DEMONS /teen wolf

veintiocho

—¡Mira a tu alrededor! —Gritó Derek a Jackson que estaba acorralado en las escaleras, llorando—. ¿No debería estar alguien aquí tratando de salvarte? No le importas a nadie —continuó Derek—. A nadie le importa tu auto lujoso, o tú cabello perfecto, ¡y a nadie le importa que seas capitán del equipo de lacrosse!

—Disculpa—dijo Scott interrumpiéndolos, Derek y Jackson se volteron a ver, Scott y Talia estaban en las escaleras de la antigua casa de la chica—. Cocapitán—dijo lo ultimo y se lanzó desde el segundo piso hasta donde estaban los dos.

—Váyanse, los dos —gruñó Derek, amenazante, mirando a su prima y a Scott.

—No —dijo Scott, sacando los colmillos.

—Bien, te mataré a ti también entonces.

—Vete—le gruñó Talia a Jckson, el chico ya no estaba llorando pero se estaba arratrando viéndolos, asustado—. ¡Vete cobarde!

Talia dio un gruñido cuando los dos hombres lobo mostraron indicio de comenzar a pelear. Sin embargo, no tuvieron oportunidad pues una flecha salió disparada de la nada hacia ellos, lanzando luces y chispas; Los cazadores habían llegado a la casa.

—¡Cúbranse los ojos!—exclamó Derek. Balas comenzaron a golpear por doquier provenientes desde afuera. Talia inmediatamente se agachó, conociendo la casa era fácil moverse en ella sin embargo su mente quedo en blanco cuando vio las balas irrumpir en el cuerpo de Scott, a gatas, moviéndose por los codos Talia fue hasta la esquina en donde se encontraba Scott. El chico tapaba la herida que emanaba sangre mientras tosía el mismo líquido rojizo por la boca.
Una bala casi impactó a Scott de nuevo, haciendo que Talia se pusiera para protegerlo.

—¡Talia vete con Scott!—gritó Derek. Talia asintió y agarró a Scott por un lado, rápidamente lo llevo un par de metros hasta que se dio cuenta de algo y se volteo hacia Derek:

—Vámonos de aquí, ¡levántate!—le gritó Talia pero Derek negó con la cabeza.

—Ustedes váyanse, yo los distraeré.

—¡Derek no te quiero dejar muerto—gritó Talia.

—Y yo te quiero a salvo ¡vete!—Talia abrió la boca para decir algo pero un gemido de Scott la interrumpió.

Talia a duras penas cargaba a Scott, no veía nada, solo arboles y el terreno lleno de ojas secas, por lo menos habían perdido a los cazadores.

—Tals—dijo Scott con la voz aspera escupiendo un poco de sangre. La chica cuidadosamente puso la cabeza de Scott sobre su regazo y dio un gemido cuando sintió su brazo ardiendo, Talia se saco la chaqueta con una mueca y pudo ver como humo le salía del brazo y estaba sangrando.

—Scott, hey, hey Scotty—Talia le comenzó a peinar el cabello con los dedos para tranquilizarlo—. No cierres los ojos, no los cierres Scotty. Scott por favor mantente despierto...

Pero la voz de Talia murió cuando sintió pasos a su alrededor, el crujido de las hojas secas, de inmediato vió a la persona quien caminaba hacia ellos y dio un suspiro de alivio.

—Por favor, Por favor ayúdalo, porfa vor...—si antes estaba al borde del llanto, Talia ahora estaba llorando y sollozando, en el inconsciente cuerpo de Scott. Deaton le puso una mano en el hombro tratando de tranquilizarla.

—Ya todo va a estar bien, tranquilízate Talia.

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Los tres estaban en la clínica veterinaria, Scott seguía inconciente en la mesa de metal con Talia sentada en la mesa a su lado, pasando sus dedos por el cabello de Scott, mientras que con la otra sostenia la mano de el chico, mientras Deaton le limpiaba la herida.