Capítulo 15

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N/A: Siento que este ha sido más corto. Sorry ;) Disfrutadlo!

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Rick esperó nervioso hasta que le avisaron que ya podía pasar. Avanzó por la sala y vio al hombre que le esperaba con tranquilidad, sentado en una mesa.

Suspiró y se sentó frente a él. Estuvo durante un buen momento pensativo y callado buscando las palabras perfectas a la hora de hablar.

Jim le miró y sonrió.

-Chico… no tenemos todo el día.

-Lo sé…- carraspeó -es que… bueno no sé si….

Jim rodó los ojos e hizo una mueca.

-¿Katie?

Castle asintió.

-¿Su viaje a Kiev?

Castle asintió de nuevo.

-Pensé que no… lo sabías, Jim.

Jim alzó una ceja sin comprender por que Rick había pensado eso. Después de todo él había estado unas semanas fuera.

-Ella vino a verme un par de veces con tu madre… me comentó que estaba en la playa- sonrió -Y… ¿Qué quieres saber de eso Richard?

-Yo…- apretó sus puños sobre la mesa sin saber que decir. No iba a decirle que lo único que quería era retener a su hija, a ser posible en su casa, muy probablemente en su cama.

Él lo único que no quería era que ella se fuera, no quería perderla… pero no podía expresarse con facilidad.

-Por cierto, felicidades, hijo.

Rick alzó la mirada sin comprender.

-Katie me ha dicho que vas a ser padre.

Castle asintió. Jim le ofreció una mirada de aprobación y de orgullo. Sonrió y se fundió en un abrazo con el hombre… ese hombre que había sido lo más cercano a un padre que jamás había tenido.

-¿Qué puedo hacer?

Jim le comentó un par de consejos sobre como llevar la paternidad, a pesar de que él, no se refería a su futura paternidad, si no lo que podía hacer para retener a Kate.

Rick salió de aquel lugar más confundido que nunca. No había conseguido su objetivo: Que Jim Beckett pusiera el grito en el cielo sobre las ideas de abandonar el país de su hija y que la convenciera para quedarse a donde pertenecía.

Cuando llegó a casa de su madre, no esperaba encontrarse aquello. La música bastante alta. Supuso que no habría nadie y sin embargo se equivocó encontrándose a Kate en su habitación, moviéndose al ritmo de la música.

Su mirada se perdió en sus caderas mientras la chica guardaba unas cuantas cosas.

Su corazón dio un vuelco por completo.

-¿Qué haces?- dijo apoyado en la puerta.

Kate dio un respingo.

Se giró y le observó mientras su pecho subía y bajaba y su mano reposaba en su torso.

-Dios, Richard. Casi me da un infarto.- Bajó la música.

-¿Qué haces aquí?

-Hola, a ti también.

Rick hizo una mueca.

-No sabía que habías venido- comentó Kate.

-Ni yo. Pensaba que seguías con mi madre, vete tu a saber dónde…

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