Hoy Justin me había invitado a una fiesta, ni idea de tenía de donde sería y mucho menos para que me quería ahi. Aun tenía miedo por James y una fiesta es muy público, pero confío en el.
Me terminé de peinar el cabello y me miré en el espejo, lucia impecable.
Mi cuerpo adornado con un hermoso vestido de rayas horizontales blacas y negras, que tenía un gran escote debajo de mis axilas y me llegaba un poco más arriba de la rodilla, era tan ajustado que hasta la menor tanga se notaría, asi que me puse una casi invisible, mis pies vestían unos zapatos negros altisimos y en mis manos unas sencillas pulseras.
Salí por fin de la habitación y me paré apollada del humbral de la puerta, sabia perfectamente que si me ganaba así mis pechos casi se veían por completos, digamos que queria provocarlo.
-Mi amor...-Paso su miraba por todo mi cuerpo, desde mis pies hasta mis ojos, se acercó a mi y me agarro de la cintura apretandome muy fuerte.-Eres perfecta.
-Y tu un mentiroso.-Junte suavemente nuestros labios ya que no queria pintarlo de rojo y luego sonreí mostrando mis dientes.
-No miento, lo eres, eres totalmente perfecta para mi.
-Te quiero bebé.
-Yo más a ti.
Tomó mi mano y comenzamos a caminar, agarré mi bolso y salimos del departamento hasta llegar al estacionamiento.
-¿Me dirás a que vamos?
-Pues a pasarla bien.
-¿Seguro?
-Quizás.-Me miró y sonrió, con esa mirada que sabes que está planeando algo.
-Debo admitir que tengo miedo.-Soltó una carcajada.
-No tienes porque, hoy solo disfrutarás.
Guarde silencio por todo el viaje, sabia que si le preguntaba algo más, tendría más dudas de las que tengo ahora.
Nos bajamos y el tomo mi mano, lo apreté un poco más fuerte, estaba nerviosa.
Entramos en un restaurante muy cool, no era lo típico y elegante, era fresco y juvenil, pero se notaba costoso. Nos sentamos en una mesa que estaba sola en la terraza y los platos ya estaban servidos.
-¿Qué te hace pensar que me gusta la pasta?-Sonrió. -La preparé yo, amor.
-Entonces si me gustará.
Comimos entre risas y discusiones sin sentido, Justin era una persona muy inteligente pero a la vez muy graciosa, no pasas penas con el.
-Entonces, ¿Qué es lo qué más te gusta de mi?-Dije dandole una cucharada de helado en la boca.
-Mmm-dijo con la boca llena de helado,-Pues creo que todo, pero lo que más me gusta de ti es que eres tan tu, que me haces ser tan yo. No tengo miedo de lo que soy estando contigo, me haces sentir seguro y eso me encanta.-Sonreí y le di un corto beso.
-No se que haría sin ti.
-Muchas cosas, pero mejor hazlas conmigo.-Me tomó la mano y me apreto suavemente.-______, quiero preguntarte algo que de verdad me tiene muy nervioso.
-Dime.-Sonreí para calmarlo, pero yo estaba más nerviosa aun.
-¿Quieres ser mi novia?-Abrí un poco mis labios y dejé escapar un suspiro, nunca pense que lo haria.
-Claro que quiero ser tu novia.
Me paré y me senté en sus piernas, tomé su cara y le di un beso, un beso tierno y lento, un beso a mi novio.
Me desperté por un fuerte dolor en el estómago, que todo habia sido un Sueño?
Abrí lentamente los ojos y me encontré con la persona que menos queria ver.
-¡Sueltame! Noooo...
Me volvió a dar un golpe en el estómago y me empujó tirandome hacía la cama.
-Me das tanto asco que no te cojere, pero ya verás mañana.
Cerró la puerta y me levanté de la cama corriendo a la ventana, cerrada. Corrí hacía el baño y estaba cerrada también. Me había quitado mi celular y traía solo ropa interior. Tenía miedo, de esta no me salvaba.
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Su madrastra. (Justin Bieber)
Подростковая литератураMi historia no es común, o al menos yo nunca la había escuchado antes. Me enamoré, pero ese no es el problema. Me enamoré de una hermosa mujer, de la mujer de mi suegro, la madrastra de mi novia. Jamás pensé que algo asi me pasaría y pero me pasó...