Capítulo 7

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Una risita malvada era lo que se escuchaba cuando la cámara fue encendida. Temblando de nuevo mientras la persona que grababa la enderezaba, un suspiro de exasperación por parte de Gakuhou fue lo que se escuchó de fondo.

Su mujer, que era la que grababa con más ánimo del habitual, enfocó la imagen del hombre sentado de nuevo en el suelo del salón, con las piernas cruzadas y los juguetes del niño repartidos por el lugar sin ningún orden. Mientras que la figura pequeña y rechoncha del bebé, parecía más una sombra naranja y morada moviéndose por la sala con una velocidad pocas veces vista, en vez de un niño de unos ocho meses.

La mujer volvió a reír al ver lo lejos que estaba aquella escena de ser cotidiana y normal, pues el bebé parecía más insistente y nervioso que de costumbre, gateando por el suelo del todo el salón con rapidez y en una ruta aparentemente aleatoria y sin sentido que le hacía dar tumbos por el lugar, portando una expresión feliz y contrastando con el aire de cansancio que portaba Gakuhou.

—¿Te acuerdas cuándo te dije que te arrepentirías de enseñarle a gatear sin mí?— Dijo la mujer detrás de la cámara con tono divertido.

—¡Papá!— Gritó Gakushuu desde el otro lado del salón.

—No.— Contestó el padre con seriedad.

—¡Papá!— Volvió a gritar el bebé está vez desde detrás del sofá.

—¿Y te acuerdas de cuándo te dije que te arrepentirías de enseñarle a decir "Papá"?

—¡Papá!— Repitió el niño esta vez frente al mueble enorme donde se encontraba la tele.

—No.

—¡Papi!— Se escuchó una voz infantil desde debajo de la mesa.

—¿No te acuerdas?

—¡Papá! ¡Papá!— Se dijo desde detrás de la cortina.

—No, no recuerdo nada de eso.

—¡Papá!— El bebé estaba ahora gritando desde detrás de la puerta.

—Vaya, que mala memoria tienes Gakuhou.

—¡Papi! ¡Papi!— Ninguno de los padres sabían cuándo ni cómo se había subido al sofá, pero lo dejarían estar.

—Sí bueno, no siempre puedo recordarlo todo.

—¡Papá!— Tampoco sabían cómo había llegado a subirse a la mesa, también lo dejarían estar.

—Más bien solo recuerdas lo que te conviene ¿No crees?

—¡AA! ¡Papá!— El bebé seguía gritando, esta vez empezando a gatear alrededor del hombre, que no pareció inmutarse.

—No puedes recriminarme que le enseñe cosas a nuestro hijo.— Acabó contestando

—¡Papi!— Si el niño seguía gateando de esa forma alrededor del padre tarde o temprano acabaría creando un agujero en la alfombra.

—Así que sí te acuerdas ¿Eh?

—¡Papa! ¡Papi! ¡Papa!— Ahora parecía divertirse chocando su cabeza una y otra vez conra la ancha espalda de Gakuhou.

—Recuerdo tu enfado irracional hacia ello, que es peor. Pero por lo que veo ahora, te estás divirtiendo con esto.

—¡Papá!

—Sí, me divierte. Se recoge lo que se siembra ¿Sabes?

Gakuhou no contestó hacia esa especie de "provocación" por parte de su mujer. Sabía que ella seguía enfadada por haberle enseñado esas cosas a su hijo sin haberla tenido mucho en cuenta, pero también sabía que ahora su nuevo afán era hacerle ver que fue culpa suya al haberle enseñado a Gakushuu esas cosas la razón por la que ahora él tenía que lidiar con un crío aparentemente hiperactivo que no sabía hacer otra cosa que gatear como si tuviera un torpedo en los pañales y llamarle como si no hubiera un mañana.

Pero lo que sí hizo, fue darse la vuelta, coger a Gakushuu en brazos con delicadeza a pesar de que él se removiera en su agarre y mirarle con algo de seriedad en los ojos.

—¿Puedes decir algo más aparte de "Papá" y "Papi"?—Acabó preguntando con algo de cansancio.

Gakuhou adoraba a su hijo y la forma en la que le llamaba con su infantil e inocente voz, pero una vez que "Papá" fue la única palabra que el bebé decía por la casa, se hizo un poco cansino.

Gakushuu se calló por un momento, mirando con atención a su padre y moviendo sus brazos y piernas en el aire con desinterés, mientras que su madre grababa la escena sin decir nada. Ambos padres esperaban expectantes una respuesta, esperando que no fuera algo que les decepcionara.

—Gakuhou.— Dijo el niño con rapidez.

Pues sí, fue algo decepcionante. Al menos para la madre, para el padre no tanto.

Nadie sabía cómo lo había aprendido y cuándo, pero al igual que la forma de subirse al sofá y la mesa, parecía que él niño lo había aprendido solo. Así que no es como si pudieran haber hecho algo.

Lo que sí pasó fue que Gakuhou miró a su hijo con seriedad, frunció el ceño y lo dejó en su regazo mientras parecía estar inmerso en sus pensamientos.

—Cariño.— Acabó llamando a la mujer con un tono severo.

—¿Sí?

—Creo que nuestro hijo es más listo de lo que pensamos.— Anunció completamente convencido, como si hubiera descubierto algo realmente importante.

La mujer que grababa se quedó en silencio durante un momento, para luego suspirar frustrada y soltar rápidamente la cámara en el suelo, haciendo que la imagen se removiera un poco. Se escuchó como ella se puso de pie y empezó a alejarse por el pasillo mientras hablaba con algo de enfado.

—Solo sabe decir tu nombre, no te vengas tan arriba.

Gakuhou no contestó, seguramente estaría de nuevo pensando en una forma de compensar a su mujer, aunque sabía ya por experiencia que la bronca se la iba a llevar de todas formas. Pero tampoco es como si él tuviera la culpa de nada.

—¿Mamá?— Preguntó Gakushuu repentinamente intentando bajarse del regazo de su padre al ver como la mujer se marchaba enfadada.

Gakuhou sonrió con ternura ante esa acción y acabó cogiéndole en brazos de nuevo.

—Se ha enfadado un poco, otra vez. Pero ha sido culpa tuya, que lo sepas. Deberías aprenderte también su nombre.— Dijo el hombre mientras se levantaba del sitio.

—Gakuhou.

—Sí hijo, sí.— Afirmó él mientras empezaba a andar por el pasillo para encontrar a su mujer, que seguramente estaría por la casa preguntándose por qué su hijo quería más a su padre que a ella, cosa que no era verdad.— Aún así, yo creo que eres más listo de lo que pareces.

—Gakuhou.

—Por favor, no empieces.

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