Capítulo 14

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N/A: Hola, no tengo perdón. Sé que dije que contestaría todos los reviews esta vez... pero tendrá que esperar un poco. era contestar o actualizar. Y creo que todos preferis lo segundo :D

Espero que os guste!

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Jamás había disfrutado un café tanto como el que estaba tomando en ese momento. Sus piernas flexionadas y apenas cubiertas por un pantaloncillo corto descansaban sobre la propia tumbona del jardín, frente a la playa.

Vestía una camiseta algo ancha que había utilizado para dormir. Movió sus pies descalzos y sonrió mientras daba otro sorbo a su café, ultra relajada como llevaba semanas allí en los Hamptons, olvidándose de todo.

Era primavera y después de todo, hacía un día agradable.

Cerró los ojos mientras se recostó mejor y a su mente llegaron unas voces… era Rick la noche que hicieron el amor… diciéndole todas esas tiernas y amorosas palabras. Abrió los ojos y apretó sus labios molesta.

No podía quitárselo de la cabeza.

Pensó que estaba volviéndose completamente loca cuando volvió a escuchar su voz, bastante lejana.

Se levantó con su taza en la mano y cuando miró al interior de la casa allí estaba plantado de espaldas a ella, abrazándose a Martha.

Kate no pudo evitar sonreír y morderse el labio al verle. Llevaba unos vaqueros ajustados. Sobretodo en su trasero. Ese trasero que se le antojaba delicioso y con el que soñaba meterle más de un mordisco.

Se quedó parada en la puerta que daba al patio mirándole detenidamente. Era tan… enorme. Se río pensando que era enorme en todos los sentidos.

Sus brazos largos y con esos bíceps bien formados pero sin exagerar, se movían mientras explicaba algo de la gira completamente emocionado a pesar que no llegaba a escucharle. Pero sabía perfectamente que Castle amaba su trabajo y le entusiasmaba hablar de todo lo que hacía.

Sus ojos siguieron su camino fijándose en su espalda, sus omoplatos, sus hombros…. Daría lo que fuera por ir y abrazarlo, cruzar sus brazos por su cintura y depositar un beso en el centro de su espalda después de haberse desecho de la camiseta verde que vestía en ese momento.

Su corazón se aceleró cuando vio como se pasaba una mano por el cabello que llevaba algo más largo pero tampoco mucho. Ese gesto era tan "de él".

Dio un par de pasos para adentrarse en la sala, Martha la miró y le sonrió y cuando fue a hablarle y Castle justo se giró y le sonrió. Meredith apareció por detrás de ellos.

El rostro de Kate cambió por completo. La sonrisa y las ganas que tenía de correr y abrazarlo se desvanecieron.

Le saludó escuetamente como si hiciera apenas un rato que se hubieran visto y no casi un mes como había pasado y tras hablar con Martha y saludar más brevemente a Meredith pasó de largo.

Por mucho que Castle lo intentó, durante las siguientes horas, Kate lo evitó a toda costa y le fue imposible acercarse a ella y tener un momento a solas, y mucho menos sin sentir la mirada de su madre sobre él o las peticiones de Meredith en todo momento.

No llevaba ni un día en los Hamptons y ni un día con la pelirroja después de su gira por todo el país, que ya estaba agotado.

Meredith se largó a dormir y se quedó a solas con su madre, fregando los platos. Kate se había disculpado tras terminar de cenar y avisó que iría a dar un paseo por la playa y a dormir.

-Ni lo pienses.

-¿Qué?

-Cuando acabes… no saldrás a buscarla. Irás con tu mujer ahí arriba- dijo Martha que terminaba su copa de vino observando a su hijo.

The beginningDonde viven las historias. Descúbrelo ahora