Esa noche cuando salieron del hospital, pasaron la noche en un hotel, él no quería que ella regresara a un lugar lleno de sangre. La siguiente mañana sería un caos, debía llamar a una empresa de limpieza, porque no haría que Margaret trabajara en ello, además tenía que llamar a la empresa de seguridad para reforzar su casa y cambiar códigos. Sería un día difícil lejos de la oficina.
Recién estaba acostándose al lado del suave cuerpo de su mujer cuando su celular empezó a sonar; contestó refunfuñando sin mirar la pantalla.
-¿Qué? -dijo de mala gana.
-¿Dónde están? -la voz alarmada de Eve le espantó el sueño.
-¿Qué sucede, mamá? -se pasó la mano por la cara terminando de despabilarse.
-Josh me llamó y me contó sobre los que irrumpieron en tu casa -queriendo matar a su mejor amigo, se levantó y cruzó la puerta de la mini estancia de la habitación para no despertar a Izz.
-Estamos bien, nos quedaremos en un hotel hasta que limpien la casa y arreglen el sistema de seguridad.
-¿Ella está bien? -la preocupación traspasó el auricular en la voz de su madre.
-Sí, está descansando, tuvo una larga noche -miró hacia atrás observando la puerta donde detrás estaba su mujer.
-¿Mi nieto está bien? -en ese momento tuvo mayor motivo para querer matar a Josh.
-Está bien -respondió renitente.
-¿Estás bien?, ¿Qué sucede? -la alarma apareció en la voz de Eve.
-No pasa nada -se pasó la mano por la cara-, solo que aún no queríamos contárselo a nadie.
-¿Por qué?, ¿Algo pasa? -la alarma de Eve se acrecentó.
-Mamá -se quejó.
-Solo estoy preocupada por ustedes -ella se excusó.
-Es complicado, te lo contaría, pero estoy que me caigo del cansancio -evadió con una mentira verdadera. No pensaba decirle nada a nadie.
-Mi bebé -la voz tierna de Eve le hizo estremecer-, ve a dormir. Los espero mañana temprano.
Y así su madre terminó la llamada. De eso ya era casi tres meses atrás, sin embargo estaban obligados a ir a casa de sus padres todos los fines de semana, y no podría existir excusa para no ir.
-¿Y, Andy? ¿Cómo te va con la abstinencia? -Josh preguntó cuando su madre y las mujeres fueron a la cocina.
-¿Te estás burlando de mi? -preguntó cabreado, fulminándolo con la mirada.
-No, solo era una pregunta inocente, no tienes por qué enojarte -la sonrisa del rubio le pintó en la frente que estaba jodiéndolo.
-La abstinencia es una mierda -gruñó bebiendo de la limonada que Eve les había dado.
-Todo sea por el bien del bebé -su amigo le dio ánimo.
-Por el bebé y la pérdida de mi cordura en la abstinencia -ambos rieron cuando vieron entrar en la sala de estar a las tres mujeres y a Keith con un manojo de galletas de chispas de chocolates.
Unos segundos después que lo gracioso pasó, se quedaron en silencio y vio a Izz caminar hacia él con un notorio y pequeño bultito en su vientre por su contextura delgada. Ella le sonrió y él no pudo evitar devolverle la sonrisa; ella estaba feliz y eso le hacía feliz; era como cerrar un círculo.
-¿De qué reían? -Eve preguntó poniendo una bandeja llena de galletas en el centro de la mesita.
-Nada interesante -Josh se encogió de hombros acogiendo a Chelsea en su regazo, quien cogió al pequeño Keith en los suyos.
-Por cierto, ¿Dónde está tu amado esposo? -preguntó Josh a Eve.
-En un juego de tenis con Axel -ella entornó los ojos-. ¿Sabías que Axel está obsesionado con ganarle aunque sea en un partido? -todos rieron-. Por cierto, ¿Izz, cuándo es la primera ecografía?
-Mañana -ella le respondió tocando su vientre.
-Aunque es muy temprano para saber el sexo, ¿Qué quisieras? -Izz se encogió de hombros y sonrió.
-Estoy feliz si es niño o niña, lo único que deseo es que nazca sano -los únicos que entendieron el trasfondo de la simple frase fueron Chelsea, Josh y Andy.
-¿Y, tú, Andy?
-En realidad lo único importante es que sea sano -la abrazó y le besó el tope de la cabeza.
-Bueno, sin son gemelos y uno es niña, me encantaría que le pusieran mi nombre -Eve dijo sonriente.
-Y si uno es niño, llevará el mío -Josh exclamó.
-¿Gemelos? -él preguntó un poco intranquilo.
-No creo que gemelos quepan aquí -Izz se señaló el vientre-. Sé que será solo uno.
-En realidad no lo puedes asegurar. Tal vez en uno de esos múltiples asaltos haya habido dos amiguitos campeones.
Avergonzada, Izz escondió el rostro en el pecho de Andy mientras Josh reía a mandíbula suelta y luego hubo un quejido.
-No puedes andar soltando cosas así por así -escuchó a Eve reprenderlo.
-Lo siento, lo siento.
Izz se enderezó y miró a Andy quien le sonrió y le acarició la mejilla con los nudillos, para ser interrumpidos por un pequeño niño que se acercaba corriendo gritando repetidos "no, no".
-¿Qué sucede? -preguntó su marido al pequeño niño.
-Es mía -Keith reclamó subiéndose a su regazo.
-Despacio -le regañó Chelsea-. Te he dicho que ya no puedes abalanzarte sobre ella, Izz tiene un pequeño bebé dentro de su pancita.
-Sí, mamá -el pequeño rodó los ojos al igual que Josh solía hacerlo-. Tú eres mía, ¿verdad? -él niño le preguntó y ella hizo un mohín.
-Lo siento, bebé, pero estás muy pequeño y yo ya tengo alguien -el niño fulminó con sus ojos azules a Andy, quien rió.
-Llegaste tarde -escuchó a su amo decirle al pequeño.
-¿Entonces? ¿Si es niña, la bebé es mía? -sintió a Andy tensarse.
-Todo depende de si ella quiere -Izz le respondió y el niño bajó de su regazo feliz.
-Mami, mami -Keith le saltó encima a Chelsea-. ¿Escuchaste?
-Sí, lo escuché.
-Tan pequeñito y buscando novia -Eve, que había estado callada negó con la cabeza- Si tu abuelo te escuchara -le tocó la punta de la nariz-, estaría loco.
-Mi papá estaría pensando en enviarlo a la milicia -Chelsea rió.
A Izz le resultaba un poco extraño ver feliz a Chelsea hablando sobre sus padres, cuando en realidad habían muerto en un accidente de avión regresando del lugar donde su padre estaba ejerciendo. A partir de allí vivió con Dean, Eve, Tyler y Andy en Italia, donde se conocieron con Josh.
Ella y Josh hicieron clic instantáneamente, y cuando todos regresaron a Londres Josh hostigó tanto a sus padres que le permitieron mudarse, convirtiéndose prácticamente en un señor inglés; en ese transcurso, el italiano conoció el BDSM a través de Andy y luego él comenzó a meter en ello a Chelsea. Después de la graduación, los dos rubios discutieron y se separaron cuando Chelsea fue a una universidad canadiense y Josh se quedó en Londres a estudiar medicina.
-Pero mi hermana no lo hubiera permitido -rió Eve.
***La tarde y noche transcurrió tranquila, dado que Izz debía permanecer en un ambiente relajado por el bebé, el médico creía que el primer embarazo no había culminado por estrés.
Ambos dormían rodeados por el silencio de la noche, Izz tenía un sueño tranquilo, mientras que Andy estaba siendo acosado por una pesadilla que resultó terminando en un baño de sangre.
Despertó con el corazón tamborileándole con fuerza, el cuerpo traspirado y la respiración acelerada.
-Mierda -susurró encendiendo la lámpara de la mesita de noche y quedó cegado un instante.
Un poco cabreado por la pesadilla y la luz que le hirió los ojos, se pasó la mano por la cara y cuando la dejó caer sobre el colchón sintió humedad, inmediatamente se miró la mano y estaba manchada con sangre. Con un golpe de adrenalina, se levantó y encendió la luz principal, encontrando a Izz rodeada por una gran mancha roja. Rápidamente llamó a emergencias.
-Buenas noches, ¿Cuál es su emergencia?
Pasó un momento explicándole todo a la operadora y siguiendo sus instrucciones de mantenerla tranquila, aunque Izz continuaba dormida.
-La ambulancia está en camino, en diez minutos llegará -dijo la operadora.
Con eso, colgó y se acercó a Izz.
-Nena -la removió y su cuerpo estaba un poco frío-. Nena -la acogió en su regazo- ¡Izz! -ella abrió los ojos.
-Andy -susurró-, hace frío -tiritó.
-Estarás bien, nena -la apretó contra su pecho y le pasó las manos por el brazo dándole calor por fricción.
-¿Qué sucede? -ella susurró mirándolo por las pequeñas rendijas que eran sus ojos.
-Estás sangrando -trató de sonar lo más calmado posible, pero era estúpido hacerlo, el bebé corría peligro.
-Mi bebé -ella se quiso sentar, pero no tuvo fuerzas.
-Ya viene la ambulancia -tomó una mano fría entre las suyas.
-Mi bebé -Izz empezó a llorar.
-Tranquila -le besó la frente-, tranquila.
Sintió que pasó una eternidad antes de que llamaran a la puerta. Con todo el dolor del alma, Andy dejó a Izz y salió a abrir la puerta, donde dos paramédicos entraron y él les enseñó la habitación.
Todo era tan irreal que sentía estar aún en la pesadilla en las que sabía que era un sueño vivido, pero que despertaría en algún momento.
Cuando subieron a Izz a la camilla, una paramédico le detuvo.
-Señor, no hay espacio en la ambulancia, deberá ir en otro coche.
Y así la mujer cerró las puertas dejándolo fuera. Con todo el autocontrol que tenía, se metió al coche y siguió a la ambulancia mientras llamó a Josh.
-Es tarde -su mejor amigo se quejó al otro lado de la línea.
-¿Estás en el hospital?
-No, estoy en casa ¿Qué sucede? Suenas alterado.
-Izz... -ambos se quedaron en silencio por un momento- está sufriendo un aborto -respondió angustiado.
-Voy para allá.
La llamada terminó y su camino también. Salió del coche sin importar que lo dejó en zona prohibida, no le importaba si la grúa se lo llevaba, solo le importaba su mujer y su hijo.
Salió corriendo y se detuvo al lado de la camilla donde Izz estaba, poniendo sus pequeñas manos sobre su vientre.
-Mi señor -ella lloró al verlo.
-Tranquila, nena.
-Lo siento -negó y trató de ocultar el terror que sentía en el fondo de su pecho.
-Shhh...
Caminaba al lado de la camilla hasta que le detuvieron.
-Hasta aquí puede llegar, señor.
Le cerraron la puerta en la cara y en ese instante ya no pudo más, se derrumbó y descansó la cabeza en la pared; de pronto la escuchó gritar agónicamente y eso fue todo, no pudo mantenerse de pie y cayó de rodillas.
Tal vez era un Dom, y podía mantener el control la mayor parte del tiempo, pero también era un hombre y la mujer que estaba allí adentro era su mujer, que aunque le costó mucho darse cuenta que la amaba, ahora ella era su todo.
-Andy -sintió la mano de Josh en su hombro.
-Ella está allí adentro -se pasó la mano por el cabello repetidas veces.
-Estará bien -y como si fuese una burla, un grito de ella salió de entre la puerta cerrada-, ya lo verás.
-Estará devastada -gimió por el futuro que se vendría.
-Podrán... -negó bruscamente.
-No me digas que podremos intentarlo, porque será el mismo resultado -blasfemó y golpeó la pared.
-Andy...
-Debo ir a llenar unos papeles -se levantó y caminó a la estación de enfermería.
-Ya lo he hecho yo. Vamos, debes calmarte un poco.
Lo guió a la cafetería y compraron un par de sodas.
***Un Dèjá vu quizá o era el maldito karma.
Izz estaba acurrucada en aquella cama mientras lágrimas silenciosas humedecían su rostro. La vida no dejaba de ser injusta con ella.
-Nena -le escuchó a Andy decir. No tenía ni idea en qué momento había entrado a la habitación.
-Lo siento, lo siento -gimoteó mientras él la abrazaba.
-No fue culpa de nadie.
-Lo siento -hipó.
-Shhh...
La acunó en su pecho hasta que se quedó dormida.
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#Corazon De Tinta (Andy Biersack) 2T
FanfictionAndy e Izz lucharon contra sus propios demonios descubriendo el amor que ambos sentían. ¿Quién dice que en una relación BDSM no puede haber hijos? Cinco años después una pequeña toca a sus puertas. La niña de ojos azules azulados y el cabello rojo c...