El Chico De Los Tatuajes.

Capítulo 49. (Maratón)

Narrador universal.

Ya hacía un año que Andy había ayudado en la causa al señor Williams y gracias a eso, ahora era un importante abogado. Luke, Eddy y él habían comprado un estudio (Estudio Jurídico) mucho más grande del que tenían un año atrás. Maggie y él, aún vivían juntos y estaban más que bien. Ya no discutían tanto como al principio. Maggie también trabajaba como abogada junto a los tres hombres. Los cuatro socios y amigos hacían un gran equipo y ni hablar del trabajo.

Andy se encontraba sentado en su despacho, pensando en qué regalarle a la hermosa joven que vivía con él, ya que cumplían un año y medio juntos. Mientras pensaba, Luke se encontraba diciéndole algo de un nuevo caso.

-¿Andy? ¿Me escuchas?- Preguntó el rubio.

-¿Eh? Ah, sí.

-No has escuchado nada. ¿No es así?

-No. Lo siento.

-Biersack. ¿Dónde se encuentra tu mente?

-¡Agh! No sé qué regalarle a Maggie.- Dijo Andy frustrado.

-¿Aniversario o algo así?

-Sí, cumplimos un año y medio de novios.

-¡Genial! Envíale saludos de mi parte.

-Está bien.

Siguió pensando toda la tarde en qué le regalaría, pero nada se le ocurría.

-Sammy, voy a salir un rato. ¿Sí? ¿Podrías avisarle a Maggie, por favor?

-Claro que sí, señor Biersack.

-Sammy...- Dijo él con un notorio tono de advertencia en su voz.

-Lo siento, Andy. Es que no me acostumbro.

-Bien. Recuerda avisarle a Maggie.

-Lo haré.

Salió en busca de algo especial para su chica. Pero aún no sabía qué. De repente, se le encendió una luz en su cabeza. Un anillo. Sí, eso le compraría. Se montó en su auto y salió para el centro de Nueva York. Se bajó del auto, cuando hubo llegado al centro recorrió demasiadas joyerías, pero solo entró a una, que quedaba a diez cuadras de donde había dejado su auto. En la vidriera un anillo le había llamado mucho la atención.

-¡Buenos días, joven! ¿En qué puedo ayudarle?- Saludó cordialmente el hombre tras el mostrador.

-¡Buenos días, señor! Quisiera ver anillos, por favor.

-Claro. ¿Tiene algo en mente?

-No, pero quiero que sea muy especial, ya que es de compromiso.

-¡Oh, felicidades!- Dijo el hombre sonriente.

-No nos adelantemos. Ella no ha dicho que sí, aún.

-Lo hará, muchacho. Tranquilo.

Luego de varios minutos viendo demasiados minutos, se decidió por uno que le pareció perfecto. Era de oro blanco, con el símbolo infinito.

-Es muy bonito, señor. Estoy seguro de que a su novia, le encantará.

-Eso espero.

Luego de pagar, guardó la caja del anillo/alianza en uno de los bolsillos de su saco. Llamó y pidió reserva en un restaurante de Nueva York, "La Masseria Dei Vini". Ya tenía todo planeado, solo faltaba avisarle a Maggie.

Llamada telefónica.

-Cariño. ¿Cómo estás?

-Extrañándote. ¿Qué crees tú?

-Lo siento, nena. Pero he tenido que salir de urgencia.

-¿Hay algo mal?- Preguntó preocupada.

-No, amor. Tranquila. Solo es... un viejo amigo.- Mintió.

-¡Oh, me alegro! Entonces, te dejo tranquilo.

-No hace falta. Él ya se ha ido.

-Bien. En ese caso... ¿Qué piensas hacer ahora?

-No lo sé. Estaba pensando en salir más temprano del estudio. ¿Qué dices?

-Bien. ¿Hay alguna reunión?

-No, ya que es nuestro aniversario, salgamos a celebrarlo.

-Está bien.

-Te pasaré a buscar ahora mismo. Y vamos a casa.

-Ya, aquí te espero.

-¡Te amo!

-Yo te amo más.

Cuando ambos terminaron la llamada, Andy fue a buscarla al estudio y la llevó a casa. Una vez allí, le dijo que irían a comer. Eran las seis de la tarde y Maggie buscaba ropa para ponerse. No sabía cómo ir vestida, quería algo formal, pero no se decidía por cuál vestido. Terminó optando por un vestido corto, verde.

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Bueno, aquí termina el maratón. Como siempre, gracias por leer, votar y comentar. Si no les gusta el vestido, lo siento mucho. Soy malísima con los vestidos. :'( ¡Hasta mañana!

8/5/2016

~Black Angel~