Los ingredientes yacían sobre la amplia mesa del comedor, recién traídos del supermercado. Los coloridos delantales estaban colgados en una de las pequeñas sillas justo a un lado de la estufa.
Los jóvenes totalmente preparados para comenzar con su divertida preparación del postre. Manos limpias, utensilios lavados, secos y en orden, y la mesa desocupada con mucho espacio.—Bien, según la receta que Rocky nos dió... —Eunwoo tomó entre sus manos un pequeño papelito, en donde se encontraba el procedimiento que debían seguir para preparar el pastel—. Primero debemos precalentar el horno, y, eso. Ehm... No entiendo lo demás, su caligrafía es horrible —Murmuró pasándole el papel a Bin, logrando que este se burlara.
—Veamos, uhm... Debemos colocar las frambuesas en la batidora con un poco de azúcar, y batir.
El mayor se apresuró a hacer lo que Bin había leído, y en unos cuantos minutos la mezcla de frambuesas estaba lista.
—Bien, ahora necesitamos batir los demás ingredientes. ¿Me pasas los huevos? —Señaló indicándole el lugar en donde se encontraban: al otro extremo de la mesa.
—Claro —Eunwoo se posicionó más cerca de la mesa, estirándose frente a Bin para alcanzar los huevos, de una manera un tanto coqueta, o al menos eso pensaba—. Aquí tienes.
—Gra... cias —A Bin le pareció divertido lo que había intentado hacer, y la verdadera intención no fue precisamente ésa.
Mientras batían los huevos junto al azúcar y una porción de la mezcla de frambuesas, un poco de harina se derramó, lo que Bin aprovechó para jugarle una broma a su novio, quien estaba concentrado mirando el tazón batiendo.
—Hey, bebé —Pronunció con un tono juguetón, y cuando Eunwoo levantó su rostro para mirarle, Bin tomó un puño de harina y lo arrojó a su cara.
—¡Binnie!
Eunwoo estaba cubierto del blanquesino polvo, y Bin estallaba en risas. Frotaba sus ojos para poder mirar bien, y cuando lo logró, no dudó en responder a su repentino ataque con uno exactamente igual.
Bin no sólo estaba cubierto del rostro, sino también del cabello y pronto de las demás partes de su cuerpo.
Una guerra se desató. Harina volando por doquier, tazones cayendo y muchas risas inundando la pequeña cocina color azul, con papel tapiz de zanahorias.—¡Ya, ya no quiero! —Exclamó Bin al huir de los lanzamientos de Eunwoo.
—¡Tú empezaste! —Rió disfrutando de su tierna reacción y sus agudos gritos de gato.
—Bien, bien, lo siento, amor. Tú ganas —Al pronunciar lo último, Eunwoo le arrojó más harina, pero, pudo esquivarla al agacharse bajo la mesa—. ¡Dije que tú ganas!
—De acuerdo, es suficiente. Ven acá —Sin dejar de reír, le estrecho sus brazos, tomando luego un trapo para poder limpiarlo un poco. Bin se acercó con lentitud, aceptando el divertido abrazo. Y pasados unos pocos segundos, le tomó con fuerza y logró que terminaran en el suelo, con más harina cubriendo sus cuerpos.
—Sabía que harías eso —Eunwoo suspiró cansado, dejando caer su cabeza en el suelo. Bin se acercó mucho a él y comenzó a hacerle cosquillas, provocando risas y uno que otro reclamo.
El mayor se levantó huyendo, y Bin lo siguió, corriendo tras él alrededor de la mesa.
Entre sus carreras, el menor se tropezó y el tazón de vidrio con la mezcla del postre cayó al suelo, provocando un sonido de impacto.—Oops... —El de mirada felina cerró fuertemente sus ojos, esperando el regaño. Como un pequeño niño después de haber roto el florero favorito de mamá. Pero, para su sorpresa, sólo logró escuchar risas provenientes del más alto.
—¿Por que eres tan adorable? —Se lanzó hacia él, depositando suaves besos en sus mejillas.
—¿Qué tipo de reacción es ésta, eh? ya me creía chico muerto.
—¿Quieres que te regañe y te haga limpiar eso ahora como toda persona responsable?
—No, estoy bien así, sólo continúa besándome —Esbozó una sonrisa, disfrutando de los mimos que le proporcionaba.
—Tonto.
Los besos y cariños siguieron sin parar por lo que restaba de esa tarde. No les importó más la receta de Rocky, ni el desastre de la cocina, mucho menos el tazón roto y la mezcla derramada. Tan sólo disfrutaron de su compañía y de la atmósfera romántica que se había formado. Se preocuparían de lo demás después.
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Coffee Shop ; Binwoo ‹ ASTRO ›
FanfictionUn amor secreto se esconde entre las paredes de una pequeña y acogedora cafetería. Le rodean miles de sonrisas, cientos de coqueteos a cada minuto del día, susurros continuos y muchas tazas de chocolate caliente.