Capítulo 6

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Tras ese comentario, Jack cerró la puerta otra vez y desapareció tras ella. Cuando recuperé el aliento me encontré con la fija mirada de mi amiga.

- ¿Y eso de gatita?- pregunta haciendo gestos de gatita.

- No lo sé ni yo.

- Bueno cambiando de tema, ¿hoy fiesta no?- dice mirándome con una sonrisa.

- Ya sabes que no me gustan mucho las fiestas Jess- le digo con una mirada de reproche.

Y entonces el oso volvió a salir de la cueva.

- ¿A qué adolescente no le gusta la fiesta?- pregunta partiéndose de risa.

- Pues a mi, campeón.

- Eso es porque nunca has ido a una conmigo... gatita- esa última palabra causa en mi unos escalofríos increíbles, y además, me estaba mirando de una forma tan intensa...

Entonces Jess se hizo presente interrumpiendo el concurso de miradas.

- Perfecto, pues hoy vienes con nosotras y le demuestras que las fiestas estan hechas para ella.

- No creo que sea buena idea...- digo lanzando una mirada de advertencia a Jess.

- ¿Qué pasa gatita? ¿Tienes miedo del león?- pregunta arqueando las cejas.

- ¿Miedo de ti? ¡Ya quisieras!- digo mientras su sonrisa crece- ¿a qué hora nos vamos?

- ¡Bien! Prepárate, en una hora salimos.- dice Jess dando un saltito hacia su habitación.

Decido ir a hacer lo mismo que ella y voy a mi cuarto para arreglarme. Quiero estar increíble esta noche para poder demostrarle a Jack de lo que soy capaz. Revuelvo entre mi maleta en busca del vestido perfecto y lo encuentro. Se trata de un vestido de color rojo, que me queda bastante por encima de las rodillas y con un escote de palabra de honor, en el medio tiene un bonito lazo que acentúa mis caderas.

Salgo corriendo al baño y empiezo a pensar que hacer con el desastre que tengo por pelo. Decido hacerme una trenza de espiga que para mi sorpresa me sale bien a la primera. No soy de esas chicas que se echan kilos y kilos de maquillaje así que me decanto por un maquillaje claro. Un poco de sombra de ojos, un poco de gloss y me hago la raya para resaltar mis ojos.

Una vez pasada por chapa y pintura escucho voces fuera del baño. Es hora de salir. Abro la puerta.

Jess aún no ha salido de su cuarto. Pero Jack sí. Esta de espaldas a mí, sentado en el sofá. Creo que está escuchando música y por eso no se ha enterado de que he salido. Empiezo a caminar hacia el sofá y me siento en un sillón en frente a él. De repente levanta la vista y me ve, puedo apreciar como traga saliva de una manera forzada. Pero rapidamente recupera la compostura.

- Vaya, vaya... la gatita sabe arreglarse- dice con una sonrisa torcida.

- ¿Es todo lo que vas a decir?- pregunto cabreándome por momentos.

- La verdad es que...- comienza a decir pero Jess entra en la habitación y lo interrumpe.

- ¡Guau! Mel, ¡estas increíble! Espera... ¿soy yo o te han crecido las tetas?- perfecto, Jess tan directa como siempre.

- Jess...- le digo entre dientes arqueando las cejas hacia Jack- no creo que sea el momento...

- Oh, tranquila gatita, si quieres bajarte el vestido para mostrarlas haz como si yo no estuviera- dice guiñándome un ojo.

- Ni en un millón de años, campeón.- le digo con una sonrisa falsa.

- Dios que asco dais, parecéis un matrimonio- dice Jess riéndose.

- Bueno, ¿nos vamos ya?- digo cambiando de tema.

- Sí anda, yo conduzco Jess.- dice Jack

- Ni se te ocurra emborracharte entonces- dice Jess con una mirada de reproche.

- No lo haré mamá- dice Jack riendo entre dientes.

Jess suelta un soplido y yo voy detrás de ella para irnos a la fiesta. Detrás mío viene Jack. No lo he visto, pero lo sé.

- ¡Mierda! Se me han olvidado las llaves arriba, voy a por ellas, ¿me acompañas Melissa?- dice Jack. Asiento lentamente.

- ¡No tardéis que hace mucho frío cabrones!- nos grita Jess.

Estamos subiendo en ascensor cuando este se para en seco. Miro a Jack preocupada.

- No te preocupes, pasa todos los días, tardará unos cinco minutos en volver a funcionar. - dice él. Genial, cinco minutos con Jack.

- Respira gatita, en un momento salimos- dice con una sonrisa tranquilizadora.

- ¿Por qué?

- ¿Por qué qué?- pregunta confuso.

- ¿Por qué me llamas gatita?

- Porque maúllas mucho pero no arañas- dice con una sonrisa.

- Pues no me gusta, que sepas que te voy a llamar campeón hasta que dejes de llamarme gatita.- digo con un puchero.

- Oh, pero hay una diferencia gatita, a mi me gusta mucho mi apodo, ¿sabes por qué?

- ¿Por qué?- pregunto con un hilillo de voz.

- Porque yo siempre gano, gatita, siempre gano.

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Espero que os haya gustado el capítulo  ♡

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