doce

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Talia tocó una vez la puerta y nadie respondió, toco de nuevo y pasaron unos minutos y tampoco nadie le abría. Estaba afueras de la casa de Stiles, habían acordado reunirse allí sin embargo el chico no le abría la puerta. Talia siguió insistiendo e insistiendo hasta que cansada le dio un gran golpe a la puerta y esta cedió, en cuanto entro vio a Stiles en las escaleras que miraba la mano de Talia en la que guardaba el picaporte de la puerta.

—Talia Hale ¿¡Rompiste la perilla?!—dijo Stiles. Talia soltó la perilla y lo miró con una mirada de culpable.

—Perdón—se excusó ella.

—Agh, hombres lobos—dijo él subiendo de nuevo las escaleras y con Talia detrás de él.

Al llegar a la habitación Talia se saco la chaqueta y se soltó el pelo, la casa de Stiles y la casa de Scott eran tan familiares y pasaban tanto tiempo ahí que Talia casi vivía ahí.

—Así que...—dijo Stiles sentándose en una silla frente al ordenador—¿que has descubierto hasta ahora?

Talia se sentó en la otra silla y puso sus pies en la mesa.

—Hasta ahora, sabemos que es de una manada de hombres y mujeres lobo de apellido López. Todos son familia. Tocaron a la puerta de la casa y me dejan en una cesta con ropa ,por lo cual pienso que deben vivir cerca de la frontera y talves... me querían—dijo Talia.

—Muy bien...—Stiles tecleo algunas cosas y un mapa de México apareció en la pantalla.

—Stiles, hay decenas de ciudades y pueblos cerca de la frontera—dijo Talia.

—¿Y no tiene otra pista más?—preguntó Stiles—.¿Nombres? números? Alguna prima sexy?

Talia le dio una mirada como un latigazo, se cubrió el rostro con las manos y dio un suspiro.

—Escucha, esto no se lo digas a Scott, creerá que es muy peligroso. He estado haciendo negocios con algunos traficantes de...

—Espera, traficantes? Y no es peligroso?!—le gritó él

—Me puedes dejar terminar?!—le gritó Talia, esta antes de decir su historia le preguntó a Stiles.—¿Esta tu padre aqui?—preguntó ella

—No ¿por qué no?

—Porque no le gustará ,por qué gritas acerca de mi negociando con traficantes ahora escucha: Es un traficante de todo, sangre, drogas y plantas, el tipo me negocio unas plantas llamadas Aconito y muérdago, que por cierto son bastante caras y codiciadas en el mercado de los cazadores.

—¿Y el tipo sabe sobre la existencia de hombres lobo?—preguntó Stiles

—Si, le debía un favor a mi tía por lo que fue un milagro lo que me costó, en fin no voy a arriesgarme a ir, y les pediría a ustedes que vayan a buscarlo pero los quiero. Así que llamé a una vieja amiga, le salvé la vida por lo que me debía un favor y me dejo su numero hace unos años, es una niña rica por lo que mandara a uno de sus guardias a recoger la mercancía pero necesito un lugar en donde guardarla...—dijo ella mirando a Stiles. Al chico le tardo uno segundo asimilar la indirecta.

—Que?! en mi casa?! Tals que dira mi papá cuando vea que escondo plantas?—le preguntó el chico.

—¡No son drogas Stiles! Solo dile que... te ofreciste a cuidar mis flores por que soy pésima jardinera, vamos, por favor...—Talia lo miró con ojos triste de cachorro.

—Talia..no me mires así...—decía Stiles viéndola indeciso. Pero Talia hizo como si estuviera a punto de llorar y siguió con sus ojos llorosos hasta que Stiles levantó sus manos.

DEMONS /teen wolfDonde viven las historias. Descúbrelo ahora