El Chico De Los Tatuajes.

Capítulo 37. (Maratón)

Narrador universal.

Maggie ya se encontraba vistiéndose para ir a cenar con Mark. Se había probado ya demasiada ropa, pero finalmente, optó por algo no tan formal.

Observó la hora en su celular y aún faltaba una hora para la cena con Mark. Así que se maquilló un poco y se arregló el pelo.

En otro lado, Andy estaba bañándose para encontrarse con Juliet en "Rue 57". Ella había escogido y reservado el restaurante. No le tomó mucho tiempo escoger la ropa, ya que no era de dar muchas vueltas en ese tema.

Ya casi era la hora, por lo que primero tenía que pasar a buscar a Juliet y luego ir al restaurante.

Narración de Maggie.

Ya estaba lista y si quería llegar temprano tenía que salir ahora mismo. Fui a buscar el auto, que estaba a una cuadra de mi casa. Cuando estuve al lado de este, me subí y manejé hasta el restaurante. Por lo que se podía apreciar desde afuera, se veía que era hermoso. ¿Y cómo no? Si era uno de los mejores restaurantes de Nueva York. Miré por uno de los enormes ventanales y logré visualizar a Mark, quien ya estaba sentado, seguramente esperándome. Entré y en la entrada me preguntaron a nombre de quién estaba, Mark al verme, le hizo seña a la joven para que me dejara pasar. Y así lo hizo.

-¡Maggie, estás hermosa!- Dijo, mientras se paraba y me ayudaba a sentarme.

-Gracias, Mark. Tú igual.- Dije agradeciéndole.

-Bien. ¿Qué pedirás?

-Lo que tú quieras. Sabes que me encanta la comida.

-Lo sé, lo sé.

Luego de ese diálogo, llegó una de las mozas y le pedimos la cena. Sinceramente, no había escuchado lo que Mark pidió, ya que mi vista y mente, estaban puestas en una pareja que se encontraba cenando a cinco mesas de la nuestra. ¿Qué hacía él aquí? Pero sobre todo... ¿Qué hacía con ella aquí?

Narración de Andy.

Ya había pasado a buscar a Juliet a su casa y estábamos en camino al restaurante.

-¿Andy?

-¿Sí? ¿Qué sucede?- Pregunté yo, quitando la vista de las calles de Nueva York para mirarla.

-No me has dicho qué tan linda me veo.

-¡Oh, lo lamento!- Dije fingiendo pena.- No me di cuenta. Estás muy linda.

-Lo sé, gracias.- Dijo ella.

Ella siguió hablando, aunque yo no la escuchaba, porque estaba seguro de que si lo hacía, terminaríamos chocando.

Ya nos encontrábamos sentados en una de las mesas del lujoso restaurante, Juliet me estaba comentando algo, pero no presté atención, ya que esta se encontraba centrada en una hermosa chica, a cinco mesas de distancia de la nuestra. No solo logré verla a ella, sino que también vi que venía acompañada. Él chico giró su cabeza a la derecha y logré reconocerlo. <<Mark>> me dijo mi mente. ¿Cómo podía hacerme esto? ¿No que aún no estaba lista? ¿Dónde quedaba el tiempo que ella necesitaba? Claro, conmigo necesitaba tiempo, pero con Mark no. ¡Rayos! ¿Cómo pude ser tan estúpido? Ella miró en mi dirección y sus ojos se abrieron con sorpresa. Me había visto.

Narrador universal.

Ambos jóvenes se habían visto. Los dos en el mismo restaurante, a la misma hora, pero con parejas diferentes. ¿Era esto una casualidad? ¿Qué estaría pensando Maggie de esto? ¿Qué pensaría Andy de Maggie, ahora mismo?

Ella lo miró y sonrió. Él trató de hacer lo mismo, pero solo consiguió hacer una mueca.

-Así que... Te gusta Andy ¿Eh?- Dijo Mark divertido.

-No, claro que no. ¿Qué tonterías dices?

-¡Hey! No son tonterías, solo digo la verdad.

-¿No crees que sería mejor que te calles?

-¿Qué? ¿Cómo dices? No puedo oírte.

-¡Agh! ¿Sabías qué eres un caso perdido?

-Sí, nena. Lo sé.

-Bien, me rindo. Sí, me gusta Andy. ¿Contento?- Preguntó irónica.

-Mucho.

-¿Sabes qué a él también le gustas?

-¿Qué? Claro que no. Lo dudo muchísimo.

-¿Por qué lo dices?

-Acaba de venir aquí con una chica y ella no se llama Maggie Petrov.

-¿Qué? ¿Está él aquí?

-Sí. A tu derecha, cinco mesas de aquí.

-¿Dón...? Ya lo ví.

-¿Lo ves?

-Sí. Oye... ¿Quién es la hermosa chica que lo acompaña?

-Juliet Simms. ¿Por qué? No vas a decirme que...- Fue interrumpida.

-¡NO! Solo dije que era linda. Yo no me enamoro.

-No iba a decir eso. Solo iba a preguntarte si te gustaba. Nada más.

-Pues... sí. Tal vez.

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¡Hey! Es tarde, lo sé. Al menos en Argentina son las tres y diez de la mañana/madrugada pasadas. Espero que les guste. ¡Besos y abrazos! ¡Buenas noches! Espero que les guste, cuando me levante de dormir sigo. No lo puedo creer ya hay más de 1,2K lecturas. Aún no me lo creo. Todo gracias a ustedes. En verdad se los agradezco.

30/4/2016

~Black Angel~