Me despierto poco a poco, gracias al olor a café que me viene de la cocina. Parece mentira que este sea mi segundo día en Nueva York.
De momento todo ha ido bastante mal, un tipo casi me viola, mi mejor amiga prácticamente vomitándome encima y un compañero de piso odiosamente sexi.
Perdón, quería decir odiosamente insoportable.
Mientras me levanto me doy cuenta de que sigo con el vestido de ayer puesto. Así que para parecer un poco más normal me cambio de ropa y me visto con unos simples tejanos y mi camiseta favorita.
Una vez lista, dejo que el delicioso olor a café me guíe y acabo en la cocina. Veo que el café aún se está preparando y me acerco para ver cuanto le falta.
-¡Alto! ¡Manos arriba ladrona del café!-chilla alguien detrás de mi. Y como me suponía, es Jack.
Poco a poco me alejo del café y ordeno a mis pies que vayan de nuevo a la habitación.
-Eh gatita que era una broma, no me voy a beber yo todo ese café, la mitad es tuyo.
Me dice con la mirada que me siente y él termina de preparar el desayuno. Una vez terminado me da una taza y se sienta a mi lado.
-¿Cómo está Jess?
-Creo que ahora está bien, logré que dejara de vomitar hace una hora.
-¿Y no has dormido nada?-pregunto asombrada, no parece para nada cansado.
-Sí, pero estoy acostumbrado a no dormir.
No le pregunté el por qué, me dio la sensación de que ese tema le incomodaba.
-Me acabo de dar cuenta de que aún no has visto nada de Nueva York-dice él de repente.
-Ya, esperaba poder ir hoy con Jess pero me da que hoy no saldrá de la cama en todo el día.
-Si quieres podemos ir hoy a dar una vuelta por ahí o algo... No tengo nada que hacer... Así que podría ser tu guía-dice mientras se rasca la cabeza incómodo.
-O simplemente podrías fingir ser mi amigo-Mierda, ¿de verdad le acabo de decir eso?
-Créeme, no me hace mucha falta fingir gatita, prepárate en media hora nos vamos-dice guiñándome un ojo.
Antes de que pudiera responder, recogió sus cosas del desayuno y se dirigió a su habitación.
Mientras recogía me di cuenta de que no me había dicho adonde íbamos a ir, pues tenía que saberlo a la hora de vestirme.
Me acerqué hasta su puerta y di un leve golpecito con los dedos. De repente la puerta se abrió y me encontré con el pecho de Jack sin camiseta. Sus músculos estaban levemente marcados lo cual quedaba la mar de atractivo, tenía unos abdominales que parecían haber sido cincelados por los dioses y una marcada V que no dejaba mucho a la imaginación. Obligue a mis ojos a subir la mirada hasta la de Jack, y con dificultad pregunté.
-¿A donde vamos a ir?... Necesito saberlo para vestirme.
-¿Qué pasa que si no te lo digo irás desnuda? Porque de ser así me llevo el secreto a la tumba.-dice sonriendo el muy capullo.
Me doy la vuelta hacia mi habitación pero él comienza a hablar.
-Será una sorpresa, pero con eso que llevas vas bien. Bueno, con todo vas bien.
-Vale... Gracias supongo...-dije incómoda.
Media hora después ya estaba lista para salir a comerme Nueva York. Jack no quiso decirme a donde íbamos y yo temía que me fuera a secuestrar o algo. Todo era muy extraño y él parecía nervioso.
Después de un rato que me pareció un año, Jack aparcó el coche. Yo impaciente salí del coche y me puse a mirar a mi alrededor mientras Jack abría su maletero.
Ya sabía donde estaba. Central Park, como no.
-¿Qué te parece? ¿A la altura de tus expectativas?-me preguntó con una sonrisa en la cara y una cesta en la mano.
-Sin duda, a la altura y mucho más-dije feliz.
- Genial, tenía miedo de que no te gustara, así que ahora te alegrara saber que he preparado un picnic, y muchas más cosas...
Yo con una sonrisa y un poco sonrosada por lo último que había dicho, deje que tirara de mi hacia el interior de ese sitio sobre el que tanto había oído hablar en libros y tantas veces había visto en fotos.
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Amo odiarte
RomanceTras cumplir 18 años, Melissa solo piensa en coger sus maletas y trasladarse a Nueva York para vivir con su mejor amiga la vida neoyorquina que tanto desea. Todo parece de color rosa en la vida de Melissa hasta que su amiga, días antes del traslado...