Una noche de despecho y desahogo, bastante memorable y todavía incomprensible fue, en efecto, el primer encuentro entre Kwon Yuri y Lim Yoona.
Luego de preguntárselo a Cristal, confirmó que Jessica se iba a casar en tres semanas, y por si fuera poca toda esa conmoción, la habían invitado. Se había prometido a si misma que no iría, así nunca olvidaría a Jessica, incluso cuando Krystal le pregunto reiteradamente si estaba segura acerca de no asistir a la boda ella solo contestaba «Realmente no tengo ganas de ir». Se sentía segura acerca de no querer ir, por lo tanto, no comprendía que hacía en ese lugar. Estacionada a una cuadra de donde se supondría que se realizaría la ceremonia, estaba nerviosa, la mujer que amaba estaba a solo unos metros de ella, apunto de liar su vida con otra persona.
Creyó que llevaba un largo rato allí así que decide bajarse del auto solo para tomar aire. Escucho voces, caminó hacia la iglesia, la vio. Más hermosa de lo que creyó alguna vez poder llegar a presenciar, mas radiante que en cualquier situación donde hayan estado juntas, pero, sobre todo, se veía feliz. Totalmente feliz, al lado de otra persona.
Ni siquiera se molestó en asistir a la celebración, ya había tenido suficiente tortura. Su hermano Brandon le dio su espacio, Yuri podía llegar a ser muy susceptible cuando estaba triste.
A las afueras de la ciudad, se encontraba aquel club de mala fama al cual la morena solía ir cuando estaba en la preparatoria. Ahora se dirigía ahí, sabe que esa zona no es muy poblada así que se excede en el límite de velocidad.
El exótico olor proviniendo del interior era algo que echaba de menos. Habían pasado varios años desde que había dejado las apuestas, pero ahí estaba. Con el corazón roto y sin amor propio.
Un hombre de quien Yuri está segura de conocer pero que no recuerda su nombre la detiene en la entrada. En ese lugar no dejan entrar a cualquiera.
—¿Nombre?
Cinco años sin pisar ahí y se siente como si hubiese sido ayer.
—Black Pearl.
—No conozco a ninguna Black Pearl.
Si no la dejaban entrar era capaz de hacer un reproche, no se iba a ir de ahí.
—Pero yo sí, déjala entrar.
Una mujer se asomó por la espalda del guardia de entrada.
Yuri no tenía idea de quien era, jamás la había visto.
Una vez dentro, decide hablarle.
— ¿Cómo es eso de que me conoces?
—He oído hablar sobre ti y en cuanto te vi supe que eres tal y como te describen.
—¿Exactamente qué has oído de mí?
—Black Pearl, ganadora de cientos de apuestas, quien ha humillado a un montón de empresarios y que se ganó el respeto de este club.
Era muy poco decir que lo que acababa de oír era una exageración. La palabra humillar no se encuentra en ninguna de las acciones que haya realizado Yuri en el pasado.
Pero esa mujer parecía tener cierta autoridad así que sería mejor no contradecirla.
—¿Quieres venir con nosotros?
—¿Con quiénes?
—Ven y verás.
La mujer la dirigió hacia una parte del club donde había un grupo de personas, todas vestidas con traje y atuendos formales.
—Señorita ¿A dónde se fue?
—Todos, presten atención, esta es Black Pearl.
Sonó como una especie de hechizo porque ahora todos la estaban mirando. Yuri se preguntó desde cuando dejaban entrar a personas tan aburridas, claro, el poder.
—Disculpen, voy al baño.
Realmente quería librarse de esos señores que parecían tener aspecto de ser corredores de bolsa.
Frente al espejo ve a alguien asomarse. Era una mujer joven que se pasó al lado de ella mientras se arreglaba el cabello.
—Hiciste bien en no sentarte con Señorita.
Extrañamente la joven le habló.
—¿Esa mujer fea? ¿Si quiera tiene nombre?
La joven más alta que ella solo rio por como esa morena se refería a Señorita.
—Nadie lo sabe, todos le dicen señorita.
—¿Es alguna clase de aristócrata?
—Eres muy graciosa ¿Qué haces en un lugar como este?
—Quería volver a mis andares, pero la gente de aquí es demasiado...
—¿Formal? ¿Fina? ¿Refinada?
—Aburrida.
La joven volvió a reír haciendo reír a la morena. La más alta pensó en ese momento que Yuri era muy atractiva.
—Sígueme.
—¿A dónde?
No obtuvo respuesta porque la muchacha ya estaba caminando afuera del club.
En el camino señorita la miró y trató de detenerla, pero Yuri fue más rápida y no dejo que la alcance.
La joven la estaba esperando afuera.
—¿Ese es tu auto?
—Si.
Y esa chica de cabello castaño sacó una rara botella de vidrio y se la lanzó. Si no fuese por los reflejos de Yuri quien sabe que hubiese pasado.
—¿Qué es esto?
—Pruébalo y sabrás.
Yuri le da un trago.
—¿A que sabe?
—Como anestesia.
—Por cierto, soy Yoona. ¿Quieres ver de dónde saqué esa bebida?
—Claro que sí.
—Presiento que nos llevaremos muy bien, Yuri.
Y así es cómo empezó una alocada noche donde en un punto terminaron en el auto de Yuri, estacionadas el lado de la carretera, mientras ya amanecía.
Con el primer trago de una bebida hecha a base de anestesia Yuri supo que Yoona no le causaría ningún problema.
—Yuri. Me enciendes.
—Yoona, ¿de qué hablas?
Un peso sobre su pierna y unos labios sobre los suyos. Yoona se posicionó en su regazo y ejercía presión buscando el calor corporal de Yuri.
—Hablo de esto.
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How can i make you love me? Yulti [Yuri x Tiffany]
FanfictionLa empresaria Kim Taeyeon acaba de casarse y luego de su boda anhela su soñada luna de miel. Al irse deja su empresa al mando de su prima Kwon Yuri sin saber que clase de caos podría provocar aquella nueva presencia en su preciada secretaria, Hwang...