Capítulo 3

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¿¡¿ESPERA, DÓNDE ESTÁ TESSA?!?

Desperté de un mísero sueño que aún no había concluido y que, como siempre, nunca tiene final. Tenía los ojos humedecidos de las primeras lágrimas del día, pero podía ver como había un vacío a mi lado. Por unos instantes me asusté y rápidamente me puse en pie y comencé a buscar. No tardé en oler un delicioso desayuno proveniente de la cocina, su aroma resoplaba chocolate. Estaba muy claro que no era de Matthew, la última vez quemó la cocina y a mí.

Me apresuré a llegar a la cocina donde inesperadamente me esperaba mi bella princesa y un sapo que era Matt recién levantado y con sus enormes cabellos oscuros enredados. Ambos estaban junto a varias sarténes y calderos sucios, suponía que todo aquel trabajo lo había hecho mi ángel y quien lo había ensuciado era el torpe de Matthew. No podía asegurar que no hubiera metido nada muerto mientras ella no miraba pues en una esquina de la cocina se veían patas de algún bicho repugnante, o algo parecido.

- Has llegado, ven siéntate. --- Dijo Tessa con su bella sonrisa que invitaba a seguirla con un dulce suspiro. ---

- Caballero.  --- Repuso Matt mientras extendía sus brazos hasta alcanzar la silla y echarla hacia atrás, dejando paso para sentarme. --- ¿Qué desea tomar vuestra merced? Tenemos tortitas con Nutella.

- Tomaré gofres. --- Dije sujetando una servilleta que se hacía pasar por un menú. ---

- Marchando unas tortitas de Nutella.

- Vaya servicio.

- ¿Perdone? Ande con cuidado que los escupitajos los tengo algo sueltos.

No pude contener la risa, al igual que Tessa y Matt. Había empezado bien el día hasta que sonó el reloj, dirigí mi mirada a lo alto de la cocina donde colgado un reloj de búho, eran... ¡¡Las ocho y media!!

- ¡¡Joder!! Daros prisa, llegamos tarde y encima ayer falté a la mayoría de las clases (Por no decir a todas).

- Tranquilo, es sábado y ya tenemos planes. ---Dijo Tessa mientras se sentaba a mi lado. ---

- Sí y creemos que te van a gustar. --- Dijo Matt mientras colocada en la mesa varios platos de tortitas y un bote de Nutella. ---

- ¿Os habéis levantado temprano para conspirar contra mí?

- Sí, hoy te secuestraremos. Y esta chica de aquí tiene muchas planes, así que come rápido que nos vamos.

- Está bien, señorita.

No tardé en acabarme el desayuno, mientras tanto hablaba con Matt. Tessa se levantó bastante pronto y subió al piso de arriba. Aún no habíamos terminado de recoger cuando entró por la puerta con varias mochilas, una sombrilla y un sombrero, iba vestida con un precioso vestido blanco que contrastaba con su dulce piel acaramelada.

- ¿A dónde vamos? --- Pregunté sin apartar la mirada de su figura---

- A dar una vuelta, cámbiate que nos vamos en quince minutos y Matthew, ¿ya se lo has dicho a tu padre?

- Ehhh, pues no. --- Le fulminó con la mirada. --- Ya voy a decírselo.

Cuando Matt desapareció por las escaleras, ella se acercó hasta mi oreja para susurrarme algo.

- Dale las gracias a él, yo solo me he acoplado. Parece que lleva semanas preparándolo y que aunque yo no estuviera en sus planes, me ha dicho que te haría ilusión y yo no me pierdo una cosa así.

Me disponía a preguntarle qué cosa pero ya había salido de la cocina. Después de varios segundos contemplando aquello, volví en mí y subí a la habitación de Matt donde tenía parte de mi ropa. Cogí, básicamente, lo primero que pillaba, una camiseta suelta azul marino y unos pantalones y, por supuesto, mis gafas de sol que como siempre desaparecen en el momento más inoportuno. Tessa ya estaba gritando que bajara y la ayudara con las cosas porque Matt había ido al garaje a sacar el coche. Seguía sin encontrarlas, busqué debajo de la cama, entre la ropa sucia, en los cajones intocables de Matt (que ya sé porque son intocables), incluso en el poltergeist del armario, pero aun así, nada.

Después de AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora