4 parte 2

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Elena tenía los pies pegados al suelo, no podía ni respirar, tenía a Idris frente a ella muy serio y apenado y junto a él Constanza demasiado entusiasmada y para hacer más interesante la situación, atrás como porristas en un animado partido de futbol, lolo y Luna.

-iré a sentarme por allá –señalo Constanza

Elena tenía las mejillas tan rojas como tomates así que comenzó a caminar junto con Idris hacia otro lado, lejos de todos los amigos.

-bueno –carraspeo Idris –soy Idris

-soy Elena –respondió

Siguieron caminando con un silencio sepulcral, no sabían de qué hablar, aunque ambos tenían preguntas y muchas ganas de platicar.

-ya mero sales de la prepa ¿no? –por fin hablo Elena

-sí, sí, sí, sí. Entrare a la universidad a estudiar fotografía –sonrió Idris

-claro, que padre carrera

-sí, así es...

-que emoción! Podrás realizarme unas sesiones bien padres –instintivamente se tapó la boca con las dos manos mientras que Idris la miraba sorprendido y algo divertido.

Elena que no sabía dónde meter la cabeza, comenzó a mirar hacia abajo tratando de pensar que podría decir para remediar tremenda metida de pata, y es que de cerca el chico era justo un bombón y quería comérselo ella sola, estaba tan emocionada de haberlo conocido que justo había dicho algo que no tenía que decir, ¿hacerle una sesión de fotos a ella? que tonta había sido, primero tendrían que conocerse y luego salir, para después ser novios y así probablemente quizá si le tomaría fotos, pero para que eso pasara tenían que pasar de las monosílabas y al parecer Idris estaba tan callado que no pareciera que eso fuera a cambiar pronto, es más, parecía que él no tenía muchas ganas de salir con ella, no entendía entonces porque la burlas... Idris no sabía que decir estaba callado y un poco divertido, tal vez podría tomarle algunas fotos en ese mismo momento, con las mejillas tan rojas y esos ojos de asombro. Elena que seguía con la cabeza gacha y las manos entrelazadas tropezó con un chico que estaba llevando sopa a su mesa (si, sopa en el desayuno) provocando que la misma sopa cayera sobre Elena y los fideos quedaran colgando de su blusa. Idris no sabía qué hacer, pobre Elena estaba llena de sopa y con ganas de llorar de la vergüenza. Constanza corrió en su ayuda y aunque Idris trato de ayudarla con la sopa, Constanza se movió más rápido y la saco de la bolita de risas que se había formado.

Idris y Elena nunca más volvieron a cruzar palabra alguna...


IdrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora