-Apestas a perro.

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6:45am.

Ya estoy en la escuela, hoy si llegué temprano, bueno es el primer día después de unas largas vacaciones así que tenía que impresionar a los chicos con mi llegada temprano.

Y con impresionar a los chicos me refiero a Emily y Alex, seguro que ellos llegaran tarde.

Entré al salón de biología con una bolsa que contenía los regalos de Navidad, no vi a los chicos en todas las vacaciones entonces no había tenido la oportunidad de dárselos, hasta ahora.

No había casi nadie en el salón y los pocos alumnos que había no eran mis amigos o de mi agrado, escondí la bolsa con los regalos abajo de mi lugar, que por cierto volvería a compartir con Emily y Alex, no con Max y Alex, finalmente.

Más alumnos llegaban y se ocupaban los lugares, me extraña que mis amigos que son los más puntuales no hayan llegado. Max entró junto con otros chicos de americano, me vio y sonreí levemente, todos los chicos comenzaron a caminar hacia mi.

-Hola nena- me abrazó, sonreí y lo abracé brevemente.

Los demás chicos sólo se limitaron a decir "hola".

-Te tengo un regalo- dije y saque de la bolsa una caja envuelta con papel navideño.

-Nena, no debiste- Max me volvió a abrazar- gracias- me guiñó un ojo.

Los chicos de americano solo miraban y molestaban a Max diciéndole que abriera el regalo.

-¡Emma!- gritaron mi nombre, sonreí, se de quién es esa voz chillona.

-Emily- dije, los chicos de americano se hicieron a un lado para que Emily y Alex llegarán hacia mi.

-Hola sol- Alex sonrió, abrace a mis dos mejores amigos.

Les entregué los regalos y ellos me agradecieron, no pudimos hablar más porque el profesor llegó y empezó a impartir su clase.

Pasó biología, historia, artes, química, matemáticas y ahora estoy en camino al salón de física.

Odio la física, en si odio todas la materias.

-Estoy molesto contigo- Max pasó su brazo por mis hombros.

-¿Por qué?-pregunté y pase mi brazo por su cadera.

Max sonrió.

-No te has sentado conmigo en todo el día- hizo una mueca.

-Mi lugar está con Alex y Emily- me encogí de hombros- además, tú estás con tus amigos- entramos al salón de clases.

El maestro ya estaba ahí, había llegado temprano por eso nos nos regañó y nos dejó pasar.

Me iba a sentar junto con Emily y Alex, pero Max me jaló del brazo y me hizo sentarme a su lado, aún quedaba un lugar disponible a mi lado, cosa extraña porque siempre están los lugares contados.

-Antes de iniciar la clase- habló el profesor- quiero presentarles a un nuevo alumno, Ray puedes pasar- todos miramos a la entrada del salón esperando a que el nuevo compañero entrara.

A los segundos se abrió la puerta y entraba un chico, no le tomé importancia y miré con más atención a mi lápiz, es amarillo y ya no tiene borrador...

-Atención todos- habló el profesor haciéndome mirar al frente, él me miraba molesto, bien el profesor está molesto conmigo- él es Ray Adams- señaló al chico.

Siempre fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora