Richard Castle, un famoso escritor de novelas de misterio, y su esposa Katherine Beckett, la major detective de homicidios, explican a su hija la historia de como se conocieron, mucho antes de que se vieran las caras en ese extraño asesinato.
- Para empezar lo he pasado muy mal porque no estabas a mi lado, y eres al único que conozco después de Lanie, pero Lanie no está en todas mis clases como tú, ni me hace lo que tú me haces – dice Kate
- Kate, - responde Rick – tienes que vivir el presente, no podrás recuperar el tiempo perdido, aprovecha que yo no estoy y haz nuevos amigos, ya me verás por la tarde – dice Rick y le da un beso en la frente.
Kate se lo lleva de la mano hasta el sofá donde lo sienta y ella se acurruca encima de él.
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Pasan así un buen rato hasta que Kate se da cuenta de la hora que es y que en poco tiempo su padre llegará a casa, y como los vea así hará demasiadas preguntas. Se levanta de golpe.
- Rick, - dice Kate – se nos ha hecho muy tarde y mi padre llegará enseguida, deberías irte a casa, como descubran que te has escapado te castigarán y no nos podremos ver.
- Pues me vuelvo a escapar si hace falta, - dice Rick – haría lo que fuera por ver tu sonrisa.
- No me digas esas cosas que me pongo roja – dice Kate mientras lo levanta del sofá y lo acompaña hasta la puerta.
- Solo digo la verdad – dice Rick guiñando un ojo – Bueno, mañana a la misma hora?
- Lo que prefieras, pero si vienes antes estaremos juntos más tiempo.
- Pues vengo antes – dice Rick ya fuera de casa de Kate. Antes de irse se acerca a ella y le da un largo beso en los labios y se marcha. Kate cierra la puerta y se va a su habitación.
Kate se queda dormida solo llegar a la habitación. Pero en cambio Rick tiene que volver a casa, y volver a colarse igual que salió, porque si entrara por la puerta sus padres sabrían que se ha escapado. Lo malo para Rick es que vive en una casa de dos plantas y habitación está en la segunda. Comienza a trepar por la ventana y empieza a subir. Cuando está llegando a su habitación, se apoya en el balcón y se resbala, cayendo al suelo. Su madre se levanta del sofá rápidamente y va a ver que ha sido ese ruido, Rick vive con su madre, ya que su padre se desentendió de él cuando era muy pequeño. Se asoma por la ventana y al ver a su hijo tirado en el suelo sin moverse sale corriendo a ver que le ha pasado.
- Rick, hijo – dice Martha, su madre, pero no obtuvo respuesta.
