11. Recuerdos

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Me levanto aún confundida con el sueño que hace unos minutos había tenido. Arthur y yo. Era todo tan real...  Aún puedo recordar el sabor de sus labios y como masajeaban los mios. Era todo tan perfecto que no podia ser real.

¡Carla deja de pensar en eso! - me regaña mi subconsciente.

Es como un disco rayado en mi mente, no puedo sacarmelo por más que quiera.

Y estar aquí sentada pared junto a pared con él no ayuda mucho. Así que decido ir a dar un paseo por California, que decididamente me encanta.

California y sus paseos, y ni hablar de la playa.

Pero bueno, con lo que pasó el primer día tengo algo de miedo.  Espero superarlo y bañarme en uno de sus preciosos mares antes de que el verano finalice.

Bajo las escaleras decidida, confiando en que no lo voy a ver.

Una vez en el salón estoy a salvo de Arthur. Empiezo a respirar con calma y a relajarme.

Estoy dispuesta a salir por la puerta hasta que veo una foto caida en el suelo. Me apuro a recogerla y volverla a poner en el aparador. Pero antes le hecho un vistazo.

En ella salian cuatro personas, todas ellas sonrientes. Una mujer adula que llevaba en brazos a un bebé de unos dos años mientras sonreia alegremente.

Imagino que esa debe de ser Mery, y el de sus brazos tiene que ser Arthur.

Un Arthur muy pequeño y también con una gran sonrisa (es la única vez que le veo sonreir, y tiene que ser por una fotografia).

A su lado hay un adulto algo más envejecido de pelo castaño, que sostiene a una niña rubia de unos cinco años. Ésta está abrazada al cuello de él y con la otra manita sostiene la de Arthur.

Sonrío al ver esa imagen, esa familia feliz. Al ver la forma en la que Arthur sonríe mientras dedica una dulce mirada a esa niña rubia.

Ella, se la devuelve mientras mira al señor.

Mery también tiene el semblante feliz.

Imagino que ese es el tiempo en el que ellos eran felices, imagino que esa debe de ser su familia.

Se les ve tan felices, que...

-¿Carla? - oigo a Arthur bajar por las escaleras.

Oh, mierda. - no deja de decir mi subconsciente.

Escondo la foto rápidamente e intento disimular lo mejor que puedo.

Intento.

-¿Qué haces aquí? - le pregunto fingiendo una sonrisa.
-Vivo aquí -dice mientras suelta una risotada, que se desvanece cuando ve la foto que tengo entre mis manos.

Me mira con odio y rabia, y maldice mientras se acerca rápidamente a mi.

-¿Qué hacías con eso? -replica enfadado.
-Yo... Lo siento, no sabía que.... Estaba en el suelo. -escupo palabras intentando excusarme.
-Mierda, mierda ¡mierda! Esto no puede estar pasándome. -gruñe mientras se lleva las manos a la cabeza. -sabía que algún día tendría que contártelo, pero esperaba que ese día no fuese hoy.
-Contarme ¿qué? -digo intrigada.
-Será mejor que te sientes.


Una vez sentados en el sofá, Arthur se aclara la garganta para volver a hablar.

Pero antes, coge la foto que antes sostenía yo, y la mira con nostalgia.

-Éramos felices, ¿eh? -dice mientras acaricia la foto con el pulgar.
-Sí... -digo yo, algo extrañada. -¿qué pasó?
La expresión de Arthur se torna completamente, pasa de nostalgia a tristeza.
Traga fuerte antes de hablar -Eso pasó hace muchos años. Yo tendría unos seis, quizá. Tú eras más pequeña.
-Espera, ¿yo? -lo interrumpo algo extrañada.
-Sí, tú. -dice mirándome directamente a los ojos. -Nos conocíamos de pequeños, Carla. Sólo que tú eras demasiado enana para darte cuenta.
-Yo... -antes de que pueda seguir, me interrumpe.
-Ese día hacía mucho calor, lo recuerdo. Te ahogabas con la humedad y no era nada cómodo. Hacía mucho aire, pero era caliente y agonioso. Pero aún así, nuestros padres habían quedado juntos para cenar. Entonces cogimos el coche; Mery, Steve (mi padre), Madeline (mi hermana pequeña) y yo. Llegamos a tu casa y tú madre nos abrió, como siempre sonreía. Pero tenia un bulto en las piernas, como un moño colgado. Una niña rubia pedía a gritos a su madre una galleta más de chocolate. Ahí fue cuando te conocí, me miraste y sonreíste. Y ahí fue cuando te conocí y vi por primera vez tú sonrisa y...

Oímos una puerta abrirse, y por ella aparece una silueta femenina.

-Chicos, ¡qué sorpresa! como me alegro de que estéis juntos y que os llevéis bien. -aparece Mery por la puerta, luciendo una gran sonrisa, pero esta es falsa. Ella, al contrario que Arthur no se percata de la foto que éste sujeta. Simplemente pasa de largo y va a la cocina.

Una vez lo hace, Arthur parece haber recuperado el conocimiento y vuelve a a hablar.
-No puedo hacerlo, lo siento. -dice frío mientras abre la puerta de la gran mansión y se va. Dejándome más rayada de lo que ya lo estaba.

Dejándome con miles de dudas en mi cabeza.










Hey babes💜 he vuelto. Siento no haber actualizado antes CE, pero he estado muy ocupada con mi otra novela Cerrando los ojos. Porque no sé si presentarla a algún concurso, por eso tengo que finalizarla y me ha llevado más tiempo.

- ¿creéis que me debería presentar al concurso? Tengo miedito u.u

Pero he vuelto y os prometo que vengo con novedades y próximos capítulos.

Espero que este os haya gustado, votéis y comentéis si queréis más Carla y Arthur.

PD: he cambiado la portada, espero que me digáis si os gusta.

Y decidme también cuál prefieres, la antigua o está. (La de SCEN también está cambiada).

¡Nos vemos en el siguiente capítulo!

Os quiero.

Clara.

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⏰ Última actualización: Jul 05, 2016 ⏰

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