¡Todos a babor!
musitaba mi corazón viendo su entorno.
¡Rápido, que se marcha rumbo al mar!
recobrando su último aliento para quien quisiera subir,
a esta embarcación de velas rasgadas y mástil podrido.
¡Suban el ancla!¡Nos marchamos!
sólo yo, mi corazón y mi pobre navío.
Pobre de los bienaventurados que quisieran tomar el riesgo de emprender este viaje.
Lleno de peligros, sonrisas, caricias y finales sin despedida.
Hubieron algunos que subieron, se atrevieron a buscar la recompensa,
pero sabrá quién si regresarán.
La resignación es algo que abunda en esta pobre tripulación de dos.
Frío viento, mojado océano.
"¡Yo quiero emprender el viaje!"
Y así comenzó otra historia de amoríos y navíos.

ESTÁS LEYENDO
Amando versos hasta la muerte.
PoetryEs hermoso enamorarse de las palabras del alma, esas que transitan por nuestra mente desapercibidas. Es hermoso escribir dichas palabras del alma, recobran vida al ser trazadas. ¡Que vivan los versos! ¡Que viva la inefabilidad! Que viva tu encanto...