Eran respiraciones aceleradas, cuerpos agitados y sudorosos, corazones que latían muy rápidamente, suspiros prolongados a cada segundo y jadeos continuos.
—¡Más rápido, Eunwoo!
Sentían las piernas a punto de desvanecerse, y sus extremidades casi perdían la fuerza.
—¡Ya voy!
Justo después de pronunciar aquello, Eunwoo se tropezó y cayó. Pero, segundos después se encontraba reanudando su carrera.
—¡Hey, Hoshi, ven aquí! —gritó Bin mientras corría detrás del cachorrito.
Pero al pequeño y travieso Hoshi no le importaba que sus cuidadores llevaran casi veinte minutos persiguiéndolo, después de que se escapara de su casa cuando Bin dejó la puerta delantera abierta.
Luego de unos minutos más, por fin lograron atraparlo. Eunwoo lo sostuvo entre sus brazos mientras le daba una gran reprimenda por haberlos hecho correr tanto, recibiendo como respuesta movimientos de cola frenéticos, y pequeñas lamidas también. Parecía haber disfrutado la tortura que les hizo pasar a los dos chicos.
—Ve a jugar, Hosh —cuando llegaron a la casa, el más alto lo dejó en el suelo para que pudiera ir al patio con sus juguetes, cosa que Hoshi hizo rápidamente, corriendo hacia afuera y balanceando su colorido collar, el cual tenía escrito"Naega Hosh".
—No sé en qué momento se me pudo olvidar cerrar la puerta... —se lamentaba Bin, recordando que prácticamente había sido culpa suya.
—No es novedad que se te olviden las cosas. Como mi cumpleaños, por ejemplo...
— ¡Bebé, ya te he dicho que lo siento! Y sólo se me ha olvidado dos veces.
— Han sido cuatro.
— ¡Sólo cuatro veces!
Una ola de reclamos se hizo presente. Eunwoo le decía que él nunca se había olvidado de su cumpleaños, a diferencia suya, que no se olvidó sólo una sino cuatro veces, lo cual es una de las peores cosas que un novio puede hacer, a lo que Bin respondió que no es para tanto, porque al final siempre le compra regalos y pide disculpas miles de veces, y además, los festejos de cumpleaños están sobrevalorados.
Continuaron discutiendo y no se dieron cuenta cuando Hoshi regresó adentro, manchado de lodo y tierra, y comenzó a correr por todo el lugar, ensuciando el piso.Transcurrieron varios minutos hasta que Bin pudo reaccionar.
—¿Hueles eso? -preguntó, y Eunwoo trató de oler lentamente.
—Huele como a...
—Tierra húmeda.
Después del asentimiento de Eunwoo, ambos inspeccionaron todo con calma, y se dieron cuenta de las huellitas y manchas que habían.
—Hoshi...
Era su día libre del trabajo. Se suponía que debían cuidar a Hoshi mientras su amigo —el dueño del cachorrito y la casa— salía. Estaba a punto de llegar y habían prometido tener la casa limpia, por lo que ignorando momentáneamente a Hoshi, se dispusieron a limpiar y arreglar todo rápidamente. Y por supuesto, a bañar al cachorro.
Lograron terminar justo a tiempo, pues al guardar los utensilios de limpieza, escucharon el auto de su amigo estacionándose. Estaban aún más cansados que hace un rato, pero aún así se mostraron normales y calmados.
—¡Minghao! —exclamaron ambos al verlo entrar por la puerta.
—He vuelto, chicos —esbozando una sonrisa, dirigió su mirada al patio—. ¿Dónde está mi pequeño Hoshi, eh?
Al escucharlo, el cachorrito corrió hacia él moviendo su colita, y Minghao lo tomó en brazos.
—¿Se portó bien? —preguntó acariciando su cabeza.
Eunwoo y Bin se miraron uno al otro, para después sonreír intentando mantenerse calmados.
—Claro, muy bien.
—Me alegra. Muchas gracias por cuidarlo. A Soonyoung y a mí nos llora el corazón cuando no podemos llevar a nuestro bebé con nosotros, pero, nos tranquiliza que se quede con ustedes.
Se quedaron a conversar un rato con él como de costumbre. Eran todos muy buenos amigos y los unían lazos especiales y curiosos. Minghao y Eunwoo eran amigos de infancia, al igual que Bin y Soonyoung, el novio de Minghao. Verdaderamente fue plan del destino que terminaran saliendo entre ellos y siempre bromeaban con el tema. Bin y Eunwoo deseaban ver a Soonyoung también, pero, avisó que tuvo un imprevisto y no llegaría sino hasta dentro de unas horas, y que no quería hacerlos esperar tanto tiempo. Después de acordar verse el próximo fin de semana, la pareja se despidió de su amigo presente y salieron de la casa.
—¿Quieres que vayamos a algún lugar ahora que tenemos el resto del día libre? —cuestionó Bin mientras caminaban.
—Quiero que vayamos a casa a dormir —un adorable puchero se formó en sus labios.
—Estoy completamente de acuerdo.
Dicho eso, tomó su mano delicadamente y continuaron con su caminata hasta llegar a su hogar.
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Pasen por la historia Binwoo de _bangtanshidae ~^u^.
Normalmente yo no dejo notas en los capítulos de mis historias pero esta vez sí (?).
¡Gracias por leer!✨
Esta parte fue algo corta :( pero trataré de actualizar más seguido, y con capítulos más extensos, huehue.Mi fabulous beta Blueberry7u7 hijo de mi corazón que colaboró en esta parte, gracias 💞.
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Coffee Shop ; Binwoo ‹ ASTRO ›
FanficUn amor secreto se esconde entre las paredes de una pequeña y acogedora cafetería. Le rodean miles de sonrisas, cientos de coqueteos a cada minuto del día, susurros continuos y muchas tazas de chocolate caliente.