Siempre fuiste tú

-Trato.

Sábado y finalmente vacaciones ¿Qué más puedo pedir?.

Baje a la cocina y preparé mi desayuno, los enanos junto con Julia y mi papá habían salido y como ya era costumbre a mí me dejaban sola.

-Buenos días- saluda Meghan entrando.

-Buenos días- la miro y ya estaba arreglada, extraño pues ella ya casi no salía.

Serví mi desayuno y también el de Meghan.

Me dio por ser buena el día de hoy y también le prepare el suyo.

-Gracias- sonrío.

Asentí y empezamos a desayunar.

-¿A dónde irás?-pregunté.

-A mi primer chequeo- habla algo entusiasmada.

-Y... ¿irá Zac?-pregunto mirándola de reojo.

-No, él no se ha preocupado por saber si estoy bien o algo- se encogió de hombros.

-Idiota- murmuré.

Meghan simplemente asiente y sigue desayunado.

Eso no se hace.

Es decir si, me engañó con mi mejor amiga pero ahora la dejó embarazada por lo menos que le de dinero para que vaya al doctor o algo.

Hablando de dinero..

-¿Cómo pagarás?-le pregunté.

-Pedí dinero a una amiga y le pagaré después- se sonrojó, siempre le pasaba eso cuando estaba apenada o nerviosa- conseguí trabajo en McDonald's - sonreí y ella también, es nuestro lugar favorito.

-Escucha, sigo molesta contigo y tal vez no sea igual nuestra relación- ella me miraba atenta- pero te apoyaré con lo de tu bebé- hablé segura- el no tiene la culpa de tener un padre irresponsable.

-¿Hablas en serio?-pregunta con una pequeña sonrisa.

Sonreí y baje la mirada por unos segundos.

-Si- la miré- y no tienes que pagarme nada, solo empieza con tu trabajo y  sigue estudiando- termino de hablar y ella asiente.

No sé si soy una idiota o una buena persona.

-Buena persona y algo idiota a la vez- escucho la voz de Ian en mi cabeza.

Sonrío.

-Una idiota Emma, lo siento pero es verdad- escucho la voz de James.

Mierda mi cabeza.

Me levanto y busco una aspirina, la tomo pero aún así no se me quita el dolor.

-¿Estás bien?-pregunta Meghan al ver mi cara de dolor.

-Si, solo es un dolor de cabeza.

Meghan asintió.

Terminamos de desayunar y corrí a mi cuarto para arreglarme.

Meghan estaba abajo esperándome.

Salí de la ducha y me puse lo primero que encontré.

-Ya vamos- dije cuando llegue a la puerta de entrada.

Meghan asintió y las dos salimos. Subimos a mi auto y conduje hacia el hospital de maternidad.

-Hola buenos días soy Meghan Lee- habló  cuando llegó al escritorio.

-Hola- saludó una secretaria regordeta- tu cita es en unos minutos pasa al consultorio de todos modos- sonrió y me miró- ¿Son pareja?.

Abrí mis ojos como plato y Meghan también.