-Odiare que huelas a perro.

194 13 1
                                    

Han pasado cuatro días desde que se toda la verdad, Ray no me ha vuelto a molestar, incluso de vez en cuando me dice hola, al menos es un cambio bueno.

-Entonces, ¿si vendrás?-preguntó rascándose la nuca, está nervioso, cosa extraña en Ray.

-Claro, pero ¿ahora?-pregunté.

-Si, Ros ya está haciendo la comida- asentí.

-¿Ros cocina?.

-Si, él es que hace la comida, es muy bueno en eso - sonreí.

-De acuerdo- tomé mi mochila y salimos de la escuela.

Hace un rato Ray me invito a comer a su casa ya que su mamá quería verme y agradecerme por mi primera ayuda que consistió en mandarle una enfermera y cosas especiales que necesitaría ella, no sé qué enfermedad  tiene Flora porque Ray no me quiere decir pero por las cosas que necesita se que no es algo que se cura fácilmente, lo único que espero es que se recupere.

El camino a la casa de Ray ya no fue tan incomodo como la primera vez que me llevó, este lo era un poco, de vez en cuando intercambiábamos palabras pero solo eran "si" o "no" y una que otra pregunta. Más tarde llegamos y pasamos, Ros estaba preparando aún al comida y Flora estaba en el comedor platicando con la enfermera.

-Hola- salude a todos.

La enfermera solo asintió y se fue.

-Hola Emma- saludo Ros cortando unos tomates- Hola idiota- saludo a Ray, este solo rodó los ojos y se fue.

-Hola pequeña- saludo Flora- me alegro que aceptaras venir.

-Si, Ray decía que no vendrías porque la casa es fea y no estás acostumbrada a esto- habló Ros, me senté en el comedor.

-Ray tiene razón- dije, todos me voltearon a ver, incluso Ray se asomó molesto y se paró a mi lado- no estoy acostumbrada a estar en una casa donde hay amor, una familia unida- seguí hablando, los tres siguieron mirándome pero ahora con pena, yo odio que me miren así- y claro que no me sentiría mal por venir a esta casa- finalicé.

-¿Emma en tu casa no te quieren?-preguntó Ros.

-¡Ros!-Flora lo regaño.

Ray soltó una pequeña risa y se sentó a lado de su mamá.

-Bueno pues no tengo mamá, y Jonathan trabaja todo el día así que nunca lo veo, el único amor que hay en mi casa es el de mis hermanitos y yo, y a veces Meghan.

-¿Meghan vive contigo?-preguntó Ray.

-¿Quién es Meghan?-habló Ros.

-Mi mejor amiga, y si, pero se mudará en unos meses.

-Cuando tenga a su cachorro- habló Flora.

La miré asombrada, aún no me acostumbro a que sepa mucho de mí.

-Lo siento por eso, mamá cree que a todos los bebés  les debemos de decir cachorros- se disculpó Ros.

Asentí y sonreí.

-¿Quién es el padre del bebé?-preguntó Ray.

Aquí hay interés.

-Bueno, es extraño pero el papá del bebé es mi ex novio- hice una mueca.

Flora abrió la boca asombrada.

-¿Cómo?- preguntaron.

-Bueno, resulta que mientras Zac y yo salíamos, Meghan y él también lo hacían solo que a escondidas y bueno me enteré que se embarazó, nos peleamos y no nos hablamos por mucho tiempo, en su casa la corrieron y el idiota de Zac no la apoyaba entonces fui buena y la ayudé a pesar de que ella me traicionó- termine de hablar y fruncí el ceño, soné como la ex novia estúpida.

Siempre fuiste túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora