Fanfiction de Andy Biersack.
Andy Biersack as Andy Biersack,
______(T/N) as Maggie Petrov.
Prohibida su copia y/o adaptación.
Esta novela es completamente mía.
Gracias a @KawaiiOMG12 por la portada.
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Narración de Andy.
Ya llevábamos una semana de luna de miel en Italia. Los primero días habíamos ido a conocer los mejores restaurantes de Roma. ¡Por todos los Infiernos! Las pizzas eran enormes. Y los platos que servían de pasta, ni recordarlos. Todo era delicioso. Le había preguntado a Maggie si no quería quedarse a vivir aquí. Yo lo haría sin ningún problema, pero ella me dijo que no, según Maggie, ella amaba Nueva York. Como siempre que tenía tiempo libre, mi adorada esposa, había sacado millones de fotos, literalmente millones. ¿Cómo amaba tanto la fotografía? ¿Y cómo podía sacar fotos tan buenas?
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Ahora mismo, saldríamos a recorrer un poco más la bella ciudad de Roma. Ambos estábamos vistiéndonos, yo casual y ella... Ella se vestía hermosamente bien.
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-¿Cómo me veo?- Me preguntó ella dándose la vuelta.
-Como un verdadero ángel.- Confesé tontamente, a lo que ella rió.
-Tonto, estoy hablando enserio.
-También yo, princesa. Estás hermosa.- Dije y ella se sonrojó.
Me sorprendió que ella, aún tuviese vergüenza de mis cumplidos. Era tan linda y adorable. Su barriga/panza ya se notaba un poco. Me quedé mirándola embobado.
-Andy... ¿Estás bien?- Preguntó.
-¿Eh? Ah, sí. Claro.- Dije y salimos para terminar de recorrer la ciudad.
Narración de Maggie.
Me había enamorado de la hermosa ciudad. ¿Cómo no íbamos a querer quedarnos a vivir? Eso era ilógico, pero yo no quería estar lejos de nuestros amigos, Blake y Alex. Además, quería que Franklin, así se llamaría nuestro bebé, naciera en Estados Unidos, ya que ninguno de los dos, pertenecíamos allí. Tomaba fotos de cualquier cosa que se me cruzara por enfrente, por lo mismo, no me había dado cuenta de que me encontraba fotografiando a un niño. Cuando caí en la cuenta, se la mostré a Andy.
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Al verlo solo, nos acercamos a él y lo saludamos.
-¡Hola, cariño! ¿Hablas español?- Le pregunté, mientras me agachaba hasta llegar a su altura.
-Sí.- Respondió el pequeño.
-¿Estás solo?- Le preguntó Andy. Al oírlo, sus pequeños ojitos celestes se llenaron de lágrimas.
-Mi mamá falleció hace poco.- Dijo él comenzando a llorar.
-Shh... No llores, tranquilo.- Le susurré y lo abracé.
-Quiero una mamá.- Dijo él.
-¿Tienes algún otro familiar? ¿Hermanos, padre, abuelos?- Preguntó Andy.
-No, vivía solo con mamá. Pero ayer, fuimos al hospital porque ella estaba sangrando y el doctor la acostó en una cama.- Ambos lo miramos y nos dimos cuenta de que hablaba de una camilla.
-¿Y estás con alguien?
-Sí, con aquel hombre.- Señaló a un policía.
Vi a Andy pararse y caminar hasta el hombre, comenzaron a hablar y Andy volvió nuevamente conmigo y con el niño.
-¡Oye! ¿Cómo te llamas?- Le pregunté.
-Cody.- Dijo él apenas.
-Lindo nombre, Cody. Yo me llamo Maggie.- Le dije sonriendo.
-Y yo soy Andy.
Narración de Andy.
Nos encontrábamos en la comisaria, con el oficial de policía. Al parecer, él me había contado que habían internado a Gianna, la madre de Cody. Ella sí era italiana, pero había criado a Cody sola. Murió por una apuñalada en su estómago. Los investigadores policiales, creían que había sido el padre de Cody, ya que la mujer lo había denunciado varias veces por acoso.
-¿Andy?- Me llamó Maggie.
-¿Qué sucede, cariño?
-No quiero dejar solo a Cody.
-No lo haremos. Hoy nos quedaremos a hacerle compañía.- Dije.
-No, no entiendes lo que quiero decir.
-No, creo que no. Explícame.- Pedí.
-Quiero... quiero que lo adoptemos.- Dijo ella.
-¿Qué?- Pegunté atónito.
-Sí, ya ves que no tiene a nadie. No podemos dejarlo solo.
-Lo sé, amor, pero... ¿Sabes? Seguramente tendremos que hacer muchos papeles y no tardarán días, serán meses y hasta años.
-Lo sé, soy abogada. Pero no quiero dejarlo aquí. No tiene a nadie.
-Bien, bien. Veré que puedo hacer.- Dije caminando hacia el oficial.
-¡Espera!- Gritó.- ¿Tú quieres adoptarlo?- Me preguntó una vez que hube llegado a su lado.
-Claro que sí, solo que no quiero que te ilusiones.
Cinco horas más tarde.
Al parecer, había convencido al oficial de policía de que lo deje con nosotros. Dijo que él no estaba registrado en ningún lado. Nos hizo firmar unos papeles y listo. Decidimos volver antes de que finalizara nuestra luna de miel. Logan, el policía, nos había dicho que eso era lo mejor. Llevar a Cody lejos de sus recuerdos. Habíamos tenido que sacar su documento de identidad en Italia, ya que no podríamos viajar sin el pasaporte.
