"Te ayudaré" Capitulo 3.

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Había pasado una semana desde la terrible noticia. Clara ya no era la misma chica feliz y divertida que siempre fué, y eso me ponía muy mal. El sábado pasado no fuí a presentarme a la última función porque no quería hacerlo sin ella, todos me dicen que soy una tonta por haberlo hecho, pero para mi estuvo bien. Clara y yo llegamos hasta ese lugar juntas y si íba a ganar algo lo ibamos a hacer juntas. 

Llegué una tarde a mi casa de la escuela y tenía que ir a clases de ballet. Recordé que Clara no iba a estar allí. Y por un segundo pensé en no ir, ya no tenía sentido. Necesitaba verla bailar, reír, divertirse. Así que no fui. Fui a su casa a hacerle compañía y a darle fuerzas para que pueda levantarse de esa silla. 

-Clara! Puedes abrir?-Dije fijándome en el oscuro color de la puerta de su habitación.

Ella abrió la puerta como pudo y volteó a secarse la cara. Corrí a abrazarla, necesitaba hacerlo, ya no podía seguirla viendo tan triste. Quisiera decir que la entiendo, pero es claro que no. 

-Marie, que sucederá si no vuelvo a caminar jamás?-Dijo ocultando su rostro en mis hombros.

-Lo harás, volverás a caminar y a bailar.

Quisiera que mis palabras se hagan realidad y dejar de verla sufrir. 

A mi madre se le ocurrió llevarnos a comer a un restaurante a las tres, para que Clara se olvidara por unos segundos de lo que estaba pasando. Estábamos en el auto de mi madre y Clara estaba junto a mí, mirando hacia la ventana, se notaban sus ganas de llorar, su tristeza, sus ojos llorosos y no hice más que tomarle la mano y decirle que todo estaría bien.

-Lo prometes? Prometes que todo estará bien y que volveré a caminar?-Dijo clavándome la mirada en la mía.

No quería prometerle nada porque si no la ilusionaría y yo no sabía que podía pasar. Así que me callé y no contesté nada, y cambié de tema.

-Qué comeremos mamá?

-No lo se, pidan lo que quieran. 

Mi distracción funcionó, pero Clara no era tonta, y en algún momento me pediría una respuesta. La comida estuvo bien, pero fue muy incomodo todo. Clara no dijo ni palabra, solo hablaba mi madre y yo. Ella no participaba en ninguna charla y eso me preocupaba. Yo conocía muy bien a Clara y cuando no hablaba era porque tramaba algo, y en su estado, lo que sea que estuviera tramando sabía que no era bueno. 

-Mamá-Dije susurrándole.-Tengo miedo.

-Por qué?

-Clara está tramando algo, y temo que no sea bueno. Dile a su madre que la vigile bien, por favor.

Y así fue. La vigilaban día y noche pero había un momento en el día, en el que Clara se quedaba sola, y era el momento que más me preocupaba. 

Pasaron tres meses y Clara estaba cada vez más extraña, no quería salir, ni hablar, solo quería estar sola en su casa y ya no me hablaba como solía hacerlo. Me trataba un poco mal. Yo trataba de no darle importancia porque sería por su estado, pero un día su forma de tratarme me colmó un poco la paciencia, y no pude no darle importancia.

-Crees que yo vuelva a caminar?-Dijo casi gritando.

-No lo se Clara...

-Dímelo! Piensas que no volveré a caminar jamás verdad? Qué clase de amiga eres? 

-Espera! Yo no dije eso nunca, simplemente no quiero hacer promesas.

-Porque sabes que no caminaré!-Dijo gritando fuerte.

-Clara termina de gritarme! Yo no tengo la culpa de tu accidente, no trates de desquitarte conmigo.

-Es todo tu culpa Marie, tu quisiste que hiciera clases contigo. Y tomé ese bus y chocó, por tu culpa!

Solo quiero seguir tus pasos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora