10

1K 100 18
                                    

Malia miraba por la ventana del auto mientras se encontraba la señal de alto en el semáforo, miraba como la gente común y sin conocimiento de lo sobrenatural caminaba por la acera con sus largos abrigos. La tarde estaba fría, más fría de lo que había estado los últimos días y la coyote se encontraba manejando de regreso a casa con el propósito de disfrutar su primer a tarde de vacaciones de invierno al máximo o al menos esa era su expectativa.

—Hola— dijo la coyote saludando a su padre el cual sorpresivamente se encontraba sentado frente al televisor, su padre meneó ligeramente la cabeza en forma de saludo— ¿Qué tal el trabajo?— preguntó la chica recordando que eso era lo que solían preguntar los hijos a sus padres, pero no hubo respuesta, su padre parecía estar perdido con el programa de televisión que se encontraba viendo, así que Malia se rindió y decidió que lo mejor sería ir hasta su habitación.

***

Malia tomo su portátil, aburrida de no tener nada que hacer, a pesar de haberla revisado hace una semana atrás una curiosidad la invadía, encendió el portátil lo más rápido que pudo, sin saber el porqué, y rebuscó en todas las carpetas vacías por algo interesante, pero nada, la pequeña computadora seguía en el mismo estado con el único video que contenía y que seguía incompleto y ella lo observaba recordando la curiosidad que tenía por saber el desenlace del documental improvisado de Stiles, ya que no recordaba completamente ese día, ni aquella cita.

La chica buscó el móvil desesperadamente y tecleó lo que ella recordaba eran los dígitos del número de Stiles, el primer tono sonó y fue ahí cuando la coyote se arrepintió, estaba corriendo desesperadamente a una persona que había tratado con tanta frialdad soló por un video, un video el cuál no contenía y que tal vez Stiles tampoco tendría, después de todo habían terminado, y si ambos querían avanzar necesitaban olvidarse de todo, olvidarse de que tuvieron una relación y tal vez si conseguían eso, tal vez podrían ser amigos.

Finalmente, Malia colgó el teléfono, afortunadamente Stiles tampoco había tomado la llamada y eso en cierto sentido le provocaba una sensación de alivio, Malia se tiró en la cama, exhausta por su último día mirando el techo y pensando. La coyote volvió a coger el teléfono móvil pero estaba vez no llamó a Stiles, sino a Kira, puesto que dentro de dos días ambas partirían junto con los Yukimura a una especie d campamento que elaboraban cada año, le faltaban algunas cosas por empacar, cosas que Malia no tenía ni idea de cómo usar ni mucho menos de como empacar, así que decidió llamar a su mejor amiga, pero no hubo respuesta, intento con Lydia pero tampoco hubo nada por parte de la banshee y en eso recordó

—El baile de invierno— susurro para sí misma y soltó una maldición en voz baja, ahora tenía sentido que nadie estuviera.

—¿Iras?— recordó que Lydia le había preguntado y ella solo se había limitado a asentir ligeramente.

La coyote miró la hora, y dedujo que el baile había comenzado, pero si se apresuraba, aún podría llegar. La coyote se paró de un saltó de la cama y se dirigió a la ducha.

***

—¿Estás seguro de que quieres entrar Stiles?— le pregunto Scott a su mejor amigo Stiles el cual se encontraba sentado a la derecha del asiento del conductor.

—Dijiste que debería tener algo de diversión y eso es lo que tendré hoy— o intentaré tener, pensó Stiles, por alguna razón había accedido a venir a un baile escolar sin tener ninguna pareja

—Bien y ¿con quién bailaras?— preguntó el alfa alzando ambas cejas

—Si es necesario una pareja, entonces Liam puede ser mi pareja— menciono el chico sarcásticamente

—¡Hey!— protestó el beta— yo tengo una pareja ya

—Era solo una sugerencia— mencionó el pálido chico bajándose de su jeep el cual recientemente había vuelto a utilizar

***

Malia había llegado hasta el gimnasio donde se encontraba el baile de invierno, portaba un vestido que había comprado un largo tiempo atrás un día que ella, Kira y Lydia habían ido de compras y que nunca había utilizado hasta ahora. Se acercó hasta la mesa donde se encontraban los aperitivos y se sirvió algo de ponche el cuál bebía con lentitud mientras observaba a los demás presentes bailar alocadamente por la pista o aquellos que se escondían en los rincones con su pareja para iniciar una sesión de besos y desde luego estaban aquellos, con ella que habían ido sin tener una pareja que invitar ni la con que bailar o si quiera alguien con quien hablar, tampoco había señales de donde estaba el resto de la manada, pero algo llamó la atención de la coyote, ahí parado al lado opuesto de la habitación se encontraba Stiles, el cual al parecer, también estaba solo.

La coyote camino sin pensarlo dos veces hasta él, no sabía por qué, ni el motivo de porque sus piernas se movían en su dirección y Stiles lo notó y también comenzó a moverse con lentitud hasta ella.

—¿Disfrutas de la fiesta?— se atrevió a preguntar Malia

—Podría decirse que la estoy disfrutando tanto como tú en estos momentos— le dijo el chico mientras hacía media sonrisa sarcástica, por alguna razón ninguno de los dos encontraba la necesidad de medir sus palabras y Malia respondió mirando a Stiles fijamente— ¿Quieres bailar?— se atrevió a preguntar Stiles rápidamente dándose cuenta de lo peligrosa que había sido la pregunta

Malia lo miraba fijamente, había una parte de ella que le decía que olvidará todo lo ocurrido y aceptará, y había otra parte de ella quería negarse, pero al mismo tiempo estaba cansada de tener un conflicto interno con ella cada vez que se encontraba con Stiles— Sí— dijo al final mientras ella y Stiles se dirigían lentamente a la pista de baile.

Broken Hearts ▸ Stalia ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora