Y una vez más otro golpe. Anhelas que sea el último, crees que no podrás soportar el próximo. Que flaquearás y caerás a plomo, haciendo temblar el suelo, que será el único que se quedará contigo.
Todos tus pensamientos retumban en tu cabeza y bailan descontrolados tras el impacto. Duele, claro que duele, quizás menos que al principio pero no, no es fuerza, es hábito. Nadie debería verlo así, nadie lo merece.
Respiras y te levantas, qué hacer si no? El camino sigue, ver la vida desde el suelo no es una opción.
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Un pedazo de mi
RandomEsto no es una historia, ni poesía, ni relatos breves... Soy yo escribiendo todo que siento y no me atrevo a pronunciar.