5 Minutos juntos, una vida sin ti

XVI: Sintiéndolo, todo tiene un fin

(Narra Tyler)

Han pasado cinco días desde que volvió el padre de Megan a Miami para continuar las vacaciones aquí, y en estos cinco dias restantes, Megan y yo los hemos aprovechado como hemos podido.

Ha habido complicaciones, ya que estábamos toda la familia y era difícil tener momentos a solas, pero los hemos tenido.

Elisabeth ha aflojado con Megan y ahora le habla y la trata mejor que antes, y eso me parece perfecto.

Megan se irá hoy por la noche a Atlanta, mi hermana y yo nos vamos mañana por la mañana hacia Nashville, nuestra ciudad de origen.

Así es, cada uno viene de una ciudad distinta, la única manera de coincidir ha sido esta.

(Narra Megan)

Estoy en mi habitación terminando de preparar la maleta para volver a Atlanta.

La verdad es que estos días han sido muy intensos al lado de Tyler, pero todo tiene su fin, y hay que volver a casa.

Nos vamos por la noche, ahora estamos a mediodía, pero prefiero tenerlo todo preparado ahora que estar corriendo a última hora.

Tyler entra en mi habitación, y yo termino de cerrar la maleta y ponerla a un lado de la cama.

Elisabeth está comprándose ropa, los abuelos en el médico por revisiones rutinarias y mi padre está arreglando unas gestiones de su trabajo.

Se acerca a mi y empieza a besarme, a lo que yo respondo rodeando su cuello y entrelazando mis piernas en su cintura.

Tyler: -Todavía tenemos un rato largo antes de que vuelvan- ronronea en mi oído
Megan: -Pues habrá que aprovecharlo- le dedico una sonrisa pícara.

Continúa besándome y nos vamos quitando la ropa el uno al otro con cuidado.

Coge un preservativo, se lo coloca y nos unimos en un solo ser.

Gemidos es lo único que se escucha en la habitación esta tarde del mes de Julio.

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(Narra Tyler)

Megan se ha quedado dormida, la he hecho mía una vez más, la echaré de menos.

Ella está boca abajo, se le ve tan tranquila.

Acaricio su espalda desnuda con la yema de mis dedos.

Su piel es suave, morena, la mía es morena, pero no es suave como la suya.

Lentamente se despierta y se da la vuelta para después besarme.

(Narra Megan)

Me despierto y beso a Tyler, este es el último momento que tendremos a solas antes de irme.

Empezamos a vestirnos de nuevo y yo salgo a la terraza un momento.

Miami es un sitio bonito, y más desde las vistas que tengo yo.

Oigo el sonido de la puerta de la entrada, me giro y es Elisabeth.

Elisabeth: -Ya estoy aquí- comunica alzando sus brazos en los que lleva multitud de bolsas
Megan: -Hola Lis- saludo
Elisabeth: -Hey Meg- deja las bolsas en el suelo y viene a la terraza conmigo
Megan: -Voy a echar de menos esto- confieso mirando el paisaje
Elisabeth: -Y yo, pero me da a mi que no hablamos de lo mismo- aclara con sus antebrazos apoyados en la barandilla, yo solo niego con la cabeza- bueno a ver, ahora con las nuevas tecnologías es más fácil estar en contacto que antes- se encoge de hombros- ¿te imaginas tener que estarle mandando cartas continuamente? Tyler Esteban José de Todos los Santos, yo, Megan Marina de la Rosa de Guadalupe te escribo para decirte hola- dramatiza con una imitación de un acento mexicano y yo estallo a carcajadas
Megan: -Joder, a tanto ya no- sigo riendo intentando parar- pero si que tienes razón en cuanto a lo de las nuevas tecnologías- admito.

El rato pasa rápido mientras Elisabeth y yo hablábamos en la terraza, se nos unió Tyler, y dejando de lado que me gusta y que hemos tenido todo esto, es un chico muy divertido.

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Acaban de llegar los abuelos, junto a mi padre, en media hora nos iremos hacia el aeropuerto.

Elisabeth y los abuelos están en el salón viendo la televisión.

Mi padre está en su habitación hablando por teléfono.

Y Tyler y yo estamos en la mía, últimos minutos juntos, en cualquier momento, nos tendremos que separar.

Tyler: - Ha sido algo muy bonito- me coge de las manos
Megan: -Si, ha sido tan rápido, como 5 minutos juntos-
Tyler: -Pero va a ser, una vida sin ti-

Y ahí, nos fundimos en un bonito beso.

Los demás han sido apasionados o tiernos, este es esas dos cosas mezcladas y también es un beso necesitado.

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Rose: -Tened buen viaje- nos dice la abuela dándonos un abrazo a cada uno
James: -Cuando lleguéis a Atlanta llamadnos- nos pide el abuelo abrazándonos también.

Terminamos de despedirnos y nos vamos a la sala de espera.

-Vuelo 22481 con destino Atlanta, embarquen por la puerta número 7- avisan por megafonía.

Dave: -Venga cielo, coge tu maleta, que ya nos toca- dice mi padre levantándose de su asiento y cogiendo su maleta negra
Megan: -Si papá, enseguida- le prometo levantándome yo también y cogiendo mi maleta rosa.

Nos encaminamos hacia el avión, mi padre le muestra los billetes a la azafata, esta los marca y nos los devuelve.

Buscamos nuestros asientos, y yo me siento mientras mi padre deja las maletas en el compartimento superior que nos han indicado.

Después se sienta junto a mi y besa mi cabeza.

Yo me he sentado al lado de la ventanilla, miro melancólica a través de ella, pero no puedo llorar, delante de mi padre no.

Pero sin darme cuenta, la lluvia salada de mis ojos, ha empezado a salir ya.

Dave: -Megan, cariño, se que da pena irse de un lugar tan bonito como Miami- habla como si me comprendiera- pero no te preocupes, que ya volveremos a venir y a ver a los abuelos- me promete rodeandome con su brazo
Megan: -Eso espero papá- digo en un hilo de voz abrazándole.

Después de unos minutos, nos advierten que debemos ponernos los cinturones, y así lo hacemos todos los pasajeros.

Empiezan a cerrar puertas y revisar que todo está en orden.

El avión empieza a coger carrerilla, hasta que lo hace, despega.

Lo último que hago, es mirar por la ventanilla y susurrar.

Tyler.