Aquella mañana de mayo había amanecido tan clara y despejada que _____ había tenido que ponerse las gafas de sol nada más salir de casa.
En aquel momento permanecía en el centro de un pequeño campo de tiro al arco, situado cerca de un serpenteante arroyo del rancho Hopechest.-Lo más importante es la postura -le dijo al adolescente que tenía a sólo unos metros de ella.
-Sí, la postura -Johnny Collins la miró con atención y volvió a colocar el pie derecho.
_____ sabía que la creciente habilidad de Johnny con el arco estaba muy relacionada con el aumento de una autoestima que el abandono de su madre había erosionado años atrás. Desde aquel abandono, su padre había comenzado a beber y ha- bían terminado despidiéndolo del trabajo. Antes de que eso ocurriera, Johnny, con sólo catorce años, se había puesto a trabajar en un establecimiento de comida rápida. Días después, lo habían descubierto sacando dinero de la caja registradora. Cuando un trabajador social había descubierto que robaba para comprar comida para él y para su padre, había decidido trasladarlo a Hopechest.Desde entonces, varios psicólogos y voluntarios estaban trabajando con Johnny. Gracias a Drake Bieber, había aprendido a montar y a responsabilizarse del cuidado de los caballos. Y _____ sabía que, con mucho trabajo y la misma cantidad de suerte, la vida de Johnny podía llegar a cambiar.
Al igual que había cambiado la suya al llegar a Hopechest.
Aunque trabajara allí como psicóloga, el rancho se había convertido en un refugio para ella, al igual que lo era para los niños y adolescentes que llegaban hasta allí gracias a los esfuerzos de trabajadores sociales, policías y algunos jueces. Para muchos de aquellos niños, el rancho era el primer hogar estable que conocían. Otros, que asociaban el hogar y la familia con los abusos físicos o emocionales, encontraban en Hopechest un lugar seguro, donde nadie podía hacerles daño, ni asustarlos, ni hacerles sentirse terriblemente solos.Durante la infancia, _____ se había sentido muy sola.
Aunque la gente de su madre la había rodeado de amor y comprensión, _____ sabía que su padre la había enviado a la reserva porque ella era diferente. Una diferencia de la que había sido consciente cuando, en el primer colegio al que asistía, le había dicho a su profesora que ese día iba a ocurrir un accidente en el patio. Minutos después había tenido lugar el accidente que _____ tan vividamente había visto en su cerebro. A partir de entonces, sus compañeros de clase habían comenzado a llamarla Princesa vudú y Sabelotodo.
Su más intenso recuerdo de los días de colegio era el de las horas que pasaba encogida detrás de su pupitre, deseando desesperadamente ser igual que los demás.
Con el tiempo, había llegado a acostumbrarse a ser diferente. Había aprendido el valor de la discreción y había comprendido que sólo podía confiar en aquellos del linaje de su madre, que aceptaban y reverenciaban su don. Y sólo en una ocasión desde aquel día del patio había vuelto a equivocarse.Durante el último año de universidad, se había enamorado de Paúl Porter, un hombre al que le había entregado su corazón y sus secretos. Al igual que su padre. Paúl no era capaz de asimilar que fuera diferente. De modo que se había alejado de su lado, dejándola con el corazón destrozado. Durante el año que llevaba en Hopechest, su corazón había comenzado a sanar y ella había iniciado una nueva vida con la que se sentía segura y satisfecha.
Hasta que la noche anterior se había descubierto en los brazos de Justin Bieber. Incluso en ese momento, mientras observaba a su alumno encajar la flecha contra la cuerda del arco y tensar la cuerda con la mano derecha, _____ sintió un estremecimiento provocado por el deseo. Un deseo que no podía arriesgarse a sentir.
De modo que no se arriesgaría. Al fin y al cabo, Justin y ella sólo habían compartido un par de besos. Nada más. Y el hecho de que se hubiera permitido perder el control durante irnos minutos no significaba que fuera a volver a hacerlo.
El recuerdo del descaro con el que había entreabierto la boca en una muda invitación, o de cómo se había fundido contra él, cubrió sus mejillas de un rubor que no tenía nada que ver con el calor de la mañana.
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Enamorada del sospechoso
Teen FictionTenemos que casarnos... o lo pasarás muy mal" Al convertirse en el principal sospechoso del intento de asesinato de su tío, el guapísimo Justin Bieber tuvo que arriesgarlo todo para demostrar que le habían tendido una trampa. Afortunadamente, no es...