-¿Por qué me alejas?.

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Ya pasaron otros dos días y sigo en el hospital, al parecer no sólo tenía golpes en la cabeza si no que también en las costillas.

En estos días mis amigos no me han dejado sola, incluso Meghan también viene, bueno ella salió desde el primer día porque no la golpearon tanto. Max también viene y siempre me trae dulces de contrabando.

También los enanos vienen a visitarme, inclusión Julia pero solo fue una vez y por cinco minutos.

Ian y James no se han acercado para nada, mi papá dice que le dijeron que me desean una pronta recuperación, eso es todo.

Suspiré, el doctor terminó de revisarme y anotar algo en su tabla.

-¿Cuándo saldré de aquí?- pregunté mirando al viejo doctor.

-Otro día más y ya puedes salir, eso sí Emma, tienes que estar en reposo total por otros días- me miró severamente.

-De acuerdo- asentí.

-Bueno, me retiro- el doctor se despidió y se fue.

Miré el reloj del hospital, son las 10:00 pm no son horas de visitas.

Encendí la televisión en las noticias, ya que no había netflix aquí en el hospital.

Qué triste.

Pero es obvio, no tendrían netflix para cada uno de sus pacientes.

Negué con la cabeza, tengo que dejar de pensar tantas estupideces.

-Y hablando de de nuevo del empresario Jonathan Hills- miré a la televisión enseguida, era mi padre- hace unos días unos asaltantes intentaron atacar a su hija y su amiga, el empresario puso una demanda exigiendo que los encuentren y hasta la fecha no se han encontrado...

-Pero como rayos quiere el señor que encuentren a los asaltantes- la rubia de las noticias habló interrumpiendo al canoso.

-Su hija iba con una amiga y ella describió a los tipos- explicó el viejo.

Apagué la televisión y suspiré.

¿Qué les habrán hecho James e Ian?.

Talle mis ojos, últimamente me daba sueño más temprano.

Bostecé y me tapé, el hospital siempre está frío y andar en bata no ayuda a mantenerme calientita.

Miré de nuevo el reloj, son las 3:00 am, no puedo dormir.

Escuché que abrían la puerta del cuarto, extraño porque no es hora de visita.

Me hice la dormida y me tapé hasta la cabeza dejando solo mis ojos al descubierto.

-¿Seguro que ya está bien dormida?-escuche la voz de Ian.

Ok, corazón no te aceleres, tranquilo.

-Si, tranquilo Ian hacemos esto todas las noches desde que la trajimos- ahora escuché a James.

-Sabes que nos vio alimentándonos- habló Ian- de seguro nos tendrá miedo.

James no contesto.

En efecto, me da miedo recordar sus caras de asesinos, pero yo los quiero así y sé que nunca me harían daño.

-Además nos portamos muy mal con ella días atrás- respondió James después de varios minutos observándome.

Puedo sentir sus dos miradas enfocadas en mi, no se han acercado pero no dejan de mirarme.

Siempre fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora