo que pone mi cuerpo a temblar.
El bolso cae al suelo y Simón corre a tomarlo. - lo lamento, estoy muy inquieta- me extiende el bolso, cuando lo tomo nuestras manos se rozan y siento una corriente eléctrica en todo mi cuerpo. levanto la vista y noto que está nervioso, su mirada es indescifrable. - descuide, es comprensible.- dice mirando sobre mi hombro.

Hemos recorrido todo el centro comercial y no compramos nada. Por un momento había olvidado mis miedos. Pero no se, me siento rara, como si me observarán, el cuerpo me pesa, siento una languidez que me impulsa a sentarme. Miró a todos lados como paranoica.
Simón me toca el hombro y doy un salto leve - señora yo la noto muy nerviosa, ¿no prefiero que dejemos esto y nos vayamos a casa?
-no, no. Yo tengo que seguir con mi vida. Mire ahí, vamos a encontrar lo que necesitamos. - digo señalando un almacén que ya habíamos visto muchas veces.

Entramos y le indicó a Simón que escoja lo que quiera.
Después de insistir mucho, por fin accede a probarse algo de ropa.
- ¿le gustan las corbatas señor konecki? - preguntó a través de la puerta del vestidor. - la verdad no mucho, cuando empecé a usarlas sentía que me ahogaba, y ahora creo que voy a sentirme igual, hace mucho que no las uso.- nos reímos y siento como la atención abandona mi cuerpo.
- descuide conmigo no tendrá que usar corbata muy seguido. Lo dejo para que se siga probando la ropa.

Recorro la tienda en busca de algo para Alex.
De repente siento algo punzante en mi espalda y un hombre se acerca y me conduce fuera de la tienda. - si grita se muere - susurra en mi oído. aunque me resisto, no puedo evitar que me saqué.
Caminamos el centro comercial en dirección al aparcamiento, en el trayecto trató de gritar con la mirada, con desesperación quiero que alguien me vea. logró hacer contacto visual con una mujer y me vuelvo en los brazo del hombre, cuando otro me toma del brazo y me muestra un arma guardada en su chaqueta. Todo pasa tan rápido y se siente tan lento, es como caer en cámara el lenta con la certeza de que no hay suelo que amortigüe la caída.
Veo que un auto se acerca, los hombres me empujan uno entra al auto e intenta jalarme. Sin pensarlo cierro la puerta, machucando los dedos del hombre, haciendo que grita de dolor, golpeo la entrepierna del que permanece a fuera y corro, corro sin mirar atrás. De repente escucho el ruido de un disparo. Siento nauceas y un profundo dolor en mi pecho.
Sigo corriendo y me oculto entre los autos, todo el lugar se sumerge en el ruido estridente de las alarmas de los autos.

Sweetest Devotion.❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora