[APH] [AU] Diario De Un Fundashi Periodista. (AsaKiku)

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Diario:

Hoy pasaron muchas cosas.

Pero más que eso, creo que me dolió un poco la poca voluntad de Arthur-san...

Digamos que todo partió con una llamada por parte de Alfred-san, que me estaba diciendo un par de cosas.

-¡Kiku!, ¡Arthur dijo que no vio nuestro beso!, ¡Soy feliz!. ㅡY corté yo.

¡No era justo!, Arthur-san, por pánico, de seguro ni sacó fotografías para publicarlas en el periódico.

Oh, hablando del periódico, debía terminar la sección de la semana, y pues, ya que estaba cansado -porque había terminado de escribirla- me recosté sobre mi cama, y cerré los ojos para 'Inhalar paz', como solía decir Feliciano-kun.

Escuché al rato, como Arthur-san abría la puerta -lo supe porque había dejado con cerrojo y sólo nosotros teníamos las llaves-  y parecía que estaba nervioso.

Aunque claro, yo seguía escuchando música para relajarme.

Cerró la puerta con suavidad, y se acercó para recostarse en la cama del lado, así que pensé que toda la tensión había desaparecido, y podía relajarme.

Pero no, Arthur-san no podía soportar que yo estuviera allí, tranquilamente sin molestar a la humanidad. Tenía que acercarse a mi cama, apoyarse sobre ella con sus codos, y quedarse cinco minutos mirándome.

¡Obviamente, cualquiera querría saber que diablos pasaba mientras sentías que alguien estaba sobre ti, y no hacía nada!.

Abrí mis ojos, y los fregue para poder ver con más claridad. Sentía que mis mejillas ardían, y nos quedamos sujetando la mirada un buen rato. ¡Me intimidaba con la mirada!.

Simplemente se acercó a mí, cogió mi barbilla acariciando mis labios con su pulgar... mirándome serio.

Pero no. Se fue. Me dejó allí, sonrojado y avergonzado.

Ugh, de seguro se había ido con Lovino-kun.

Luego caí en cuenta de que quizás no quería besarme... ¡Quizás estaba buscando hentai!.

Al rato, papá me llamó regañándome. Sí, que por qué no había ido a casa por mucho tiempo, que pensó lo más terrible, y lo que era peor.

Quiere conocer a mi famoso secuestrador, estando cien por ciento seguro, de que es el tal 'Arthur-san' del que había hablado.

Papá quiere ver al uke de la familia -eso dijo- y yo... sólo quiero morir de vergüenza.

Si papá supiera que el que se sonroja por la cercanía soy yo, su visión de seme se iría volando.