☆彡 she walked with her angels but ran with her demons ☆彡
Talia, Scott y Stiles son mejores amigos.
Talia comenzó a sentir los cambios de la luna llena cuando cumplió 13.
Talia les ha mentido a todos.
Después de el incendió que hizo perder a toda su...
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— ¡TALIA!— los dos chicos gritaron y corrieron detrás de ella instantáneamente con preocupación.
— ¡Váyanse!— dijo ella corriendo a una increíble velocidad mientras estaba cambiando, normalmente ninguno de los jamás podrían alcanzarla sin embargo Scott después de un par de segundo ya estaba en sus talones, Stiles aun muy detrás de ellos pero seguía corriendo y un poco sin aliento.
Dio un grito entre dientes de dolor, sentía como volvía a la normalidad por completo a cada segundo, transformarse, aún para ella siendo una loba desde nacimiento era algo doloroso, desde que había alcanzado la pubertad controlarse habia sido peor, definitivamente hormonas adolescentes y una licantropía de genética no era una buena combinación. Talía paró y se toco la cara y los dientes; había vuelto a la normalidad, vio sus manos, ahora con las uñas normales y sus ojos volvieron a su azul normal . Scott casi se cayó en ella por lo abrupto que se detuvo, detrás de ellos Stiles iba llegando apenas.
— Talia ¿Qué demonios pasó? ¿Te sientes bien?— preguntó Scott tomándola por los hombros y dándola vuelta para como examinarla, en un minuto Stiles alcanzo a ambos y ella se les quedo viendo. Era buena para mentir, siempre, de esa forma tenia todo lo que tenia ahora en su vida, su independencia, su departamento pero no era buena mintiendo bajo una presión como transformarse a mujer lobo.
— Es que...deje la estufa encendida en la mañana, me acabo de acordar— dijo lo primero que se le ocurrió.
— Pero... saliste corriendo, literalmente como una bala, tanto escándalo ¿por eso?—preguntó Stiles.
—Estoy en mi periodo, son ya saben... mi humor es difícil— fue lo único que se le ocurrió, Scott y Stiles estaban confundidos, e hicieron una mueca, estando en un grupo de chicos no era muy común hablar de cosas así, en realidad los ponía algo incómodos pero sabían exactamente que hacer cuando ella estaba en esos dolorosos días. Primero que todo: no cuestionarla jamás y darle la razón siempre.
— Ok...—dijo Scott con los ojos entrecerrados dejando de tomarle los hombros—. Me voy al trabajo, y te traeré un chocolate. Dijo lo último ya que siendo sus m
Ella asintió con una sonrisa incomoda pero agradecida, vio a Stiles.
— ¿Puedes llevarme a casa ya sabes antes que la estufa queme el edificio?
Stiles asintió mientras se despedían de Scott y ambos fueron al Jeep, cuando se subieron Talia trató de bajar la incomodidad prendiendo la radio, sonrió cuando sintonizó una de las canciones favoritas de Stiles. Pronto empezaron a hablar de cosa triviales, pero sobre todo se rieron de Jackson y lo graciosa que había sido su cara cuando Scott había atajado la pelota. Su amigo la dejo en el edificio y ella se despidió con un cariñoso beso en la mejilla, entro y saludo al conserje antes de subir por las escaleras, una vez llego a la puerta, introdujo la llave y abrió la puerta.
