1: no, a body of water. yes, dumbass, a dead body

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Se está editando esta historia pero no es estrictamente necesario que la lean de nuevo pero tiene varios cambios...

EL HUMO NO la dejaba respirar, los gritos le perforaban los oídos, el olor a carne quemada la hacía llorar; estaba arrinconada en una esquina sosteniendo el pequeño lobo de peluche gris que había sido su regalo de cumpleaños de parte de su prima L...

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EL HUMO NO la dejaba respirar, los gritos le perforaban los oídos, el olor a carne quemada la hacía llorar; estaba arrinconada en una esquina sosteniendo el pequeño lobo de peluche gris que había sido su regalo de cumpleaños de parte de su prima Laura, sus piernas temblando. Sollozaba incontrolablemente pero a donde sea que fuera solo veía fuego, no tenia idea que estaba pasando, de un segundo a otro estaba jugando con sus muñecas y ahora no podía respirar. Las llamas de fuego se estaban tragando su cuarto, su clóset, su casa... a ella misma.

— ¡Tía Talia!—gritó de nuevo, pero solo escuchaba horribles gritos, alaridos agonizantes, tosió sintiendo que sus pulmones estaban siendo obstruidos y apenas le entraba aire, sentía la boca seca y el sudor caliente le corría por la espalda mientras veía asustada alrededor— . ¡Papi! ¡Papi!

Escuchó mas chillidos, pero nadie decía su nombre, solo aullidos de dolor, las llamas se acercaban cada vez mas a ella, su visión empezando a tornarse borrosa, quería dormir.... quería dormir... pero los gritos no podían dejarla dormir...

¡Tía Talia!—volvió a gritar, ya asfixiada con el humo, su pelo rubio estaba desordenado y las puntas un poco chamuscadas, mientras retrocedía y chillaba a causa de las bisagras del techo que comenzaban a caer alrededor de ella, la casa se estaba haciendo pedazos con rapidez.

Las llamas se alzaban más altas y furiosas y la niña ya no tenía más espacio para retroceder, de repente ya no estaba viendo borroso, sino negro, como si se hubiera quedado ciega y los oidos se los hubieran taponado con algodón, sus piernas ya no la sostenían, cayo de rodillas al suelo, aferrándose a su peluche, su casa, su vida, yéndose con las llamas.

Talia se despertó sobresaltada y jadeando, dando grandes bocanadas en busca de aire, desesperada  se arrastró hacia la ventana cual animal herido y la abrió de un manotazo casi tirándose por ella, poniendo la mitad de su cuerpo en la fría brisa. Una vez logró calmarse, se dio la vuelta, su cama estaba hecha un desastre, no importa cuantas veces sucediera el sentimiento de no tener aire siempre volvía. Fue de nuevo hacia la cama y se sentó mientras se ponía las manos en la cara, limpiándose el sudor y las lágrimas de las mejillas dando un suspiro cansada. Vio que habían un par de libros en la cama y unos envoltorios de Reeses a medio comer, se había quedado dormida haciendo la tarea. ¿Serían los dulces que le podían causar mas pesadillas?

Negando con la cabeza, decidió ordenar un poco y buscar su pijama, tal vez se haría una taza de té y se pondría alguna canción lenta o algo para poder conciliar el sueño de nuevo. Sin embargo apenas se pudo levantar de la cama cuando su teléfono comenzó a sonar con ese desagradable sonido que tanto odiaba, lo abrió y vio la pantalla en la cual estaba escrita "Stiles".

Stiles? ¿Por que llamas tan tarde? ¿Estas bien? ¿Le paso algo a Scott?—dijo preocupada, era de noche, era raro que Stiles la llamara a estas horas, siendo que él sabia lo organizada y responsable que era su amiga siendo que mañana había escuela. Así que normalmente le mandaba un mensaje tras otro hasta que finalmente le contestara de la molestia. 

DEMONS /teen wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora