*Adele*
No estoy nada segura de lo que hacemos, no hay nada de razón en el amor.
- Adele ¿prefieres tintó o blanco? - Simón me habla desde la cocina, insistió en hacer la cena.
-¿que me recomiendas amor? - yo estoy sentada hablando por Skype con laura.
-¿amor? - dice Laura entre risas.
- calla de una vez laura. - le indicó que haga silencio para escuchar a Simón.
- no creo que exista mejor licor que mis besos, pero creo que el vino blanco estará bien. - Simón sale da la cocina y se topa con laura viéndolo.
- no discuto en absoluto lo que dices. - laura y yo estamos muertas de la risa. Simón esta demasiado, apenado.
- Adele portate mal, Comete ese bizcocho. Que está como quiere.
Fulminó a Laura con la mirada.
- ya yo me comí el mio. - dice simon coqueto. Ahora son ellos los que ríen y yo la que está roja como el carmesí.
- basta Laura. cuidate, saluda a Daniel.
- si, dile que llame. - dice simon.
- ¿que? ¿se conocen?
- hay tanto que no sabes delly querida, ya nos pondremos al día. laura se ríe y Simón con ella, me siento tonta. -Cuidala Simón cuando regresé tu y yo tendremos una larga conversación. - le guiña el ojo a Simón.
- te amo delly. - me lanza un beso. La pantalla se oscurece y veo el reflejo de Simón, muerde su labio inferior. Nunca antes había sentido, pasión, amor, deseo y ternura por una misma persona.
- te estoy esperando Simón konecki... empieza a hablar.
- ¿que? ¿sobre que?
- no te hagas el tonto, tengo muchas formas para hacerte confesar. - me pongo de pie.
- no me digas...
- ¿no me crees? - es un reto para mi.
- uhmmm no. - me lanzo a él y me cuelgo de su cuello. Obligándolo a cargarme, mis piernas rodean su cintura y sus manos presionan mi trasero. le doy besos en el cuello, en todo su rostro.
- ¿que tienes ahí? - toca mi cuello.
- anoche estuve con un vampiro.
-¿muy malo? - pregunta divertido.
- terriblemente malo. - clavo mis dientes en su cuello. Haciéndolo gritar.
- adele no juegues conmigo.
- confiesa. - depósito suaves besos donde antes clave mis dientes.
- te amo, te amo. - camina conmigo hasta la cocina. Me sienta en el mesón. -¿tienes hambre?
-creo que si. ¿no me dirás? - se aleja, camina hasta el comedor.
Lo sigo.- ¿que pasa Simón? - da la vuelta para irse, pero yo lo intersecto.
- no es nada amor. Es que no se...me preocupa que te enojes.
- me voy a enojar si no me lo dices. ¿no confías en mí?
- ¡ya! está bien. - me envuelve en sus brazos.
- es que... daniel y yo somos amigos. El trabaja para mi padre y bueno... el sabe todo de nosotros.
- ¿todo? - preguntó apenada.
- bueno, el fue de gran apoyo.
- no puedo creer, que pienses que eso podría enojarme.
- es que me siento mal ocultándote las cosas y bueno era algo que no sabías.
- Simón hay tanto que no sabemos el uno del otro aún. Pero ya habrá tiempo. - me da un suave beso en la frente. - tengo un hambre feroz. - ríe sonoramente.
- ve a laverte las manos ya voy a servir.
