Amando versos hasta la muerte.

Pequeño capullo

Como un capullo a punto de romperse,

Así era la coraza de aquel ser que parecía inerte...

¿Qué pasaría? ¿Qué es lo que parece?

¿Cómo cambaría el mundo, aquel ser, a mis ojos inexistentes?

Como piedra hundida en la arena de la playa,

con cada roce de su existencia se iba deteriorando su coraza,

¿Será que cambiará? ¿Hará el acto de ser recíproco y cambiar?

Y si el viento le llevase en la corriente de aire ese ser sería un fiel prisionero,

como si dejase que el tiempo,

su vida y su antigua humanidad escapasen lejos...

"¿Qué harás?"

Especulaba mi mente en un irritante tamborileo,

Haré que sienta libertad como un pájaro, que destroce su muralla-y no la de china- para que avance,

conmigo, que sienta que es ser mariposa, y salir de su capullo.

Haré que su vida recobre sentido y el sentido será aquel que daremos juntos,

ese juntos que jamás fue un "tú, yo" fue siempre nosotros.

Derrumbado entre las cenizas no volvió a nacer,

¿Cómo moriría alguien que le fue prohibido vivir la muerte a flor de piel?

Muere sin sentir la vida, a la cual permaneció atado a su favor como si viviera un suicidio,

somos esos seres que buscan lo perfecto en una vida careciente de sentido.

Amantes de la necedad, enamorados de la ira y jugando con la sinceridad argumentamos inocencia...

capullo ¿Por qué te quiebras? ¿Por qué ya no aguantas más?...

te desvaneces y más ajena me es tu presencia.

Por eso, buscamos refugio en falsas mentiras,

y ahuyentamos las crudas verdades,

¿Volverás? ¿Esperaré?

Preguntas ajenas a mi corta mente,

que ni con la poca gota de esperanza, sabré resolver.

Pequeño capullo, aguanta un poco más...

que cuando salgas serás liberada de mis manos a un mundo desconocido,

serás liberada para ser esclava del amor.