Capítulo 8 (Maratón)

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A la mañana siguiente me desperté gracias a Tim, el perro de uno de mis vecinos

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A la mañana siguiente me desperté gracias a Tim, el perro de uno de mis vecinos. Ya no podría volver a dormirme con esos ladridos y además eran pasada las diez de la mañana. Me levanté y fui al baño a hacer mis necesidades, me cepillé los dientes y me di una larga ducha. Para el desayuno me hice un café y comí unas galletitas dulces. Mientras desayunaba me puse a pensar en el hermoso chico con el que había estado hablando hasta altas horas de la madrugada. Pensaba en sus hermosos ojos celestes, su pequeña nariz, sus carnosos labios; estos últimos me trajeron el recuerdo del beso. Cuando me di cuenta hasta donde llegaban mis pensamientos, encendí el televisor para distraerme un poco. Y lo logré.

Eran aproximadamente las tres de la tarde y debía pasar a buscar a Matt. Mientras me preparaba, sonó el timbre. Bajé corriendo a abrir la puerta y al hacerlo me llevé una gran sorpresa.

-Andy ¿Qué estás haciendo aquí?- Pregunté tratando de respirar, ya que había bajado demasiado apurada.

-Veo que no me esperabas.- Dijo él pícaro.

-No. ¿Ayer quedamos en que vendrías?- Pregunté un poco confundida.

-No, Maggie. Solo quise darte una sorpresa. ¿Pasa algo? ¿Estás ocupada?

-Sí, bueno estoy de salida.

-Oh, lo lamento. ¿Ibas al supermercado o algo así?- Preguntó curioso. Ya me había dado cuenta que era demasiado curioso, tanto como un niño pequeño.

-No. Iba en busca de Matt. Debo pasar por él al aeropuerto.

-Oh, está bien. Entonces nos vemos después.- Se despidió algo decepcionado. Iba a arrepentirme de esto, pero tenía que hacerlo, solo por cortesía.

-Andy, espera.- Lo llamé.

-¿Qué sucede?- Preguntó dandose la vuelta.

-¿Te gustaría acompañarme?

-No, no quiero incomodar.- Dijo él algo apenado.

-No molestas, Andy. Ya somos amigos ¿no?

-Claro que sí.- Dijo él feliz.- Ven, vamos en mi auto.

-No, no es necesario.

-Vamos, no me gustaría ir del lado del acompañante. -Dijo poniendo una carita como la del gato con botas y no pude resistirme.- Por favor.

-Está bien, está bien. Vamos. Se nos hará tarde.

-Mejor.- Susurró él.

-¿Cómo? ¿Dijiste algo?- Pregunté, no había oído bien lo qué había dicho.

-No, nada. Solo que subas al auto.- Dijo él nervioso.

El aeropuerto estaba más o menos a media hora de mi departamento, pero hoy había mucho tránsito. Espero poder llegar a tiempo.

Media hora después nos encontrábamos en el aeropuerto, mirando a las demás personas esperando a sus familiares, por suerte habíamos llegado a tiempo.

Logré distinguir a Matt entre todas esas personas. Corrí a su encuentro, dejando solo a Andy.

-¡Maggie, amor!- Me dijo él, apenas me vio. -Te he extrañado demasiado.- Confesó.

-También yo, amor.- Dije.- Ven, quiero presentarte a alguien.- Dije yo nerviosa.

Caminamos hacia donde había dejado a Andy, pero este no ya no estaba solo, hablaba muy entretenidamente con una chica de ojos claros. Lo admito, verlos tan felices me revolvió el estómago. No, no eran celos. Yo no soy celosa y mucho menos los sentiría por un amigo. Al llegar allí, Andy nos miró a los dos y luego bajó su mirada a nuestras manos entrelazadas.

-Hola.- Dijo Matt.- Soy Mattew Sparks.- Se presentó.

-Un gusto. Andrew Biersack.

-¿Andy? ¿Tú eres el tan famoso Andy?- Preguntó Matt, mirándome a mí y luego nuevamente a Andy.

-Veo que Maggie te ha hablado de mí.- Andy me miró y sonrió.

-Sí, ella siempre me cuenta todo. ¿No, amor?- Dijo Matt, a la vez que me pasaba uno de sus brazos por sobre el cuello.

-Sí. Supongo.- Dije yo.

-Bueno, ella es Juliet, una vieja amiga.- Dijo Andy, presentando a la chica que, ahora lo acompañaba.

-¡Hola!- Dijo ella.- Soy Juliet Simms. Un gusto conocerlos. Adiós, debo irme.- Se despidió.- Andy, tú me llamas ¿Está bien?- Le dijo juguetonamente.

-Sí, lo prometo. Adiós, preciosa. - Le dio un beso en la mejilla y ella se fue de allí.

Cuando escuché a Andy decirle "preciosa" me hirvió la sangre. Esto no es normal. No, no lo es.

Matt y Andy iban hablando de no sé qué cosa, mientras yo iba sumida en mis pensamientos. "¡¿Quién mierda era ella?!  ¿Por qué quería que él la llame? Está bien, tal vez estaba siendo un poco paranóica, pero... ¡Agh! Sentía odio por mis venas al pensar en ellos dos como algo más que "viejos amigos".

-¡Maggie, Maggie! Hey, nena. ¿Qué sucede?- Preguntó Matt.

-¿Eh? Nada, nada. Solo pensaba.

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¡Hola! Ya la sigo. Gracias por leer.

16/4/2016

~Black Angel~

El Chico De Los Tatuajes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora